Después de un largo pero, al mismo tiempo, corto minuto, nuestros labios se separaron y nos miramos a los ojos.
- ¿Por qué yo? - le pregunté.
- Tenías que ser tú - sonrió y me guiñó un ojo.
Resultaba tan irresistible... Era imposible no caer en sus redes. Además, cumplía todos los requisitos de chico perfecto para mí: rubio, de ojos claros, dulce y siempre con una sonrisa para mostrar al mundo.
- ¿Te parece si vamos a decírselo? - le pregunté sonriente. Tenía que contárselo a las chicas.
- ¡Claro! Es una noticia importante - cogió mi cara entre sus manos y me besó de nuevo, pero esta vez por muy poquito tiempo.
Me levanté de la cama y le di la mano para ponerle en pie. Salimos juntos de la habitación y fuimos a la suya. Cuando entramos, nos encontramos a todos desayunando. Cuánto se preocupaban por nosotros... Era una ironía, por si no lo habíais notado. Audrey fue la primera en vernos.
- ¡Eh! ¿Cómo os ha id-- oh. Ya veo que muy bien - dijo al ver que estábamos cogidos de la mano.
Sonreí, mirando al suelo, y me sonrojé un poco. Al notarlo, Niall me apretó más la mano y me acercó a él.
- Precisamente... veníamos a daros una noticia. - le dije.
- ¡Oh, qué emoción! - sonrió y dio una breve palmada, girándose hacia el resto.- ¡Chicos! Cathy quiere decirnos algo. Bueno, en realidad, Cathy y Niall. - Fue a sentarse con ellos de nuevo y escucharnos con atención.
Abrí la boca para hablar, pero antes de poder emitir un solo sonido, Niall se me adelantó.
- Hemos estado hablando mientras que vosotros os zampabais el desayuno, MUCHAS GRACIAS. - recalcó esto último con especial ímpetu.- Bueno, a lo que iba. Que hemos decidido que...
- ¡Vamos, ni que os fuerais a casar! - intervino Harry.- ¡Ve al grano hombre!
Todos nos reímos, incluído Niall.
- ¡Vale, hombre, vale! Hemos empezado a salir - sonrió y me abrazó, poniendo mi cabeza sobre su hombro.
- ¿En serio, Cathy? - me preguntó Chloe con alegría.
- Sí - dije riendo.
- ¡Qué emoción! - gritó Kelly, con una sonrisa de oreja a oreja.
- ¡Enhorabuena, chicos! - dijeron Liam y Zayn a la vez. Estaban muy compenetrados.
- ¿Tan difícil era? - soltó Harry, riendo.
- ¡Cállate ya, Hazza! - le gritó Louis tirándole de los rizos.
- No, toques, mi, pelo. - le advirtió Harry, tan divertido como siempre.
- Que os dure mucho, parejita - bromeó Taylor.
- Eso espero - le respondió Niall, mirándome a mí después, y me dio un pequeño beso en el pelo.
- ¡Oh, si es que sois una monada! - dijo Audrey, poniendo morritos de, como decía ella, "cucosidad".
Harry y Louis seguían bromeando por lo de los rizos, lo cual nos hizo reír a todos. Eran unos auténticos payasos. Niall y yo decidimos sentarnos a desayunar con ellos y las chicas me preguntaron como había sido todo. Todas, excepto Kelly. Estaba un poco rara, y eso que al principio nos había felicitado, en cierto modo.
~~Narrador: Kelly~~
Me mataba por dentro ver a Cathy y Niall tan felices. Yo hacía mucho tiempo que sentía algo por Liam, pero no me atrevía a decirle nada. ¡Si es que era una completa idiota! Pero claro, yo no estaba segura de lo que él sentía por mí. Quizás sólo me viera como a una amiga, o una hermana pequeña... Seamos realistas, él tenía 18 años y yo sólo 15. ¿Por qué se iba a fijar en mí? No tendría sentido. No le pregunté detalles a Cathy, porque, para ser sincera, me estaba deprimiendo. ¡Qué buena pareja hacía con Niall! Y yo aquí, pintando la mona, sin poder dirigirle a Liam las palabras adecuadas.
Escuché con atención lo que decían las chicas entre ellas, y también observé cómo Louis, Zayn, Liam y Harry no paraban de cotillear lo que contaban Niall y Cathy. Luego resulta que las cotillas son las chicas... ¡anda ya!
De vez en cuando miraba a Liam, que estaba sentado en frente de mí, sin que él se diera cuenta. Sonriendo de lado viéndolo reír. Era muy tierno. ¡¿Pero cuándo me llegaría el momento de mi bonita historia de amor?! Estaba HARTA de tanto esperar. Nunca había conocido al chico que me hiciera sentir especial, y sabía que Liam podría conseguirlo. ¿Que por qué me gustaba tanto? Bueno, quizás fuese el contraste entre su apariencia seria y lo que realmente es: un auténtico payaso. No para de bromear con todos.
En cuanto terminaron de contar su historia, todas soltaron un gran "ohhh" colectivo, menos yo, que me quedé pensando. Cathy se dio cuenta, pero no me dijo nada.
- ¿Qué podemos hacer hoy? - preguntó Chloe.
- Creo que será mejor que los chicos y yo ensayemos. ¿Recordáis que estamos aquí por un concierto? - respondió Niall, riendo.- Es dentro de cuatro días y no queremos decepcionar a las fans.
- ¡Oh! ¡Es cierto! - dijo Taylor. - Pues... ¿podemos ir a veros ensayar?
- Por mí estupendo - respondió Harry, guiñándole un ojo.
- No sé si es buena idea - dijo Liam.- ¿No nos desconcentrarán?
- ¡Prometemos ser buenas! - dijo Cathy con una gran sonrisa, mirando a Niall. Ya lo tenía comiendo de su mano.
- A mí me parece estupendo. - respondió él.
- ¡Decidido! Liam, amigo, lo siento, pero tendrás que aprender a ensayar con público. - dijo Zayn.
- Está bien, me resignaré - Liam suspiró y sonrió mirando a todos, de un lado al otro de la mesa.
- Pero tendréis que dejar que nos preparemos y avisemos a nuestros músicos. Están en otras dos habitaciones del hotel - dijo Harry.
- ¿Y por qué nosotras no teníamos ni idea de eso? - preguntó Taylor con ironía.
- Sé que te pondrías celosa de lo guapa que es una de las guitarristas - bromeó Harry.
~~Narrador: Cathy~~
Nos despedimos de los chicos con unos abrazos y "hasta luego". Cuando me tocó despedirme de Niall, le abracé con fuerza, pero con ternura al mismo tiempo.
- No tardéis mucho - me susurró.
- Lo mismo te digo. Y cuidadito con esa guitarrista - alcé las cejas y él rió.
- No te preocupes. Sólo tengo ojos para ti - me sonrió, cogió mi cara entre sus manos y me besó durante unos segundos.- Te echaré de menos hasta la tarde.
