~~Narrador: Cathy~~
Fui pronto a desayunar, debían de ser más o menos las ocho y media de la mañana. Las chicas seguían dormidas, y al menos acostadas y tranquilas, cuando yo bajé. Esperé no encontrarme con Niall, no quería malas miradas ni nada por el estilo. Pedí un cacao y unas tostadas con nocilla. Yo siempre tan sana. Había aprendido del mejor... ¡no, Cathy, no! ¡Quítatelo de la cabeza! No podía seguir pensando en Niall. Tendría que despejarme... Así que decidí salir a dar una larga vuelta por la ciudad. Quizás estaría bien subir al London Eye. Era un sitio donde pensar en solitario, siempre y cuando no hubiera mucha gente en tu misma cabina, claro.
Después de aproximadamente media hora andando, cuando ya veía el London Eye a lo lejos, me llegaron dos mensajes. Uno era de Audrey: "Tía, ¿dónde te has metido? ¡Estamos preocupadísimas! Da señales de vida ya. xx" Decidí responder cuanto antes: "He ido a dar una vuelta, tranquila. No sé si llegaré para comer, pero no os preocupéis por mí."
El otro mensaje era de Harry: "Cath, ¿dónde estás? Tampoco encontramos a Niall... ¿habéis estado hablando? Yo he discutido con él... si quieres llámame y te cuento. Te quiero, pequeña xx" Mi respuesta fue eso, una llamada. Esperé varios largos segundos hasta que me lo cogió.
- ¡Cathy! ¿Dónde estás? ¿Has recibido mi mensaje? ¿Estás sola?
- Eh, eh - reí - Quieto, fiera. He salido a dar una vuelta yo sola, y sí, he leído tu mensaje. Por eso te llamo.
- Ah, bien. ¿Y no has hablado con Niall?
- No. Tampoco quiero encontrármelo...
- Cath, por dios, no seas tonta...
- No soy tonta, Haz. Simplemente me resultaría muy difícil... además, necesito estar contigo primero y aclararme...
- Yo también quiero verte... ¿estás muy lejos?
- Estoy cerca del London Eye, pensaba montarme en él para pensar un poco.
- Oye, espérame ahí, cojo un taxi y en nada llego.
- Eres Harry Styles, ¿y necesitas un taxi? - se me escapó una pequeña carcajada, al igual que a él.
- ¿Quieres que vaya en la limusina del grupo y atraiga a un montón de fans que no me dejen pasar el tiempo contigo?
- ¡No! No no no. Vale, ven en taxi, pero date prisa. Por cierto, ¿por qué os peleasteis? ¿Qué ha pasado?
- Te lo cuento en cuanto llegue, ¿vale?
- Vale. Hasta ahora.
- Adiós.
Me había preocupado aquello de la pelea. ¿Había sido una discusión leve o habían llegado a las manos? La verdad, esperaba que hubiese sido solo la primera. Empecé a pensar que la razón podría haber sido yo... Me sentaría fatal, pero era un pálpito que tenía desde que lo leí en el mensaje.
Cuando llegué al lado del London Eye, solo tuve que esperar diez minutos hasta que vi un chico corriendo hacia mí. Sí, era él. Cuando me alcanzó, me alzó en el aire con un gran abrazo. No pude evitar sonreír. Me daba vueltas y vueltas.
- Harry... ¡Harry, déjame en el suelo! - reí.
Él hizo caso y me besó la frente.
- ¿Qué tal estás?
- Bien, bien. Pero tienes que contarme lo que ha pasado con Niall...
- Te lo cuento en la cabina. ¡Vamos!
Me cogió la mano y corrió hasta el London Eye. Casi no había gente, y menos adolescentes alocadas. Así que no había fans y pudimos montar solos en una cabina.
{Reproducir: Fix a heart - Demi Lovato}
- Venga, cuéntamelo - dije mientras miraba al exterior.
- Es que... se enteró de que nos estamos acercando tú y yo y...
- ¿Cómo se enteró? - le miré a los ojos, serena.
- No lo sé. Quizás vio lo que nos enviamos por twitter por la noche... El caso es que... me dijo que me alejara de ti, que él te quería... Pero al final acabó rindiéndose moralmente y me dijo que hiciera lo que quisiera.
- ¿En serio te dijo eso?
Me senté en el pequeño banco que había en el centro de la cabina y miré al suelo.
- Sí. Por eso yo quería que hablases con él, Cathy.
No podía más. Eso se estaba convirtiendo en una completa locura. Quizás me estaba enfadando por nada... Pero es que aquello me había dolido tanto... Necesitaba el apoyo de alguien, y ahora mismo el más indicado era Harry. Se sentó a mi lado y me abrazó cuando vio las lágrimas que comenzaban a brotar de mis ojos. Sonará raro, pero en ese momento ni siquiera él era capaz de consolarme. Yo simplemente miraba a la nada, recordando todos mis momentos con Niall. Tenía que hablar con él fuese como fuese. Yo aún le quería. Pero lo peor era que no sabía si iba a atreverme... Me arrepentía demasiado de haberle tratado así. Yo quería lo mejor para él, y quizás yo no lo era...
- Cathy, por favor, deja de llorar. - me decía Harry con la voz quebrada. Él también estaba sufriendo.
- No puedo. Lo echo de menos...
- ¡Pues vete a por él! - me agitó con sus manos en mis hombros, mirándome a los ojos, los cuales aparté en cuanto me di cuenta.- Por favor. Yo te quiero, pero sé que tú amas a Niall, de verdad. Corre, Cathy. ¡Corre! En cuanto bajemos de aquí, quiero que vayas a buscarlo. Hazlo por mí.
- Sólo si tú me acompañas. Quiero que vosotros estéis bien también.
- Está bien. Iré yo contigo.
Sonreí ligeramente y besé su mejilla. Él me apretó contra su pecho y besó la parte alta de mi cabeza. Estuvimos así todo el tiempo, mirando allá afuera. Londres era realmente precioso. De vez en cuando yo volvía a notar las lágrimas por mis mejillas. No podía evitarlo, aquello estaba siendo demasiado duro.
{Parar reproducción}
~~Narrador: Niall~~
- ¡Taylor! - grité golpeando la puerta.
Había cogido un taxi hasta el hotel. Quería hablar con ella cuanto antes, era necesario. En pocos minutos alguien abrió la puerta, pero era Kelly.
- ¡Niall! ¿Qué haces aquí?
- ¿No está Taylor?
- Aún está durmiendo... ¿por qué?
- Oh... cuando se despierte dile que venga nuestra habitación, tengo que hablar con ella.
- Vale, sin problema.
- Gracias. Adiós, Kelly.
- Hasta luego.
Fui a nuestra habitación y me fijé en las camas. Liam estaba despierto con su móvil en la mano, y Zayn seguía durmiendo. Pero no había ni rastro de Harry.
- Eh, Liam, ¿y Harry dónde está?
- Se ha ido ya hace más de media hora.