- Lo mismo te digo - volví a rozar sus labios, esta vez un beso muy breve y me fui con las chicas.
Los sueños pueden llegar a hacerse realidad cuando menos te lo esperas. Y aunque puedas llegar a sufrir por conseguirlos, habrá valido la pena.
domingo, 23 de octubre de 2011
viernes, 14 de octubre de 2011
Capítulo 12.
Nos miramos sin decir nada. Dicen que después de la tormenta viene la calma, pero yo habría deseado que la tormenta jamás hubiera llegado. No me podía arrepentir de haberlo conocido, porque era imposible; pero sí me arrepentía de haberme enamorado de él. Era demasiado duro. Me alejé y entré en el salón. Niall se quedó allí de pie, mirándome, y se apoyó en la puerta, esperando a que se le ocurriera algo para decirme. Yo miraba al suelo, pensando qué me había pasado la noche anterior para hacer eso, y qué les había pasado a él, a Zayn y a Audrey. Lo que hace el alcohol... Poco a poco todos se fueron despertando. Primero Kelly, la cual se quejaba del dolor de cabeza y el muscular. Cuando me vio en el otro sillón individual ya despierta, me habló.
- Ey, Cathy - se incorporó como pudo para ponerse de pie, con una mano en la frente.- ¿También has dormido aquí?
- No... - miré a la puerta, por lo que ella lo hizo también.
Cuando vio a Niall, rápidamente alejó la mirada de allí y se dedicó a despertar a Zayn primero y luego a los demás.
- Zayn... vamos - le agitaba el hombro con suavidad hasta que se despertó.
- Oh... ¡ay! Bueno días.
Se veía que todos estábamos para el arrastre.
Fue despertando a Taylor, a Harry, a Chloe y a Louis, y Audrey también apareció por allí de nuevo, esquivando a Niall. Pero éste la detuvo agarrándole del brazo.
- ¿Podemos hablar un momento?
Le oí decir. Audrey asintió con la cabeza y se fueron de allí. Yo ya estaba harta de todo aquello, por lo que cogí mi bolso que había dejado por la noche tirado en una esquina del salón y me fui de su habitación para ir a la nuestra. Con suerte, no habría perdido la llave. Lo comprobé antes de salir. Todo estaba bien, así que me fui para poder pensar con claridad y tranquila.
~~Narrador: Audrey~~
Niall me llevó al dormitorio para charlar. Me invitó a sentarme junto a él en la cama, y después de unos segundos habló:
- Audrey, bueno... sabes lo que pasó anoche... Lo sabes tú y también lo sé yo.
- Sí...
- Pero para mi no significó nada, y espero que para ti tampoco.
- No, en absoluto. Ninguno sabíamos lo que hacíamos, llevábamos demasiado alcohol encima - reí y él me siguió.
- Esto quería decírtelo porque... a mi me gusta Cathy. Yo se lo he dicho a ella, pero sé que no sería fácil estar juntos porque la distancia nunca es una buena compañera, y en algún momento vosotras os tendréis que ir de Londres, nosotros viajaremos, haremos giras... lo típico para alguien como nosotros.
- ¿Ella esto ya lo sabe, dices?
- Sí.
- ¿Y cómo se lo tomó cuando se lo contaste? - fruncí el ceño.
- Me dijo que podríamos ser amigos, que por ella no había problema. Pero noté algo en su cara que no me convenció, aunque en ese momento no quise decirle nada...
- Oh - me golpee la frente con la mano derecha.- Cuando Cathy dice "no hay problema" es porque lo hay.
- ¿Qué? - Niall parecía confuso.
- Si Cath te ha dicho eso es porque tú le gustas, y mucho. Bueno, eso yo ya lo sabía... En realidad, no sólo le gustas.
- ¿Ah, no? - se le comenzó a dibujar una pequeña sonrisa en la cara.
- ¿No te has dado cuenta aún, Niall? Está enamorada de ti.
- ¿Eso te lo ha dicho ella? - sus profundos ojos azules se habían abierto como platos y no podía pestañear.
- No me lo ha dicho, pero soy su amiga desde hace mucho tiempo, la conozco muy bien. Cómo te mira... es especial.
- ¿Crees que debería hablar con ella?
- Yo creo que sí. Espero que sigas mi consejo, ¡vamos corre a por ella! ¿A qué esperas?
- ¡Allá voy! - sonrió y se levantó de un salto, corriendo hacia el salón.
Yo me levanté y le seguí, riéndome de su entusiasmo.
- Eh... chicos, ¿dónde está Cathy? - preguntó Niall.
Kelly se giró de repente hacia él. Todos estaban charlando aún sobre lo que se acordaban de anoche. Algunos se veían arrepentidos, pero no paraban de reírse.
- Creo que se ha ido... - le contestó.
- ¿Qué? ¡¿Adónde?!
- No lo sé. Simplemente cogió su bolso y salió por la puerta.
- Oh, genial - Niall se lamentaba.
Empezó a correr y se paró en frente de mi.
- Aud, ¿me dejas tu llave? Por si acaso se ha ido a vuestra habitación...
- ¡Claro! - rebusqué en los bolsillos de mi chaqueta, la cual estaba colgada en una silla, y después de un largo minuto la encontré- Aquí tienes, Niall.
- ¡Muchas gracias!
La cogió y salió despavorido de la habitación.
~~Narrador: Cathy~~
Las lágrimas caían por mis mejillas. ¿Le acabaría gustando Audrey? No podía ni pensarlo. Era algo que me dolía demasiado. Niall me había dicho que yo le gustaba pero no quería estar conmigo por la distancia. Sí, ya. Lo que pasaba era que quería complacer a una fan más. Si de verdad le gustara, por lo menos habría habido algo... no sé... ¿un beso? ¿un abrazo, por lo menos? Pero después de hablar, simplemente nos fuimos tan tranquilos de nuevo.
De repente, oí el ruido de unas llaves y levanté la cabeza hacia la puerta. Pero, para mi sorpresa, era un chico.
- ¡Niall! ¿De dónde has sacado la llave? ¿Y qué haces aquí? - mi cara era de disgusto y rabia a la vez.
- Me la ha dejado Audrey. Quería venir a hablar contigo... - dejó la llave en una de las mesillas de noche y se sentó a mi lado.
- ¿Qué me tienes que decir? - yo ni siquiera le miraba a la cara.
- ¿Recuerdas cuando te dije que me gustabas pero me parecía... mala idea, por así decirlo, estar contigo? - su tono de voz era de arrepentimiento, no había duda.
- Sí... me acuerdo.
- He estado pensando... ¿por qué la distancia tiene que ser un problema? - le miré sorprendida, pero tratando no cambiar la expresión de mi rostro.- A ver, de momento estamos juntos, ¿no? Tú no te has ido, yo tampoco... Podemos intentar... eso.