- ¿Y a dónde? - me extrañaba bastante que Harry se fuera tan pronto.
- Creo que iba a ver a Cathy.
¿Qué? Perdón, creí haberle dicho que no se acercara más a ella. ¿De qué cojones iba? ¡No me lo podía creer! Me tiré en mi cama y cerré los ojos. Prefería esperar a que llegara, quizás estaría más tranquilo y podría hablar con él con tranquilidad. No iba a llorar. Niall, se fuerte, no llores, no lo hagas... Pero lo hice, aunque en silencio. La necesitaba a mi lado, ya no podía más, pero era ella la que estaba enfadada conmigo. Yo no podía hacer nada más...
Los sueños pueden llegar a hacerse realidad cuando menos te lo esperas. Y aunque puedas llegar a sufrir por conseguirlos, habrá valido la pena.
viernes, 24 de febrero de 2012
Aclaración. (Pequeño paréntesis)
A partir de ahora, en algunos sitios voy a poner nombres de canciones que encajen con la historia. Por ejemplo, si algún lugar de un capítulo pongo: {Reproducir: Moments} , pues es recomendable que para vivir la historia, por así decirlo, escuchéis Moments mientras la leeis.
¿Os parece una buena idea? Dejadme un comentario :3 ¡Os quiero!
¿Os parece una buena idea? Dejadme un comentario :3 ¡Os quiero!
miércoles, 22 de febrero de 2012
Capítulo 45.
~~Narrador: Niall~~
A la mañana siguiente me desperté muy, muy temprano. Eran alrededor de las siete de la mañana, y el resto seguían dormidos. Así que decidí coger la Blackberry y consultar el twitter. Como siempre, tenía miles de nuevos mensajes de las fans. Me sacaban una sonrisa todos los días. Decidí echarle un vistazo a la "time line" para mirar qué habían escrito mis amigos de Mullingar y demás. Y entonces, me encontré con algo que sería mejor no haber visto. Tiré el móvil encima de la cama y me senté con las piernas recogidas, mientras unas lágrimas resbalaban por mis mejillas. Ya sí que era imposible volver a conciliar el sueño. Un montón de recuerdos vinieron a mi cabeza. Cuando le dije que la quería, pero seguimos siendo amigos; cuando pelee con Harry por ella; la primera vez que la besé y sentí aquello tan especial; cuando les dijimos a los demás lo nuestro; su primer "te quiero", y el primero que le dije yo; aquella noche tan perfecta, que aunque nos hizo sufrir a los dos, terminó bien; y por último, la pasada tarde, esa tarde en la que quizás todo había terminado. Quizás había sido tan estúpido que no la supe apreciar. Y quizás aquel beso cuando la ayudé a levantarse había sido el último. Porque... ¿quién me dice que me perdonará? Quizás aún me faltaban muchas lágrima que derramar por ella. Quería despertar a Harry, quería gritarle y desahogarme con él. Debía hacerlo y terminar de una vez con aquello. Y así lo hice.
- ¡Harry! - grité.
Encendí la luz y me levanté de la cama, con lo que desperté a todos.
- ¿Eh? - Harry se frotó los ojos mientras se incorporaba en la cama.- ¿Qué pasa?
- Sabes perfectamente lo que pasa. ¡Baja aquí ahora mismo!
- Eh tío, tranquilito. No hay ninguna prisa, son... - miró su reloj - las siete de la mañana, joder.
- ¡De tranquilito nada! Baja aquí, coño.
Refunfuñó un par de veces y bajó sin darse mucha prisa, despacio por las escaleras de hierro de la litera.
- ¿Qué cojones te pasa? - dije sin pensarlo dos veces.- ¿Te crees que es divertido, no?
- ¿Divertido el qué? - parecía bastante confuso.
- Las chicas no son un puto premio, ¿vale?
- ¿A qué viene eso ahora?
- ¡A que dejes a Cathy en paz, joder!
- Eh eh... vale, ya sé de qué va todo esto. Pero no soy sólo yo, ¿sabes?
- Ah, que aún encima le vas a echar la culpa a ella... no te jode.
- Si ella no quisiera, yo no iba a forzarla, Niall. Sabes que respeto a las chicas.
- ¡JA, JA Y JA! No te lo crees ni tú... Las respetas cuando te da la gana. ¡Y te repito que te alejes de ella!
- Ella me quiere, Niall. Y yo la quiero a ella.
- ¡Cállate!
Sin querer, comencé a llorar de nuevo. A lo mejor de rabia, o a lo mejor de tristeza; no estaba muy seguro.
- Niall, yo no quiero que llores. No quiero que sufras, pero...
- ¡Eres un gilipollas! ¿Y sabes qué? Ya no importa, gánatela si quieres. Pero trátala bien.
Cogí algo de ropa para vestirme, mientras Harry me hablaba por detrás, pidiendo perdón y hablando de ella; a veces como si fuera un premio, lo que me molestaba bastante, pero no le hice caso y me metí en el baño para darme una ducha antes de salir.
Cuando terminé, sin haberme secado el pelo, salí y decidí ir a dar una vuelta por Londres. Era una ciudad realmente preciosa, pero echaba mucho de menos Mullingar. Nos quedaríamos en Londres aproximadamente una semana más, y luego iríamos a Manchester y Liverpool. Manchester... genial, otro motivo para pensar en ella.
Después de aproximadamente una hora caminando, llegué a un Starbucks sin mucha gente y decidí entrar a pedir un chocolate caliente y un muffin con chocolate. Y ya de paso, una galleta. Por qué no. Era el desayuno. Lo comí en la terraza, a la luz del sol del amanecer. Era el único Starbucks con terraza de Londres, y me alegré de haber llegado hasta él. Mi pelo aún estaba húmedo, así que cuando venía algo de brisa, me hacía estremecer un poco del ligero frío que sentía en la nuca. Sin darme cuenta, pasó una hora volando. Claro, con todo lo que tenía en la cabeza, ya perdía hasta la noción del tiempo. Revolví mi pelo y me puse de nuevo en camino. Decidí que sería mejor dar la vuelta, aunque no tenía muchas ganas de encontrarme con Harry otra vez, o con Cathy... Qué demonios. Seguí por el lado contrario para alejarme aún más del problema. Conocía Londres de sobra, sabría volver sin problema. Quizás aquella noche volvería, o quizás más pronto... De momento, sólo quería olvidar todo.
Después de un rato, dos chicas se me acercaron tímidas.
- ¿Niall?
- Sí, soy yo - dije sonriendo sin muchas ganas.
- ¿Nos puedes firmar las camisetas? - preguntó una de ellas con las manos en las mejillas. Estaba algo colorada.
- ¡Por supuesto!
Me ofrecieron un rotulador y se dieron la vuelta. Les firmé en grande, intentando ocupar el mayor espacio posible con mi nombre, y les devolví el rotulador.
- ¡Muchas gracias, Niall!
- No hay de qué. ¿Un abrazo?
Necesita un poco de cariño de alguna fan, así que cogí a cada una con un brazo y les abracé con fuerza.
- Hasta otra, chicas.
- ¡Adiós! - dijeron a la vez.
Cuando me alejé, las escuché reír emocionadas. Eso me hizo sonreír. Me encantaba ver a nuestras fans contentas.
Comenzaba a sentirme algo cansado de tanto andar, pero no quería parar. Andar me ayudaba a pensar, a reflexionar. Debía recuperar a Cathy de alguna manera, ¿pero cómo? Pensé durante varios minutos, intentando obtener una respuesta, hasta que la encontré. ¡Taylor! Ella me ayudaría. Era perfecto.
A la mañana siguiente me desperté muy, muy temprano. Eran alrededor de las siete de la mañana, y el resto seguían dormidos. Así que decidí coger la Blackberry y consultar el twitter. Como siempre, tenía miles de nuevos mensajes de las fans. Me sacaban una sonrisa todos los días. Decidí echarle un vistazo a la "time line" para mirar qué habían escrito mis amigos de Mullingar y demás. Y entonces, me encontré con algo que sería mejor no haber visto. Tiré el móvil encima de la cama y me senté con las piernas recogidas, mientras unas lágrimas resbalaban por mis mejillas. Ya sí que era imposible volver a conciliar el sueño. Un montón de recuerdos vinieron a mi cabeza. Cuando le dije que la quería, pero seguimos siendo amigos; cuando pelee con Harry por ella; la primera vez que la besé y sentí aquello tan especial; cuando les dijimos a los demás lo nuestro; su primer "te quiero", y el primero que le dije yo; aquella noche tan perfecta, que aunque nos hizo sufrir a los dos, terminó bien; y por último, la pasada tarde, esa tarde en la que quizás todo había terminado. Quizás había sido tan estúpido que no la supe apreciar. Y quizás aquel beso cuando la ayudé a levantarse había sido el último. Porque... ¿quién me dice que me perdonará? Quizás aún me faltaban muchas lágrima que derramar por ella. Quería despertar a Harry, quería gritarle y desahogarme con él. Debía hacerlo y terminar de una vez con aquello. Y así lo hice.
- ¡Harry! - grité.
Encendí la luz y me levanté de la cama, con lo que desperté a todos.
- ¿Eh? - Harry se frotó los ojos mientras se incorporaba en la cama.- ¿Qué pasa?
- Sabes perfectamente lo que pasa. ¡Baja aquí ahora mismo!
- Eh tío, tranquilito. No hay ninguna prisa, son... - miró su reloj - las siete de la mañana, joder.
- ¡De tranquilito nada! Baja aquí, coño.
Refunfuñó un par de veces y bajó sin darse mucha prisa, despacio por las escaleras de hierro de la litera.
- ¿Qué cojones te pasa? - dije sin pensarlo dos veces.- ¿Te crees que es divertido, no?
- ¿Divertido el qué? - parecía bastante confuso.
- Las chicas no son un puto premio, ¿vale?
- ¿A qué viene eso ahora?
- ¡A que dejes a Cathy en paz, joder!
- Eh eh... vale, ya sé de qué va todo esto. Pero no soy sólo yo, ¿sabes?
- Ah, que aún encima le vas a echar la culpa a ella... no te jode.
- Si ella no quisiera, yo no iba a forzarla, Niall. Sabes que respeto a las chicas.
- ¡JA, JA Y JA! No te lo crees ni tú... Las respetas cuando te da la gana. ¡Y te repito que te alejes de ella!
- Ella me quiere, Niall. Y yo la quiero a ella.
- ¡Cállate!
Sin querer, comencé a llorar de nuevo. A lo mejor de rabia, o a lo mejor de tristeza; no estaba muy seguro.
- Niall, yo no quiero que llores. No quiero que sufras, pero...
- ¡Eres un gilipollas! ¿Y sabes qué? Ya no importa, gánatela si quieres. Pero trátala bien.
Cogí algo de ropa para vestirme, mientras Harry me hablaba por detrás, pidiendo perdón y hablando de ella; a veces como si fuera un premio, lo que me molestaba bastante, pero no le hice caso y me metí en el baño para darme una ducha antes de salir.
Cuando terminé, sin haberme secado el pelo, salí y decidí ir a dar una vuelta por Londres. Era una ciudad realmente preciosa, pero echaba mucho de menos Mullingar. Nos quedaríamos en Londres aproximadamente una semana más, y luego iríamos a Manchester y Liverpool. Manchester... genial, otro motivo para pensar en ella.
Después de aproximadamente una hora caminando, llegué a un Starbucks sin mucha gente y decidí entrar a pedir un chocolate caliente y un muffin con chocolate. Y ya de paso, una galleta. Por qué no. Era el desayuno. Lo comí en la terraza, a la luz del sol del amanecer. Era el único Starbucks con terraza de Londres, y me alegré de haber llegado hasta él. Mi pelo aún estaba húmedo, así que cuando venía algo de brisa, me hacía estremecer un poco del ligero frío que sentía en la nuca. Sin darme cuenta, pasó una hora volando. Claro, con todo lo que tenía en la cabeza, ya perdía hasta la noción del tiempo. Revolví mi pelo y me puse de nuevo en camino. Decidí que sería mejor dar la vuelta, aunque no tenía muchas ganas de encontrarme con Harry otra vez, o con Cathy... Qué demonios. Seguí por el lado contrario para alejarme aún más del problema. Conocía Londres de sobra, sabría volver sin problema. Quizás aquella noche volvería, o quizás más pronto... De momento, sólo quería olvidar todo.
Después de un rato, dos chicas se me acercaron tímidas.
- ¿Niall?
- Sí, soy yo - dije sonriendo sin muchas ganas.
- ¿Nos puedes firmar las camisetas? - preguntó una de ellas con las manos en las mejillas. Estaba algo colorada.
- ¡Por supuesto!
Me ofrecieron un rotulador y se dieron la vuelta. Les firmé en grande, intentando ocupar el mayor espacio posible con mi nombre, y les devolví el rotulador.
- ¡Muchas gracias, Niall!
- No hay de qué. ¿Un abrazo?
Necesita un poco de cariño de alguna fan, así que cogí a cada una con un brazo y les abracé con fuerza.
- Hasta otra, chicas.
- ¡Adiós! - dijeron a la vez.
Cuando me alejé, las escuché reír emocionadas. Eso me hizo sonreír. Me encantaba ver a nuestras fans contentas.
Comenzaba a sentirme algo cansado de tanto andar, pero no quería parar. Andar me ayudaba a pensar, a reflexionar. Debía recuperar a Cathy de alguna manera, ¿pero cómo? Pensé durante varios minutos, intentando obtener una respuesta, hasta que la encontré. ¡Taylor! Ella me ayudaría. Era perfecto.
Capítulo 44.