Me había quedado sin palabras. ¿Iba en serio? ¿Realmente iba en serio? No... no, no podía ser. ¿Qué? Eso era demasiado impresionante.
- ¿De verdad? - me animé a preguntarle.- Bueno, entre tú y Audrey... a ver, pensé que podía pasar algo... Vi cómo la llamabas antes. Es cierto que porque haya pasado lo que pasó a mi no me gusta Zayn, y supongo que yo a él tampoco. Pero bueno, creo qu... - no me dejó terminar.
Nuestros labios se juntaron en una explosión. Esa fue la sensación que tuve por dentro. Un gran fuego se encendió y no pude reaccionar. Simplemente me dejé llevar hasta que él paró.
- Tenía que hacerlo, no te callabas... - sonrió a escasos milímetros de mi cara.
- Cuando me dan cuerda no puedo parar - me encogí de hombros y me resigné a reír. Se me había pasado toda la rabia y pena de repente.
- ¿Ah sí? ¿Y qué pasa si te doy cuerda ahora? - me guiñó un ojo y sonrió.
- Hm... prueba a ver, ni yo lo sé...
Rió y se volvió a acercar, enlazando sus dedos con mi pelo. Esa vez, nuestros labios encajaban perfectamente. Yo tenía ganas de él, de sentirlo. Al fin mis sueños se habían cumplido.
- Ey, Cathy - se incorporó como pudo para ponerse de pie, con una mano en la frente.- ¿También has dormido aquí?
- No... - miré a la puerta, por lo que ella lo hizo también.
Cuando vio a Niall, rápidamente alejó la mirada de allí y se dedicó a despertar a Zayn primero y luego a los demás.
- Zayn... vamos - le agitaba el hombro con suavidad hasta que se despertó.
- Oh... ¡ay! Bueno días.
Se veía que todos estábamos para el arrastre.
Fue despertando a Taylor, a Harry, a Chloe y a Louis, y Audrey también apareció por allí de nuevo, esquivando a Niall. Pero éste la detuvo agarrándole del brazo.
- ¿Podemos hablar un momento?
Le oí decir. Audrey asintió con la cabeza y se fueron de allí. Yo ya estaba harta de todo aquello, por lo que cogí mi bolso que había dejado por la noche tirado en una esquina del salón y me fui de su habitación para ir a la nuestra. Con suerte, no habría perdido la llave. Lo comprobé antes de salir. Todo estaba bien, así que me fui para poder pensar con claridad y tranquila.
~~Narrador: Audrey~~
Niall me llevó al dormitorio para charlar. Me invitó a sentarme junto a él en la cama, y después de unos segundos habló:
- Audrey, bueno... sabes lo que pasó anoche... Lo sabes tú y también lo sé yo.
- Sí...
- Pero para mi no significó nada, y espero que para ti tampoco.
- No, en absoluto. Ninguno sabíamos lo que hacíamos, llevábamos demasiado alcohol encima - reí y él me siguió.
- Esto quería decírtelo porque... a mi me gusta Cathy. Yo se lo he dicho a ella, pero sé que no sería fácil estar juntos porque la distancia nunca es una buena compañera, y en algún momento vosotras os tendréis que ir de Londres, nosotros viajaremos, haremos giras... lo típico para alguien como nosotros.
- ¿Ella esto ya lo sabe, dices?
- Sí.
- ¿Y cómo se lo tomó cuando se lo contaste? - fruncí el ceño.
- Me dijo que podríamos ser amigos, que por ella no había problema. Pero noté algo en su cara que no me convenció, aunque en ese momento no quise decirle nada...
- Oh - me golpee la frente con la mano derecha.- Cuando Cathy dice "no hay problema" es porque lo hay.
- ¿Qué? - Niall parecía confuso.
- Si Cath te ha dicho eso es porque tú le gustas, y mucho. Bueno, eso yo ya lo sabía... En realidad, no sólo le gustas.
- ¿Ah, no? - se le comenzó a dibujar una pequeña sonrisa en la cara.
- ¿No te has dado cuenta aún, Niall? Está enamorada de ti.
- ¿Eso te lo ha dicho ella? - sus profundos ojos azules se habían abierto como platos y no podía pestañear.
- No me lo ha dicho, pero soy su amiga desde hace mucho tiempo, la conozco muy bien. Cómo te mira... es especial.
- ¿Crees que debería hablar con ella?
- Yo creo que sí. Espero que sigas mi consejo, ¡vamos corre a por ella! ¿A qué esperas?
- ¡Allá voy! - sonrió y se levantó de un salto, corriendo hacia el salón.
Yo me levanté y le seguí, riéndome de su entusiasmo.
- Eh... chicos, ¿dónde está Cathy? - preguntó Niall.
Kelly se giró de repente hacia él. Todos estaban charlando aún sobre lo que se acordaban de anoche. Algunos se veían arrepentidos, pero no paraban de reírse.
- Creo que se ha ido... - le contestó.
- ¿Qué? ¡¿Adónde?!
- No lo sé. Simplemente cogió su bolso y salió por la puerta.
- Oh, genial - Niall se lamentaba.
Empezó a correr y se paró en frente de mi.
- Aud, ¿me dejas tu llave? Por si acaso se ha ido a vuestra habitación...
- ¡Claro! - rebusqué en los bolsillos de mi chaqueta, la cual estaba colgada en una silla, y después de un largo minuto la encontré- Aquí tienes, Niall.
- ¡Muchas gracias!
La cogió y salió despavorido de la habitación.
~~Narrador: Cathy~~
Las lágrimas caían por mis mejillas. ¿Le acabaría gustando Audrey? No podía ni pensarlo. Era algo que me dolía demasiado. Niall me había dicho que yo le gustaba pero no quería estar conmigo por la distancia. Sí, ya. Lo que pasaba era que quería complacer a una fan más. Si de verdad le gustara, por lo menos habría habido algo... no sé... ¿un beso? ¿un abrazo, por lo menos? Pero después de hablar, simplemente nos fuimos tan tranquilos de nuevo.
De repente, oí el ruido de unas llaves y levanté la cabeza hacia la puerta. Pero, para mi sorpresa, era un chico.
- ¡Niall! ¿De dónde has sacado la llave? ¿Y qué haces aquí? - mi cara era de disgusto y rabia a la vez.
- Me la ha dejado Audrey. Quería venir a hablar contigo... - dejó la llave en una de las mesillas de noche y se sentó a mi lado.
- ¿Qué me tienes que decir? - yo ni siquiera le miraba a la cara.
- ¿Recuerdas cuando te dije que me gustabas pero me parecía... mala idea, por así decirlo, estar contigo? - su tono de voz era de arrepentimiento, no había duda.
- Sí... me acuerdo.
- He estado pensando... ¿por qué la distancia tiene que ser un problema? - le miré sorprendida, pero tratando no cambiar la expresión de mi rostro.- A ver, de momento estamos juntos, ¿no? Tú no te has ido, yo tampoco... Podemos intentar... eso.