Me acerqué aún más a ella. Noté cómo se le borraba aquella estupenda sonrisa de la cara, pero por estar triste o enfadada, no. No era eso. Ya sólo nos separaban milímetros. "¡Hazlo, Harry, hazlo!" decía una parte de mí. "¡No, no lo hagas!" decía otra. No sabía qué hacer, pero finalmente me ganó la primera de ellas. Y cuando ya notaba un pequeño roce entre nuestros labios, sonaron unas llaves en la puerta.
No me lo podía creer. No sabía quién era, pero deseaba que se fuera en ese mismísimo instante. ¡Joder! Qué oportuno. Y cómo no, oí la voz de Zayn.
- Eh... ¿interrumpo algo?
- Pues la verdad es que sí - dije poniendo mi espalda recta.
- Lo siento. - dijo acercándose hacia nosotros.- Veo que has arreglado las cosas con... ¡¿Cathy?!
Oh, entiendo. Pensaba que estaba con Taylor. Pues no, amigo mío, no lo estaba.
Cathy se levantó, dejándome caer sobre el sofá.
- Ho...hola Zayn. No es lo que parece, te lo aseguro...
- Ya... claro. Pensé que serías Taylor porque ella ha subido también hace un momento... Supongo que estará en vuestra habitación.
- Bueno, Zayn, ¿qué quieres? - dije poniéndome yo también de pie.
- Pues tenía pensado acostarme ya. Estoy cansadísimo. Los chicos vienen también ahí. Ah, y Cathy... tienes suerte de que haya llegado yo antes y no Niall.
~~Narrador: Cathy~~
- ¿Suerte? Hm, tampoco sería para tanto.
- ¿Que no?
- No. - me callé durante unos escasos segundos, y al final decidí decirlo - Ya no me importa. Que piense lo que quiera.
- Pero... - comenzó Zayn.
- Pero nada. Por cierto, ¿sabes si Niall tiene pensado devolverme mis llaves?
- ¿Tus llaves?
- Sí, se las di antes de que saliéramos de aquí, porque yo no tenía dónde guardarlas.
- Pues no ha dicho nada...
- Da igual. Ya se lo pregunto yo. Adiós, Harry.
- Hasta mañana.
Se me escapó una pequeña sonrisa, sin dejar que nadie me la viera, y salí de allí rápidamente. Esperé en el pasillo a que llegaran todos hasta que los vi llegando por las escaleras. Niall iba sonriendo hablando con Louis. Les oí decir algo:
- Gracias por decírmelo, no te sientas culpable por nada - le decía Louis.
- Es que necesitaba saberlo... Pero ahora me siento un poco mal...
En cuanto me vio se calló y comenzó a cruzar el pasillo. Cuando iba a abrir la puerta, le paré.
- Niall, ¿vas a devolverme mis llaves?
Se quedó callado un buen rato, mirándome casi hipnotizado. Pero yo no me sentía ya mal para nada. Harry me había reconfortado mucho... Quizás empezaba a sentir algo más que amistad por él.
- Ah, sí. Se me olvidaba. - metió su mano en el bolsillo trasero y las dejó caer sobra mi mano.- Ahí tienes.
- Gracias - dije secamente.
Las chicas ya habían entrado en la habitación, y cuando me vieron aparecer me empezaron a acribillar a preguntas.
- ¿Qué estabas hablando con Niall? - preguntó Audrey.
- ¿Lo vais a arreglar? - dijo Kelly.
- No. Sólo le dije que me devolviera las llaves que me había guardado.
- Oh... - suspiró Audrey - Pues qué pena... ¿No piensas hablar con él para solucionarlo?
- De momento no. Estoy bien así.
Taylor no había dicho una sola palabra. Seguía muy enfadada conmigo, y no la culpo, la verdad... Pero Harry había confiado en ella totalmente, y mirad... Yo ya no sabía de qué parte estar. Simplemente me daban ganas de desaparecer. De que la quiera me tragase hasta que todo se solucionara. O volver atrás en el tiempo y saber callarme la boca; sí, esa también sería una buenísima solución. Pero no era posible. Tendría que apechugar con lo que había hecho.
Después de cambiarnos todas, nos metimos en cama e intentamos dormir. Digo intentamos porque yo lo único que hice fue dar vueltas. Entre el calor y las cosas en las que tenía que pensar, parecía ir a ser una noche horrible. Sin despertar a las demás, que sí podían dormir, cogí mi móvil y me conecté a twitter. Desde que se habían enterado de que estaba con Niall tenía muchos más seguidores, y muchas chicas, por supuesto todas directioners, me preguntaban por ellos, o incluso por mí misma. Las había que me querían, otras me odiaban... Incluso recibía algún que otro insulto o amenaza. Me hacían sentir bastante mal. Decidí escribir algo: "No puedo dormir... ¿alguna idea para ayudarme?" A los pocos segundos, ya había gente contestándome. La mayoría de las respuestas me hacían sonreír, e incluso di retweet a un par de ellas. Pero hubo una que me importó mucho más que las demás. "¿Tú tampoco puedes? Pues ya somos dos, pequeña.". Era de Harry. Estuvimos hablando por twitter durante un buen rato.
"Estoy nerviosa... No sé por qué..."
"Yo estoy igual. Lo de hoy... me ha hecho pensar."
"A mí también... La verdad, no sé si quiero perdonar a Niall..."
"No digas eso. Ahora me siento un mal amigo."
"No lo eres, simplemente te has dejado llevar. Eso no es malo."
"Cuando te dejas llevar con la novia de tu amigo, sí lo es."
"Yo creo que ya no soy ni su novia..."
"Aún no habéis cortado, Cath."
"Ya... pero estamos a punto. Creo que mañana lo haré..."
"¡Eh, eh! No, no lo harás, ¿recuerdas lo que me prometiste? Como lo hagas te ganas las cosquillas."
"Hahaha... idiota."
"Como tú, linda. xx"
"Sí, intenta arreglarlo con un piropo... ¡ANDA! Hahaha."
"Haha el piropo iba en serio."
"No te lo crees ni tú."
"Yo sí me lo creo. Eres tú la cabezota."
"Bueno, me está empezando a entrar el sueño... Me voy a dormir ya."
"Sueña con los angelitos, preciosa."
Se me ocurrió responderle algo que me pareció un poco inoportuno, pero al final, me decidí.
"Entonces soñaré contigo. Te quiero. xx"
Apagué el móvil y lo metí de nuevo en el bolso. Me acosté con una sonrisa en la cara, pensando en lo que acababa de pasar. Era un chico tan encantador... Miré a Taylor dormir. Parecía tener una pesadilla por la mala expresión en la cara. Me sentía mal por una parte, porque sabía el fuerte sentimiento que tenía por Harry, pero ahora él estaba siendo mi mayor apoyo y necesitaba tenerlo a mi lado. Y al parecer, a mi corazón no le bastaba con tenerlo como amigo, sino que quería algo más...
Me acordé de aquel problema en el restaurante en el que Niall durmió en nuestro cuarto con un buen moratón en el ojo. Lo que había hecho por mí nunca lo iba a olvidar, pero... Harry... era Harry. ¡Era Harry Styles! ¡Pero también era Niall Horan! Por el amor de dios, ¿qué me estaba pasando?