Me había quedado sin palabras. ¿Iba en serio? ¿Realmente iba en serio? No... no, no podía ser. ¿Qué? Eso era demasiado impresionante.
- ¿De verdad? - me animé a preguntarle.- Bueno, entre tú y Audrey... a ver, pensé que podía pasar algo... Vi cómo la llamabas antes. Es cierto que porque haya pasado lo que pasó a mi no me gusta Zayn, y supongo que yo a él tampoco. Pero bueno, creo qu... - no me dejó terminar.
Nuestros labios se juntaron en una explosión. Esa fue la sensación que tuve por dentro. Un gran fuego se encendió y no pude reaccionar. Simplemente me dejé llevar hasta que él paró.
- Tenía que hacerlo, no te callabas... - sonrió a escasos milímetros de mi cara.
- Cuando me dan cuerda no puedo parar - me encogí de hombros y me resigné a reír. Se me había pasado toda la rabia y pena de repente.
- ¿Ah sí? ¿Y qué pasa si te doy cuerda ahora? - me guiñó un ojo y sonrió.
- Hm... prueba a ver, ni yo lo sé...
Rió y se volvió a acercar, enlazando sus dedos con mi pelo. Esa vez, nuestros labios encajaban perfectamente. Yo tenía ganas de él, de sentirlo. Al fin mis sueños se habían cumplido.
miércoles, 12 de octubre de 2011
Capítulo 11.
~~Narrador: Cathy~~
Harry le pasó la botella a Liam.
- Que no quede ni una pequeña gota - dijo Louis riendo.
Estaban a punto de empezar cuando yo, en mi estado de borrachera, conseguí reaccionar con inteligencia.
- ¡Esperad! Creo que esto no es una buena idea, ahora que lo pienso...- les arrebaté la botella de las manos y me miraron extrañados.
- ¡Pero si no pasa nada! - dijo Zayn con el embudo en una de sus manos.
- Puedes acabar en un coma etílico... habré bebido, pero sé pensar... - también le quité el embudo y lo dejé en el suelo, en una esquina, lejos de ellos.- Puedes acabar en un hospital.
- Voy a estar bien, Cathy.
- ¡Eso no podéis saberlo!
- Se ve que necesitas tranquilizarte... - dijo Zayn - ¿Otra ronda en el baño? - me susurró a mi sola, sacando la lengua después.
- ¡No! - le empujé hacia un lado - En serio, perdéis completamente la cabeza cuando bebéis. ¿No estás tú de acuerdo, Audrey? ¿Y vosotras chicas? - miré al resto de ellas, y asintieron no muy convencidas. Les privaba la aprobación de los chicos.
- Yo... pienso que tienes razón. No sé en qué estábais pensando, en serio - les miró con el ceño fruncido.
- Bueno bueno, está bien... - desistió Harry, por lo que todos suspiraron decepcionados y se quedaron sentados.
- ¿Al final pudiste avisar a Niall? ¿Le viste? - le pregunté a Audrey.
- S-Sí... estaba en el trastero. No sé qué estaba buscando...
- Voy a buscarle.
- ¡Espera! Voy contigo.
Ambas caminábamos haciendo eses todavía a causa del alcohol. Era divertido, pero al día siguiente no querríamos ni podríamos movernos del dolor de cabeza que tendríamos encima. Cuando entramos, vimos a Niall tirado en el suelo, dormido.
- ¡Niall! - gritó Audrey.
- ¡Calla! - le puse una mano en la boca, y, no sé por qué, no pude evitar reírme - No lo despiertes. Ayúdame a llevarlo a la habitación.
Pero no pudimos, ambas llevábamos demasiado vodka encima. Intentando levantarlo nos habíamos caído al suelo, y sin previo aviso, terminamos quedándonos dormidas nosotras también, una a cada lado de Niall.
Al día siguiente fui la primera en despertarme. Me revolví en el suelo y el hombro de Niall.
- Dios, mi cabeza... - dije con mala cara, aunque sabía que nadie me estaba oyendo.
Miré el cuerpo tumbado de Niall y sonreí, acurrucándome en él. Entonces, vi cómo Audrey también se despertaba.
- Ay... dios, qué dolor... - dijo llevándose una mano a la frente.
- Se ve que anoche nos pasamos... - dije, sonriendo con dificultad hacia ella.
- Sí - rió levemente - No sé tú, pero casi no me acuerdo de nada... Sólo que yo vomité de lo mareada que estaba - volvió a reír, esta vez quejándose del dolor.
- Yo estaba cuando hiciste eso, creo...
- Espera... - se levantó bruscamente y me señaló - ¡Tú! ¡Ayyyy! - no era bueno hacer movimientos bruscos teniendo resaca.
- ¿Yo qué? - fruncí el ceño.
- ¡Tú y Zayn! - dijo, ya acostada de nuevo contra Niall.- ¡Oh dios mío!¨¡Y yo!
- ¿Zayn y yo? ¿Y tú, qué? - de pronto, me acordé del baño - ¡Oh dios! ¡Aud, escucha, lo siento mucho! ¡De veras! Estaba borracha, no sabía lo que hacía - la cabeza me daba vueltas, pero intentaba mantenerme sentada derecha.
- Em... ¡Sí! Es cierto, no sabías lo que hacías... ¡pero con Zayn, Cathy, con Zayn! Dios... no no no, me niego a pensar eso. ¡Te odio! - no se le veía muy convencida.
- Espera, ¿qué ibas a decir de ti?
- ¿De mí? Na-nada... No iba decir n-nada.
- Aud... - la miré alzando ambas cejas.
- ¡Vale! ¡Está bien, lo confieso! Me vengué de ti... de cierta manera... - movía la cabeza de un lado a otro.
- No habrás... - miré a Niall, y de nuevo a ella. Abrí mucho la boca, sorprendida, y le señalé - ¡Tú! ¡No! ¿Cómo has podido?
- Oye, que yo también estaba borracha. En circunstancias normales no lo habría hecho, y lo sabes.
- ¡Pero con Niall! - me levanté del suelo e intenté mantenerme en pie apoyándome en la pared.
Ella hizo lo mismo, y pude comprobar que tenía una cara pálida como la de un muerto.
- ¡Y tú con Zayn! ¡Y además empezaste tú!
- ¡Seáis quienes seáis, no gritéis! - exclamó Niall. No había abierto aún los ojos, pero estaba despierto, no había duda.
- Somos Cathy y Audrey - le respondí yo, ayudándole a levantarse.
- ¿Y qué hacéis aquí? ¿Y por qué estaba yo durmiendo en el trastero? ¡Mi madre, mi cabeza! ¡Dios mío, cómo duele! ¡Menuda resaca! - se echó para atrás con una mano en su frente. Casi se cae, de no ser por las estanterías que tenía detrás.