No me lo podía creer. No sabía quién era, pero deseaba que se fuera en ese mismísimo instante. ¡Joder! Qué oportuno. Y cómo no, oí la voz de Zayn.
- Eh... ¿interrumpo algo?
- Pues la verdad es que sí - dije poniendo mi espalda recta.
- Lo siento. - dijo acercándose hacia nosotros.- Veo que has arreglado las cosas con... ¡¿Cathy?!
Oh, entiendo. Pensaba que estaba con Taylor. Pues no, amigo mío, no lo estaba.
Cathy se levantó, dejándome caer sobre el sofá.
- Ho...hola Zayn. No es lo que parece, te lo aseguro...
- Ya... claro. Pensé que serías Taylor porque ella ha subido también hace un momento... Supongo que estará en vuestra habitación.
- Bueno, Zayn, ¿qué quieres? - dije poniéndome yo también de pie.
- Pues tenía pensado acostarme ya. Estoy cansadísimo. Los chicos vienen también ahí. Ah, y Cathy... tienes suerte de que haya llegado yo antes y no Niall.
~~Narrador: Cathy~~
- ¿Suerte? Hm, tampoco sería para tanto.
- ¿Que no?
- No. - me callé durante unos escasos segundos, y al final decidí decirlo - Ya no me importa. Que piense lo que quiera.
- Pero... - comenzó Zayn.
- Pero nada. Por cierto, ¿sabes si Niall tiene pensado devolverme mis llaves?
- ¿Tus llaves?
- Sí, se las di antes de que saliéramos de aquí, porque yo no tenía dónde guardarlas.
- Pues no ha dicho nada...
- Da igual. Ya se lo pregunto yo. Adiós, Harry.
- Hasta mañana.
Se me escapó una pequeña sonrisa, sin dejar que nadie me la viera, y salí de allí rápidamente. Esperé en el pasillo a que llegaran todos hasta que los vi llegando por las escaleras. Niall iba sonriendo hablando con Louis. Les oí decir algo:
- Gracias por decírmelo, no te sientas culpable por nada - le decía Louis.
- Es que necesitaba saberlo... Pero ahora me siento un poco mal...
En cuanto me vio se calló y comenzó a cruzar el pasillo. Cuando iba a abrir la puerta, le paré.
- Niall, ¿vas a devolverme mis llaves?
Se quedó callado un buen rato, mirándome casi hipnotizado. Pero yo no me sentía ya mal para nada. Harry me había reconfortado mucho... Quizás empezaba a sentir algo más que amistad por él.
- Ah, sí. Se me olvidaba. - metió su mano en el bolsillo trasero y las dejó caer sobra mi mano.- Ahí tienes.
- Gracias - dije secamente.
Las chicas ya habían entrado en la habitación, y cuando me vieron aparecer me empezaron a acribillar a preguntas.
- ¿Qué estabas hablando con Niall? - preguntó Audrey.
- ¿Lo vais a arreglar? - dijo Kelly.
- No. Sólo le dije que me devolviera las llaves que me había guardado.
- Oh... - suspiró Audrey - Pues qué pena... ¿No piensas hablar con él para solucionarlo?
- De momento no. Estoy bien así.
Taylor no había dicho una sola palabra. Seguía muy enfadada conmigo, y no la culpo, la verdad... Pero Harry había confiado en ella totalmente, y mirad... Yo ya no sabía de qué parte estar. Simplemente me daban ganas de desaparecer. De que la quiera me tragase hasta que todo se solucionara. O volver atrás en el tiempo y saber callarme la boca; sí, esa también sería una buenísima solución. Pero no era posible. Tendría que apechugar con lo que había hecho.
Después de cambiarnos todas, nos metimos en cama e intentamos dormir. Digo intentamos porque yo lo único que hice fue dar vueltas. Entre el calor y las cosas en las que tenía que pensar, parecía ir a ser una noche horrible. Sin despertar a las demás, que sí podían dormir, cogí mi móvil y me conecté a twitter. Desde que se habían enterado de que estaba con Niall tenía muchos más seguidores, y muchas chicas, por supuesto todas directioners, me preguntaban por ellos, o incluso por mí misma. Las había que me querían, otras me odiaban... Incluso recibía algún que otro insulto o amenaza. Me hacían sentir bastante mal. Decidí escribir algo: "No puedo dormir... ¿alguna idea para ayudarme?" A los pocos segundos, ya había gente contestándome. La mayoría de las respuestas me hacían sonreír, e incluso di retweet a un par de ellas. Pero hubo una que me importó mucho más que las demás. "¿Tú tampoco puedes? Pues ya somos dos, pequeña.". Era de Harry. Estuvimos hablando por twitter durante un buen rato.
"Estoy nerviosa... No sé por qué..."
"Yo estoy igual. Lo de hoy... me ha hecho pensar."
"A mí también... La verdad, no sé si quiero perdonar a Niall..."
"No digas eso. Ahora me siento un mal amigo."
"No lo eres, simplemente te has dejado llevar. Eso no es malo."
"Cuando te dejas llevar con la novia de tu amigo, sí lo es."
"Yo creo que ya no soy ni su novia..."
"Aún no habéis cortado, Cath."
"Ya... pero estamos a punto. Creo que mañana lo haré..."
"¡Eh, eh! No, no lo harás, ¿recuerdas lo que me prometiste? Como lo hagas te ganas las cosquillas."
"Hahaha... idiota."
"Como tú, linda. xx"
"Sí, intenta arreglarlo con un piropo... ¡ANDA! Hahaha."
"Haha el piropo iba en serio."
"No te lo crees ni tú."
"Yo sí me lo creo. Eres tú la cabezota."
"Bueno, me está empezando a entrar el sueño... Me voy a dormir ya."
"Sueña con los angelitos, preciosa."
Se me ocurrió responderle algo que me pareció un poco inoportuno, pero al final, me decidí.
"Entonces soñaré contigo. Te quiero. xx"
Apagué el móvil y lo metí de nuevo en el bolso. Me acosté con una sonrisa en la cara, pensando en lo que acababa de pasar. Era un chico tan encantador... Miré a Taylor dormir. Parecía tener una pesadilla por la mala expresión en la cara. Me sentía mal por una parte, porque sabía el fuerte sentimiento que tenía por Harry, pero ahora él estaba siendo mi mayor apoyo y necesitaba tenerlo a mi lado. Y al parecer, a mi corazón no le bastaba con tenerlo como amigo, sino que quería algo más...
Me acordé de aquel problema en el restaurante en el que Niall durmió en nuestro cuarto con un buen moratón en el ojo. Lo que había hecho por mí nunca lo iba a olvidar, pero... Harry... era Harry. ¡Era Harry Styles! ¡Pero también era Niall Horan! Por el amor de dios, ¿qué me estaba pasando?
lunes, 20 de febrero de 2012
Capítulo 43.
~~Narrador: Harry~~
- ¡No voy a...!