- De eso ya no me acuerdo, pero las dos hemos dormido contigo... - dijo Audrey.
- Y alguna ha hecho algo más - fulminé a Audrey con la mirada, estaba muy enfadada.
- ¿Eh? ¿Me lo podéis explicar? No estoy para acertijos, por favor - dijo Niall con voz ronca.
- Sí sí. Yo te lo explico. ¡Mi querida amiga Audrey y tú os habéis metido en el trastero anoche para poder meteros mano y algo más! - grité yo.
- ¿Cómo? ¡¿Audrey y yo?! No no, eso es imposible. Nunca le haría algo así a Zayn. - me miró extrañado, y yo esperé que añadiera algo más como "ni a ti". Pero esas palabras no llegaron a salir de su boca.
- ¿A Zayn? - preguntó Audrey.- ¿Quieres decir que acaso a él le importaría?
- ¿Que si le importaría? ¡Me mataría si llegara a hacer eso!
- Pues buena suerte, amigo - le golpee el hombro con suavidad.
- ¿Qué? - se apartó de mi y me miró extrañado.
- Pues que vas a tener que explicarle lo que has hecho.
- ¡Si yo no he hecho nada! ¿A que no, Audrey? - la miró preocupado, esperando que le diera la razón.
- Pues... a ver... - comenzó.
Los tres nos quedamos mudos. No sabíamos qué decir, era una situación muy incómoda.
- Entonces es cierto... pero... Cathy, ¡te juro que no sabía lo que hacía!
- A mi no tienes que jurarme nada, Niall. Vete a pedirle perdón a tu amigo - le guiñé un ojo y salí de allí.
Caminé por el pasillo, con las lágrimas resbalando por mis mejillas, tanto de decepción como de arrepentimiento por lo que yo había hecho. Llegué al salón, y los vi a todos durmiendo todavía. Zayn dormía en el sillón individual, con Kelly durmiendo a un lado en el suelo, apoyada contra el asiento. En el sofá, Taylor estaba acostada sobre Harry, Chloe, Louis y Liam, los cuales estaban sentados durmiendo cabeza contra cabeza. Era una escena extraña. Me quedé mirando a Zayn, pensando en lo que había pasado, muy arrepentida de todo aquello. Entonces, una mano me tocó el hombro y me sobresalté. Miré hacia atrás y reconocí a Niall.
- Oye, Cathy... tú sabes que no lo hice queriendo... e-estaba borracho, como todos. Venga, míralos... - señaló al salón, pero ni siquiera miré y bajé la cabeza.
- Sé que no lo hiciste queriendo, no sabías lo que hacías.
- ¿Entonces qué pasa?
- Es que... Audrey fue la que te convenció. Y... fue porque yo fui la primera.
- ¿La primera en qué? - estaba muy desconcertado. Ni se imaginaba lo que venía.
- Ella quiso vengarse de lo que yo había hecho... porque... hubo algo. Con Zayn. - hice un gran esfuerzo para seguir mirándole a los ojos. Quería morirme.
- ¡¿Cómo?! - los ojos se le abrieron como platos.- ¿Pero cómo has podido echarme la culpa antes? ¡Mira lo que has hecho tú! No me lo creo...
- ¡Los dos nos equivocamos! Estamos en paz - le miré apretando los puños. La rabia me recorría por dentro y no podía pararla.
- ¡Pero tú... tú lo hiciste primero!
- ¡¿No se suponía que tú y yo éramos sólo amigos?! - la rabia había estallado.
Aspiró aire de repente, como en una sorpresa. Parecía que iba a decir algo, pero en lugar de eso se quedó mirándome embobado. Había hecho algo malo, pero no podía contenerme más. Yo lo quiero y lo admito. Estoy deseando que pase algo entre nosotros, pero no puedo forzarle. Habíamos decidido ser amigos, y ahí iba a quedar la cosa. O al menos, eso creía yo.
Harry le pasó la botella a Liam.
- Que no quede ni una pequeña gota - dijo Louis riendo.
Estaban a punto de empezar cuando yo, en mi estado de borrachera, conseguí reaccionar con inteligencia.
- ¡Esperad! Creo que esto no es una buena idea, ahora que lo pienso...- les arrebaté la botella de las manos y me miraron extrañados.
- ¡Pero si no pasa nada! - dijo Zayn con el embudo en una de sus manos.
- Puedes acabar en un coma etílico... habré bebido, pero sé pensar... - también le quité el embudo y lo dejé en el suelo, en una esquina, lejos de ellos.- Puedes acabar en un hospital.
- Voy a estar bien, Cathy.
- ¡Eso no podéis saberlo!
- Se ve que necesitas tranquilizarte... - dijo Zayn - ¿Otra ronda en el baño? - me susurró a mi sola, sacando la lengua después.
- ¡No! - le empujé hacia un lado - En serio, perdéis completamente la cabeza cuando bebéis. ¿No estás tú de acuerdo, Audrey? ¿Y vosotras chicas? - miré al resto de ellas, y asintieron no muy convencidas. Les privaba la aprobación de los chicos.
- Yo... pienso que tienes razón. No sé en qué estábais pensando, en serio - les miró con el ceño fruncido.
- Bueno bueno, está bien... - desistió Harry, por lo que todos suspiraron decepcionados y se quedaron sentados.
- ¿Al final pudiste avisar a Niall? ¿Le viste? - le pregunté a Audrey.
- S-Sí... estaba en el trastero. No sé qué estaba buscando...
- Voy a buscarle.
- ¡Espera! Voy contigo.
Ambas caminábamos haciendo eses todavía a causa del alcohol. Era divertido, pero al día siguiente no querríamos ni podríamos movernos del dolor de cabeza que tendríamos encima. Cuando entramos, vimos a Niall tirado en el suelo, dormido.
- ¡Niall! - gritó Audrey.
- ¡Calla! - le puse una mano en la boca, y, no sé por qué, no pude evitar reírme - No lo despiertes. Ayúdame a llevarlo a la habitación.
Pero no pudimos, ambas llevábamos demasiado vodka encima. Intentando levantarlo nos habíamos caído al suelo, y sin previo aviso, terminamos quedándonos dormidas nosotras también, una a cada lado de Niall.
Al día siguiente fui la primera en despertarme. Me revolví en el suelo y el hombro de Niall.
- Dios, mi cabeza... - dije con mala cara, aunque sabía que nadie me estaba oyendo.
Miré el cuerpo tumbado de Niall y sonreí, acurrucándome en él. Entonces, vi cómo Audrey también se despertaba.
- Ay... dios, qué dolor... - dijo llevándose una mano a la frente.
- Se ve que anoche nos pasamos... - dije, sonriendo con dificultad hacia ella.
- Sí - rió levemente - No sé tú, pero casi no me acuerdo de nada... Sólo que yo vomité de lo mareada que estaba - volvió a reír, esta vez quejándose del dolor.
- Yo estaba cuando hiciste eso, creo...
- Espera... - se levantó bruscamente y me señaló - ¡Tú! ¡Ayyyy! - no era bueno hacer movimientos bruscos teniendo resaca.
- ¿Yo qué? - fruncí el ceño.
- ¡Tú y Zayn! - dijo, ya acostada de nuevo contra Niall.- ¡Oh dios mío!¨¡Y yo!
- ¿Zayn y yo? ¿Y tú, qué? - de pronto, me acordé del baño - ¡Oh dios! ¡Aud, escucha, lo siento mucho! ¡De veras! Estaba borracha, no sabía lo que hacía - la cabeza me daba vueltas, pero intentaba mantenerme sentada derecha.
- Em... ¡Sí! Es cierto, no sabías lo que hacías... ¡pero con Zayn, Cathy, con Zayn! Dios... no no no, me niego a pensar eso. ¡Te odio! - no se le veía muy convencida.
- Espera, ¿qué ibas a decir de ti?
- ¿De mí? Na-nada... No iba decir n-nada.
- Aud... - la miré alzando ambas cejas.
- ¡Vale! ¡Está bien, lo confieso! Me vengué de ti... de cierta manera... - movía la cabeza de un lado a otro.
- No habrás... - miré a Niall, y de nuevo a ella. Abrí mucho la boca, sorprendida, y le señalé - ¡Tú! ¡No! ¿Cómo has podido?
- Oye, que yo también estaba borracha. En circunstancias normales no lo habría hecho, y lo sabes.
- ¡Pero con Niall! - me levanté del suelo e intenté mantenerme en pie apoyándome en la pared.
Ella hizo lo mismo, y pude comprobar que tenía una cara pálida como la de un muerto.
- ¡Y tú con Zayn! ¡Y además empezaste tú!
- ¡Seáis quienes seáis, no gritéis! - exclamó Niall. No había abierto aún los ojos, pero estaba despierto, no había duda.
- Somos Cathy y Audrey - le respondí yo, ayudándole a levantarse.
- ¿Y qué hacéis aquí? ¿Y por qué estaba yo durmiendo en el trastero? ¡Mi madre, mi cabeza! ¡Dios mío, cómo duele! ¡Menuda resaca! - se echó para atrás con una mano en su frente. Casi se cae, de no ser por las estanterías que tenía detrás.
- De eso ya no me acuerdo, pero las dos hemos dormido contigo... - dijo Audrey.
- Y alguna ha hecho algo más - fulminé a Audrey con la mirada, estaba muy enfadada.
- ¿Eh? ¿Me lo podéis explicar? No estoy para acertijos, por favor - dijo Niall con voz ronca.
- Sí sí. Yo te lo explico. ¡Mi querida amiga Audrey y tú os habéis metido en el trastero anoche para poder meteros mano y algo más! - grité yo.
- ¿Cómo? ¡¿Audrey y yo?! No no, eso es imposible. Nunca le haría algo así a Zayn. - me miró extrañado, y yo esperé que añadiera algo más como "ni a ti". Pero esas palabras no llegaron a salir de su boca.
- ¿A Zayn? - preguntó Audrey.- ¿Quieres decir que acaso a él le importaría?
- ¿Que si le importaría? ¡Me mataría si llegara a hacer eso!
- Pues buena suerte, amigo - le golpee el hombro con suavidad.
- ¿Qué? - se apartó de mi y me miró extrañado.
- Pues que vas a tener que explicarle lo que has hecho.
- ¡Si yo no he hecho nada! ¿A que no, Audrey? - la miró preocupado, esperando que le diera la razón.
- Pues... a ver... - comenzó.
Los tres nos quedamos mudos. No sabíamos qué decir, era una situación muy incómoda.
- Entonces es cierto... pero... Cathy, ¡te juro que no sabía lo que hacía!
- A mi no tienes que jurarme nada, Niall. Vete a pedirle perdón a tu amigo - le guiñé un ojo y salí de allí.
Caminé por el pasillo, con las lágrimas resbalando por mis mejillas, tanto de decepción como de arrepentimiento por lo que yo había hecho. Llegué al salón, y los vi a todos durmiendo todavía. Zayn dormía en el sillón individual, con Kelly durmiendo a un lado en el suelo, apoyada contra el asiento. En el sofá, Taylor estaba acostada sobre Harry, Chloe, Louis y Liam, los cuales estaban sentados durmiendo cabeza contra cabeza. Era una escena extraña. Me quedé mirando a Zayn, pensando en lo que había pasado, muy arrepentida de todo aquello. Entonces, una mano me tocó el hombro y me sobresalté. Miré hacia atrás y reconocí a Niall.
- Oye, Cathy... tú sabes que no lo hice queriendo... e-estaba borracho, como todos. Venga, míralos... - señaló al salón, pero ni siquiera miré y bajé la cabeza.
- Sé que no lo hiciste queriendo, no sabías lo que hacías.
- ¿Entonces qué pasa?
- Es que... Audrey fue la que te convenció. Y... fue porque yo fui la primera.
- ¿La primera en qué? - estaba muy desconcertado. Ni se imaginaba lo que venía.
- Ella quiso vengarse de lo que yo había hecho... porque... hubo algo. Con Zayn. - hice un gran esfuerzo para seguir mirándole a los ojos. Quería morirme.
- ¡¿Cómo?! - los ojos se le abrieron como platos.- ¿Pero cómo has podido echarme la culpa antes? ¡Mira lo que has hecho tú! No me lo creo...
- ¡Los dos nos equivocamos! Estamos en paz - le miré apretando los puños. La rabia me recorría por dentro y no podía pararla.
- ¡Pero tú... tú lo hiciste primero!
- ¡¿No se suponía que tú y yo éramos sólo amigos?! - la rabia había estallado.
Aspiró aire de repente, como en una sorpresa. Parecía que iba a decir algo, pero en lugar de eso se quedó mirándome embobado. Había hecho algo malo, pero no podía contenerme más. Yo lo quiero y lo admito. Estoy deseando que pase algo entre nosotros, pero no puedo forzarle. Habíamos decidido ser amigos, y ahí iba a quedar la cosa. O al menos, eso creía yo.
domingo, 2 de octubre de 2011
Capítulo 10.
[Sigue narrando Audrey.]
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Aún quedaba mucha noche por delante, y no la iba a malgastar durmiendo. La usaría para vengarme de lo que Cathy me había hecho. No controlaba mis actos, no sentía culpabilidad por nada, y eso me daba ventaja.