Antes de poder terminar, noté una mano sobre mi hombro. Dejé de gritar y me giré. Era Cathy. Menos mal, ya pensé que iba a tener que echar a alguien a patadas de allí, pero a ella no le haría eso.
- Harry, tranquilízate, por favor.
- Cathy, ha hecho que mi mejor amigo me odie. No puedo tranquilizarme.
Ella miró a Taylor, o eso creo, durante unos segundos, y luego volvió a dirigir la vista hacia mí.
- Harry, te entiendo perfectamente, pero por favor no la trates así. Porque yo también me siento mal.
Suspiré y miré al suelo. La verdad, me sabía mal gritarle a Taylor, pero estaba enfadado, realmente enfadado, y no podía hacer nada.
- Anda, ven conmigo. - dijo Cathy cogiendo mi mano.
Me llevó escaleras arriba, y yo no protesté. Es más, me sentía relajado al irme de allí. No sabía por qué, pero con Cathy me sentí mucho mejor. Y el contacto de su mano me hizo tranquilizarme. Era una chica genial, realmente estupenda. Pero yo no sentía nada por ella... ¿verdad? No no no, de ninguna manera. Era ella como mi hermanita pequeña, no podía ser...
Llegamos al segundo piso y nos paramos en el pasillo.
- Harry, no aguanto más esta situación...
- No, si yo estoy igual... Odio estar enfadado con Taylor.
- Ahora más que nunca necesito tu apoyo, en serio.
Me abrazó con fuerza, y oí un pequeño sollozo.
- Eh, pequeña - dije acariciando su cabeza.- Pero no llores. ¿Quieres que hablemos en la habitación?
- Vale - asintió y se separó de mí. - Mierda, Niall tiene mis llaves...
- No pasa nada, ven a la nuestra.
Abrí con un poco dificultad la puerta, debido a que las manos me temblaban, y le dejé pasar a ella primero.
Una vez dentro, los dos nos sentamos en el sofá, muy juntos. No sabía lo que me estaba pasando. Quizás... no, no y no. Era mi amiga. Harry, joder, saca ese pensamiento de tu mente. Sequé las lágrimas que aún humedecían sus mejillas.
- Es que... no... no puedo. No puedo con todo esto. Es como si ya no pudiera confiar en él.
- Me pasa exactamente lo mismo con Taylor. ¡Louis me odia por su culpa! Y él es mi mejor amigo... no sé qué voy a hacer.
- Si quieres, puedo hablar con Louis...
- No, déjalo. Si todo esto ha sido por mi culpa, tú no tienes que hacer nada.
Ella asintió y miró al suelo. Coloqué mis dedos en su mentón para que nuestras miradas se encontraran.
- Oye, Cathy, anímate por favor. Odio verte así.
- Es que no puedo...
- Habla con Niall. Será lo mejor.
- No, todavía no...
- ¿Por qué no?
- Porque sigo enfadada, y sé que con cualquier argumento que intente defenderse yo ya no podré razonar y me pondré a gritar...
- Vale. Entonces... ¿mañana?
- Quizás. Pero si tú hablas con Taylor.
Resoplé. Eso era chantaje. Me reí por un momento, y ella me miró sonriendo de medio lado. ¡Al fin, le había sacado una sonrisa!
- ¿De qué te ríes?
- ¡De que eres una chantajista!
- ¡Mentira! - se le escapó una pequeña risa.
- ¡Verdad!
- Que no.
Me dio un pequeño golpe en el hombro y yo le agarré las muñecas, manteniéndolas sobre sus piernas con una sola mano, mientras con la otra le apuntaba.
- No me pegues o sufrirás las consecuencias.
Ella reía y se revolvía para deshacerse de mí, pero no lo conseguía. Acabé encima de ella, tumbados en el sofá y riendo fuerte. Aún no se había deshecho de mí. Pobre inocente.
- ¡Harry, suéltame!
- No, por pegarme. Ahora te aguantas.
Levantó su cabeza para acercarla a la mía.
- Cuando me levante de aquí ya verás tú...
No pude evitar soltar una sonora carcajada. ¿Qué me iba a hacer esa enana a mí? Pero hay que ver cómo la quería. Quizás demasiado.
Seguimos así un rato. En un momento en concreto, sin saber cómo, nuestras caras quedaron a escasos centímetros. Los dos sonriendo y respirando fuerte debido al esfuerzo de ambos.
- Eres un completo imbécil, Styles.
- Aprendí de la mejor - dije sacando la lengua.
- Serás tonto.
- ¿Yo? Quieres volver a sufrir mis cosquillas, ¿verdad?
- ¡No no no no no! ¡No lo hagas!
Seguía sonriendo, sin dejar de mirarle a los ojos y sin apartarme un sólo milímetro. Para qué mentir, estaba deseando hacerlo. Besarla. Con todas mis fuerzas. Pero no podía hacerle eso ni ella, ni a Niall... ni a Taylor.
- Voy a hacerlo como no te calles.
- ¡Vale, vale! ¡Ya me callo! Pero por favor, no me hagas cosquillas otra vez.
- Mira, no lo hago, por la carita que me estás poniendo tan mona, que sino... ibas a ver tú lo que eran cosquillas de verdad.
- Es que soy irresistible.
Reí por fuera, pero por dentro pensaba "y no sabes hasta qué punto". Ella rió conmigo, apartando su mirada de mí.
Cuando volvió a fijar sus ojos en los míos, un escalofrío me recorrió el cuerpo. Pensé en el daño que le había hecho aquella vez, en el restaurante, cuando intenté acostarme con ella. Pero ahora era diferente. Ahora la quería de verdad, y mi corazón sentía un impulso enorme. Me creía capaz de controlarlo al principio, mi mente me decía que no, que estaba mal... Pero a veces los impulsos físicos te pueden.
- ¡No voy a...!
Antes de poder terminar, noté una mano sobre mi hombro. Dejé de gritar y me giré. Era Cathy. Menos mal, ya pensé que iba a tener que echar a alguien a patadas de allí, pero a ella no le haría eso.
- Harry, tranquilízate, por favor.
- Cathy, ha hecho que mi mejor amigo me odie. No puedo tranquilizarme.
Ella miró a Taylor, o eso creo, durante unos segundos, y luego volvió a dirigir la vista hacia mí.
- Harry, te entiendo perfectamente, pero por favor no la trates así. Porque yo también me siento mal.
Suspiré y miré al suelo. La verdad, me sabía mal gritarle a Taylor, pero estaba enfadado, realmente enfadado, y no podía hacer nada.
- Anda, ven conmigo. - dijo Cathy cogiendo mi mano.
Me llevó escaleras arriba, y yo no protesté. Es más, me sentía relajado al irme de allí. No sabía por qué, pero con Cathy me sentí mucho mejor. Y el contacto de su mano me hizo tranquilizarme. Era una chica genial, realmente estupenda. Pero yo no sentía nada por ella... ¿verdad? No no no, de ninguna manera. Era ella como mi hermanita pequeña, no podía ser...