Cuando volví al salón, me senté cerca de Niall y comencé a charlar con él. La verdad, no estaba nada mal es chico. Era guapo de cara, con buen cuerpo y, ¿por qué no decirlo? , muy sexy. No me costaría nada hacer de las mías, no sería ningún sacrificio. Comenzamos a acercarnos más el uno al otro, él también se había emborrachado. Comenzaron los roces y las risillas, yo cada vez tenía más ganas de llevar a cabo mi venganza. Cathy y Zayn ya habían vuelto y se sentaron separados. Ya no lo podrían arreglar. Se les veía incómodos, no solo en un sentido psicológico, si no también físico. Zayn tenía los ojos mirando a ninguna parte, y Cathy estaba pálida, parecía que fuera a vomitar. Se levantó de su asiento y fue corriendo camino al baño. Ese era mi momento.
- Oye, Niall... - comencé.
- Dime, Aud - me dijo, colocando una mano sobre mi rodilla.
- ¿Me acompañas?
- ¿Adónde?
- A un sitio... - le miré y me mordí el labio, sonriendo.
- Oh... entiendo. ¡Claro que te acompaño! Vamos - se levantó y me cogió de la mano para llevarme con él.
Me adelanté y corrí hasta el trastero, un poco pequeño, pero valdría. Por suerte, Cathy no nos había visto. Ya tendría tiempo de enterarse después.
- Así que aquí me querías traer... - ni siquiera me dejó responder.
Sus labios chocaron contra los míos en un apasionado beso, pero se notaba que era falto de cariño, demasiado bruto. Yo llevaba vestido, y sus manos recorrían mis piernas por debajo de los volantes; hasta llegar a mi ropa interior, la cual bajó y, después de eso, comenzó a acariciarme con fuerza. No pude reprimir algún leve gemido, con mi boca aún contactando con la suya, lo cual le hizo sonreír. Mis manos se metieron dentro de sus pantalones, haciendo que estos fueran bajando poco a poco. Lo mismo hice con sus boxers, y, en ese momento, esa perfecta parte de su cuerpo entró dentro de mi rápido y fuerte como un huracán. Se movía arriba y abajo, y sentaba estupendamente. Era como... estar en el paraíso. Sus dorados cabellos apenas se apreciaban en la oscuridad del cuarto, pero los pequeños rayos de luz de luna que entraban por la ventana de la parte superior de la pared le daban al ambiente un toque íntimo y dejaban ver algunos reflejos de su pelo. Aquella era la mejor sensación que había experimentado en toda mi vida. Pena que no me fuera a acordar demasiado de ello. Nuestras lenguas seguían chocando y él mordía mis labios de vez en cuando. Todo era tan genial... Pero no podía olvidarme de que lo hacía por venganza hacia la amiga que me había traicionado.
Después de unos minutos, me sentía bastante cansada, por lo que le pedí parar.
- Niall, creo que sería mejor ir con ellos... - dije entrecortadamente.
- No no, aún no - seguía rozando sus partes íntimas contra las mías, lo que me hacía estar algo incómoda mientras hablaba.
- Sí, por favor, estoy cansada...
- Bueno, está bien... - subió mi ropa interior mientras me daba un último beso y él también se vistió.
Primero salí yo, con cuidado de que no me viera nadie. Pero en el pasillo me encontré con Cathy.
- Oh, Audrey... ¿dónde estabas?
- P-Pues... en el baño.
- ¿Tanto tiempo? No sé si creerte...
- ¡T-Te lo juro! - se notaba que no estaba segura.
- Bueno... pues vale.
No sé para qué, pero se dirigía hacia el trastero.
- ¡Eh! ¿Para qué vas ahí? - le pregunté, haciendo que se diera la vuelta. ¡Y menos mal! Porque en ese preciso instante, Niall salió por la puerta. Al ver a Cathy, se volvió a meter dentro, pero sin cerrar la puerta.
- ¿Te importa? No es nada interesante, quiero mirar a ver si hay una cosa que me pidió Louis.
- Pero si quieres ya voy yo, mujer - sonreí falsamente y me adelanté para pararle.
- ¡Que no! Oye... si has escondido algo o ALGUIEN--
- ¡NO! ... A ver, ¿cómo iba a esconder yo ahí algo, y menos a alguien? No no no, por dios. Es que... quiero compensarte el haberme puesto así contigo...
- En todo caso tendría que compensarte yo por lo que he hecho, ¿no te parece?
Sé que os extrañará que yo no quisiera que viera a Niall. ¿No era una venganza? Sí, lo era. Pero, como bien dicen, la venganza se sirve en plato frío. Quería ser dura con ella, por eso quería esperar, que viera lo excesivamente bien que nos llevábamos Niall y yo y que sacara conclusiones que yo después podría confirmar.
- Pero que no importa, en serio, ¡yo voy a por esa... ¿qué era lo que ibas a buscar?
- Un embudo.
- ¿Un embudo? - en ese momento me extrañé bastante - ¿Un embudo para qué?
- ¿No ibas a ir tú? ¡Tú sólo búscalo y tráenoslo! - ya se iba a ir cuando, de repente, se giró de nuevo - Oye, ¿has visto a Niall?
- P-P-Pues no... ¿por qué?
- Si lo ves dile que quiero hablar con él.
- Vale... s-sin problemas - asentí y me dirigí de nuevo hacia el trastero.
Cuando entré, Niall se asustó.
- ¡No estaba haciendo nad-- Oh. Eres tú. Ah, ya sé, ya no estás cansada - sonrió y se iba a acercar a mi, pero lo aparté con brusquedad.
- ¡Ay, que no! Sólo vengo a por una cosa. Da gracias a que conseguí que no viniera Cathy.
- Qué susto me llevé cuando la vi, ¡pensé que nos iba a pillar!
- Peor lo pasé yo...
Me puse a revolver en medio de todos los trastos que había allí, buscando el dichoso embudo.
- ¿Qué buscas, por cierto?
- Un embudo.
- ¿Un embudo? - se rió por lo bajo, conteniéndose - ¿Para qué quieres tú un embudo?
- Pregúntales a ellos.
Después de diez minutos, aproximadamente, lo encontré y, antes de salir por la puerta, le dije a Niall que Cathy quería hablar con él.
- Creo que es por lo de... bah, ya hablarás con ella.
- Vale, voy ahora entonces.
Se notaba que estaba borracho. El pobre ya ni pensaba con claridad.
- ¡No! Ve un poco después de mi, si no sería un poco raro.
- Uy, es cierto. Bueno, esperaré unos minutos más aquí, entonces.
Salí y les llevé el embudo.
- ¿Ahora puedo saber para qué es? - dije, sin dirigirme a nadie en particular.
- Es para retar a Zayn - respondió Liam.
- ¿Retar?
- Sí. Le colocamos el embudo y echamos una botella entera de vodka. A ver cómo queda después - Louis y Harry soltaron una gran carcajada y comenzó la "fiesta".
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Aún quedaba mucha noche por delante, y no la iba a malgastar durmiendo. La usaría para vengarme de lo que Cathy me había hecho. No controlaba mis actos, no sentía culpabilidad por nada, y eso me daba ventaja.