Llegamos al segundo piso y nos paramos en el pasillo.
- Harry, no aguanto más esta situación...
- No, si yo estoy igual... Odio estar enfadado con Taylor.
- Ahora más que nunca necesito tu apoyo, en serio.
Me abrazó con fuerza, y oí un pequeño sollozo.
- Eh, pequeña - dije acariciando su cabeza.- Pero no llores. ¿Quieres que hablemos en la habitación?
- Vale - asintió y se separó de mí. - Mierda, Niall tiene mis llaves...
- No pasa nada, ven a la nuestra.
Abrí con un poco dificultad la puerta, debido a que las manos me temblaban, y le dejé pasar a ella primero.
Una vez dentro, los dos nos sentamos en el sofá, muy juntos. No sabía lo que me estaba pasando. Quizás... no, no y no. Era mi amiga. Harry, joder, saca ese pensamiento de tu mente. Sequé las lágrimas que aún humedecían sus mejillas.
- Es que... no... no puedo. No puedo con todo esto. Es como si ya no pudiera confiar en él.
- Me pasa exactamente lo mismo con Taylor. ¡Louis me odia por su culpa! Y él es mi mejor amigo... no sé qué voy a hacer.
- Si quieres, puedo hablar con Louis...
- No, déjalo. Si todo esto ha sido por mi culpa, tú no tienes que hacer nada.
Ella asintió y miró al suelo. Coloqué mis dedos en su mentón para que nuestras miradas se encontraran.
- Oye, Cathy, anímate por favor. Odio verte así.
- Es que no puedo...
- Habla con Niall. Será lo mejor.
- No, todavía no...
- ¿Por qué no?
- Porque sigo enfadada, y sé que con cualquier argumento que intente defenderse yo ya no podré razonar y me pondré a gritar...
- Vale. Entonces... ¿mañana?
- Quizás. Pero si tú hablas con Taylor.
Resoplé. Eso era chantaje. Me reí por un momento, y ella me miró sonriendo de medio lado. ¡Al fin, le había sacado una sonrisa!
- ¿De qué te ríes?
- ¡De que eres una chantajista!
- ¡Mentira! - se le escapó una pequeña risa.
- ¡Verdad!
- Que no.
Me dio un pequeño golpe en el hombro y yo le agarré las muñecas, manteniéndolas sobre sus piernas con una sola mano, mientras con la otra le apuntaba.
- No me pegues o sufrirás las consecuencias.
Ella reía y se revolvía para deshacerse de mí, pero no lo conseguía. Acabé encima de ella, tumbados en el sofá y riendo fuerte. Aún no se había deshecho de mí. Pobre inocente.
- ¡Harry, suéltame!
- No, por pegarme. Ahora te aguantas.
Levantó su cabeza para acercarla a la mía.
- Cuando me levante de aquí ya verás tú...
No pude evitar soltar una sonora carcajada. ¿Qué me iba a hacer esa enana a mí? Pero hay que ver cómo la quería. Quizás demasiado.
Seguimos así un rato. En un momento en concreto, sin saber cómo, nuestras caras quedaron a escasos centímetros. Los dos sonriendo y respirando fuerte debido al esfuerzo de ambos.
- Eres un completo imbécil, Styles.
- Aprendí de la mejor - dije sacando la lengua.
- Serás tonto.
- ¿Yo? Quieres volver a sufrir mis cosquillas, ¿verdad?
- ¡No no no no no! ¡No lo hagas!
Seguía sonriendo, sin dejar de mirarle a los ojos y sin apartarme un sólo milímetro. Para qué mentir, estaba deseando hacerlo. Besarla. Con todas mis fuerzas. Pero no podía hacerle eso ni ella, ni a Niall... ni a Taylor.
- Voy a hacerlo como no te calles.
- ¡Vale, vale! ¡Ya me callo! Pero por favor, no me hagas cosquillas otra vez.
- Mira, no lo hago, por la carita que me estás poniendo tan mona, que sino... ibas a ver tú lo que eran cosquillas de verdad.
- Es que soy irresistible.
Reí por fuera, pero por dentro pensaba "y no sabes hasta qué punto". Ella rió conmigo, apartando su mirada de mí.
Cuando volvió a fijar sus ojos en los míos, un escalofrío me recorrió el cuerpo. Pensé en el daño que le había hecho aquella vez, en el restaurante, cuando intenté acostarme con ella. Pero ahora era diferente. Ahora la quería de verdad, y mi corazón sentía un impulso enorme. Me creía capaz de controlarlo al principio, mi mente me decía que no, que estaba mal... Pero a veces los impulsos físicos te pueden.
domingo, 12 de febrero de 2012
Capítulo 42.
~~Narrador: Harry~~
- ¿Qué pasa? - pregunté un poco preocupado. Louis parecía enfadado.
- ¿No te habrás ido de la lengua verdad?
- ¿Qué?
- Sabes perfectamente de lo que te hablo, no intentes escaquearte.
- Pero... - me resigné y solté el aire de golpe en un gran suspiro. - Bueno, se lo he contado a Taylor, ¡pero sólo a ella! ¡Lo siento, de veras! Es que ella es mi novia, y su amiga... no sé, me parecía bien contárselo.
- Claro, incluso después de que un amigo te hubiera dicho que por favor no dijeras nada... y después de haberlo prometido.
- Louis, lo siento, joder. No quería...
- No no, ya sé lo que vas a decir. Y mejor cállate. Mira da igual, me voy al hotel. Pasadlo bien.
Louis se levantó bruscamente, quitó los zapatos que no eran suyos de su mochila y se fue con ésta al hombro.
- ¡Louis! ¡Venga, tío! ¡Que no es para tanto!
Pero no volvió. En realidad sí lo era. Pero... Taylor. Ella se acercó a mí por la espalda y me rodeó con sus brazos.
- ¿Qué ha pasado? - preguntó con voz cantarina.- He visto que se ha ido Louis.
- Nada.
Hice que me soltara y me alejé un poco de ella.
- Harry, no me mientas...
Kelly y Liam también se acercaron al ver el panorama.
- No, no me mientas tú. ¿A quién se lo has contado? - me estaba empezando a enfadar de verdad. Mi mejor amigo se había ido por su culpa, por romper la promesa que me hizo.
- ¿El qué?
- Tú lo sabes muy bien. Lo de Louis, lo que me prometiste que no contarías a nadie. Absolutamente a nadie, Taylor.
- Yo... es que... - suspiró y miró al suelo.- Se lo he contado a Cathy, ¡pero entiéndeme Harry! - dijo levantando la vista de nuevo.- ¡Es mi mejor amiga!
- ¡Pero me lo habías prometido!
- Lo sé... Y lo siento. ¡Cathy! Te había dicho que...
- ¡No! No cambies de tema, Cathy sólo quiso contárselo a su novio, como yo quise hacer contigo, pero se ve la confianza se fue hace mucho tiempo. Desde que apareció Hollie, no ha vuelto a ser lo mismo...