Cuando volví al salón, me senté cerca de Niall y comencé a charlar con él. La verdad, no estaba nada mal es chico. Era guapo de cara, con buen cuerpo y, ¿por qué no decirlo? , muy sexy. No me costaría nada hacer de las mías, no sería ningún sacrificio. Comenzamos a acercarnos más el uno al otro, él también se había emborrachado. Comenzaron los roces y las risillas, yo cada vez tenía más ganas de llevar a cabo mi venganza. Cathy y Zayn ya habían vuelto y se sentaron separados. Ya no lo podrían arreglar. Se les veía incómodos, no solo en un sentido psicológico, si no también físico. Zayn tenía los ojos mirando a ninguna parte, y Cathy estaba pálida, parecía que fuera a vomitar. Se levantó de su asiento y fue corriendo camino al baño. Ese era mi momento.
- Oye, Niall... - comencé.
- Dime, Aud - me dijo, colocando una mano sobre mi rodilla.
- ¿Me acompañas?
- ¿Adónde?
- A un sitio... - le miré y me mordí el labio, sonriendo.
- Oh... entiendo. ¡Claro que te acompaño! Vamos - se levantó y me cogió de la mano para llevarme con él.
Me adelanté y corrí hasta el trastero, un poco pequeño, pero valdría. Por suerte, Cathy no nos había visto. Ya tendría tiempo de enterarse después.
- Así que aquí me querías traer... - ni siquiera me dejó responder.
Sus labios chocaron contra los míos en un apasionado beso, pero se notaba que era falto de cariño, demasiado bruto. Yo llevaba vestido, y sus manos recorrían mis piernas por debajo de los volantes; hasta llegar a mi ropa interior, la cual bajó y, después de eso, comenzó a acariciarme con fuerza. No pude reprimir algún leve gemido, con mi boca aún contactando con la suya, lo cual le hizo sonreír. Mis manos se metieron dentro de sus pantalones, haciendo que estos fueran bajando poco a poco. Lo mismo hice con sus boxers, y, en ese momento, esa perfecta parte de su cuerpo entró dentro de mi rápido y fuerte como un huracán. Se movía arriba y abajo, y sentaba estupendamente. Era como... estar en el paraíso. Sus dorados cabellos apenas se apreciaban en la oscuridad del cuarto, pero los pequeños rayos de luz de luna que entraban por la ventana de la parte superior de la pared le daban al ambiente un toque íntimo y dejaban ver algunos reflejos de su pelo. Aquella era la mejor sensación que había experimentado en toda mi vida. Pena que no me fuera a acordar demasiado de ello. Nuestras lenguas seguían chocando y él mordía mis labios de vez en cuando. Todo era tan genial... Pero no podía olvidarme de que lo hacía por venganza hacia la amiga que me había traicionado.
Después de unos minutos, me sentía bastante cansada, por lo que le pedí parar.
- Niall, creo que sería mejor ir con ellos... - dije entrecortadamente.
- No no, aún no - seguía rozando sus partes íntimas contra las mías, lo que me hacía estar algo incómoda mientras hablaba.
- Sí, por favor, estoy cansada...
- Bueno, está bien... - subió mi ropa interior mientras me daba un último beso y él también se vistió.
Primero salí yo, con cuidado de que no me viera nadie. Pero en el pasillo me encontré con Cathy.
- Oh, Audrey... ¿dónde estabas?
- P-Pues... en el baño.
- ¿Tanto tiempo? No sé si creerte...
- ¡T-Te lo juro! - se notaba que no estaba segura.
- Bueno... pues vale.
No sé para qué, pero se dirigía hacia el trastero.
- ¡Eh! ¿Para qué vas ahí? - le pregunté, haciendo que se diera la vuelta. ¡Y menos mal! Porque en ese preciso instante, Niall salió por la puerta. Al ver a Cathy, se volvió a meter dentro, pero sin cerrar la puerta.
- ¿Te importa? No es nada interesante, quiero mirar a ver si hay una cosa que me pidió Louis.
- Pero si quieres ya voy yo, mujer - sonreí falsamente y me adelanté para pararle.
- ¡Que no! Oye... si has escondido algo o ALGUIEN--
- ¡NO! ... A ver, ¿cómo iba a esconder yo ahí algo, y menos a alguien? No no no, por dios. Es que... quiero compensarte el haberme puesto así contigo...
- En todo caso tendría que compensarte yo por lo que he hecho, ¿no te parece?
Sé que os extrañará que yo no quisiera que viera a Niall. ¿No era una venganza? Sí, lo era. Pero, como bien dicen, la venganza se sirve en plato frío. Quería ser dura con ella, por eso quería esperar, que viera lo excesivamente bien que nos llevábamos Niall y yo y que sacara conclusiones que yo después podría confirmar.
- Pero que no importa, en serio, ¡yo voy a por esa... ¿qué era lo que ibas a buscar?
- Un embudo.
- ¿Un embudo? - en ese momento me extrañé bastante - ¿Un embudo para qué?
- ¿No ibas a ir tú? ¡Tú sólo búscalo y tráenoslo! - ya se iba a ir cuando, de repente, se giró de nuevo - Oye, ¿has visto a Niall?
- P-P-Pues no... ¿por qué?
- Si lo ves dile que quiero hablar con él.
- Vale... s-sin problemas - asentí y me dirigí de nuevo hacia el trastero.
Cuando entré, Niall se asustó.
- ¡No estaba haciendo nad-- Oh. Eres tú. Ah, ya sé, ya no estás cansada - sonrió y se iba a acercar a mi, pero lo aparté con brusquedad.
- ¡Ay, que no! Sólo vengo a por una cosa. Da gracias a que conseguí que no viniera Cathy.
- Qué susto me llevé cuando la vi, ¡pensé que nos iba a pillar!
- Peor lo pasé yo...
Me puse a revolver en medio de todos los trastos que había allí, buscando el dichoso embudo.
- ¿Qué buscas, por cierto?
- Un embudo.
- ¿Un embudo? - se rió por lo bajo, conteniéndose - ¿Para qué quieres tú un embudo?
- Pregúntales a ellos.
Después de diez minutos, aproximadamente, lo encontré y, antes de salir por la puerta, le dije a Niall que Cathy quería hablar con él.
- Creo que es por lo de... bah, ya hablarás con ella.
- Vale, voy ahora entonces.
Se notaba que estaba borracho. El pobre ya ni pensaba con claridad.
- ¡No! Ve un poco después de mi, si no sería un poco raro.
- Uy, es cierto. Bueno, esperaré unos minutos más aquí, entonces.
Salí y les llevé el embudo.
- ¿Ahora puedo saber para qué es? - dije, sin dirigirme a nadie en particular.
- Es para retar a Zayn - respondió Liam.
- ¿Retar?
- Sí. Le colocamos el embudo y echamos una botella entera de vodka. A ver cómo queda después - Louis y Harry soltaron una gran carcajada y comenzó la "fiesta".
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