Yo también tenía ganas de irme, y lo hice. Cogí mis zapatos en una mano, los que Louis había dejado allí hacía unos minutos, y me fui patinando. Quería desaparecer lo antes posible. Oí las llamadas de Taylor, y sus pasos hacia mí, pero éstos pararon mientras yo seguí andando. La confianza se había desvanecido, estaba más que claro.
~~Narrador: Cathy~~
- ¿Cómo me has podido hacer ésto?
- ¡No sólo ha sido culpa mía!
- ¡Me lo prometiste! ¡Sabías que Harry no me lo perdonaría! - unas débiles lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos.
- Vamos, Taylor. Perdóname... - me levanté para ir a su lado.
- ¡No! ¡No voy a perdonarte! Déjame tranquila.
- No te voy a dejar... Vamos... - puse una mano sobre su hombro.
Pero antes de darme cuenta de nada, me empujó y me caí al suelo.
- ¡Que me dejes tranquila!
Se alejó de allí sin ni siquiera coger sus zapatos, lo único que le importaba era Harry y se iba a buscarlo, dejándome con la palabra en la boca. No podía ni levantarme. Me sentía horriblemente mal.
Niall me tendió una mano para ayudar a levantarme, pero negué y me saqué los patines para poder levantarme por mi cuenta. Decidí ponerme ya mis zapatillas y me quedé sentada en el banco, sin decir nada.
Taylor me odiaba, y Niall... bueno, con Niall no quería hablar. La verdad, me había molestado mucho lo que me había dicho. Cuando vino a sentarse a mi lado, yo me alejé, mientras Kelly, Liam, Audrey y Zayn se mantenían a una distancia prudente. Parecían no enterarse muy bien de lo que pasaba.
- Ey, Cath, ¿qué pasa? - me dijo en voz baja. Parecía preocupado.
- ¿Que qué pasa? No sé... ¿que me gritaste sin motivo, quizás?
- ¿Te grité?
- ¡Sí, me gritaste! - estaba a punto de llorar.
- Pero, amor, si lo he hecho lo siento. Se me fue la cabeza, a todo el mundo le puede pasar.
- No es sólo que me hayas levantado la voz, Niall. Es que me has dicho "cállate", así por las buenas.
- Lo siento, Cathy, en serio. No quería que... bueno, que estuvieses así. Perdóname.
- No, Niall. Ahora no puedo perdonarte.
- ¡Pero tampoco ha sido para tanto!
- ¡Te dije que no le dijeras nada y no me hiciste caso! ¡Cómo si no te importara lo que yo tuviera que decir!
- Era algo importante, Cath. Por dios, también tienes que entenderme tú a mí.
- A ver, Niall. Mira, entiendo que fuera algo importante para ti, Louis es tu amigo, y eso lo comprendo. Pero no tenías que gritarme como lo hiciste y pasar de mí olímpicamente. Es que me ha sentado fatal, ¿entiendes? No... - casi no me salían las palabras.- No me podía creer que me hubieses dicho eso.
- Pero ya está, ya pasó. Lo siento, joder.
- No, ni lo siento ni nada.
Los demás debieron oírnos, ya que se acercaron y Audrey se puso en frente nuestra.
- Eh, chicos. Será mejor que nos vayamos todos ya, ¿no? Dentro de poco oscurecerá.
- Sí, vale. - dije con mala cara.
Guardamos todos los patines en la bolsa que quedaba con un poco de esfuerzo, ya que Louis se había llevado la otra. Una de las ruedas salí por fuera de la cremallera y era bastante gracioso. Pero mejor que llevarlo en una mano...
- Cathy, ven aquí.
Fui hasta ella, delante de todo, mientras Niall iba al final de todo.
- ¿Qué pasa?
- No, qué pasa con vosotros dos.
- Bah, nada. No importa.
- ¡Joder, Cathy! ¡Ya está bien de ocultarme las cosas, ¿no?!
- Aud, ha sido una estupidez, pero esa estupidez me ha dolido, punto. Se me pasará.
- Más te vale. Ahora, cuéntame qué estupidez ha sido.
- Que no, de verdad. Sé cómo te vas a poner y no quiero.
- Boh... pues vale.
Audrey aceleró el paso y Zayn fue detrás de ella. No los oí muy bien, pero creí escuchar mi nombre en algunas partes de la conversación y ver gestos exagerados en las manos de Audrey.
Caminé entre ellos y Kelly y Liam, mirando a las pequeñas nubes blancas del cielo y los edificios que se levantaban a nuestro lado. La verdad, odiaba estar enfadada con Niall, pero es que se había pasado.
Una vez llegamos al hotel, vimos a Taylor y a Harry hablando en uno de los sofás de la recepción. La cosa parecía no ir muy bien. Taylor estaba sentada, pero Harry se había levantado para poder mirarla desde más arriba. Le estaba casi gritando, y muchas miradas se desviaban hacia ellos de vez en cuando. En un acto de imbecilidad, fui a que Harry se calmara.
- ¿Qué pasa? - pregunté un poco preocupado. Louis parecía enfadado.
- ¿No te habrás ido de la lengua verdad?
- ¿Qué?
- Sabes perfectamente de lo que te hablo, no intentes escaquearte.
- Pero... - me resigné y solté el aire de golpe en un gran suspiro. - Bueno, se lo he contado a Taylor, ¡pero sólo a ella! ¡Lo siento, de veras! Es que ella es mi novia, y su amiga... no sé, me parecía bien contárselo.
- Claro, incluso después de que un amigo te hubiera dicho que por favor no dijeras nada... y después de haberlo prometido.
- Louis, lo siento, joder. No quería...
- No no, ya sé lo que vas a decir. Y mejor cállate. Mira da igual, me voy al hotel. Pasadlo bien.
Louis se levantó bruscamente, quitó los zapatos que no eran suyos de su mochila y se fue con ésta al hombro.
- ¡Louis! ¡Venga, tío! ¡Que no es para tanto!
Pero no volvió. En realidad sí lo era. Pero... Taylor. Ella se acercó a mí por la espalda y me rodeó con sus brazos.
- ¿Qué ha pasado? - preguntó con voz cantarina.- He visto que se ha ido Louis.
- Nada.
Hice que me soltara y me alejé un poco de ella.
- Harry, no me mientas...
Kelly y Liam también se acercaron al ver el panorama.
- No, no me mientas tú. ¿A quién se lo has contado? - me estaba empezando a enfadar de verdad. Mi mejor amigo se había ido por su culpa, por romper la promesa que me hizo.
- ¿El qué?
- Tú lo sabes muy bien. Lo de Louis, lo que me prometiste que no contarías a nadie. Absolutamente a nadie, Taylor.
- Yo... es que... - suspiró y miró al suelo.- Se lo he contado a Cathy, ¡pero entiéndeme Harry! - dijo levantando la vista de nuevo.- ¡Es mi mejor amiga!
- ¡Pero me lo habías prometido!
- Lo sé... Y lo siento. ¡Cathy! Te había dicho que...
- ¡No! No cambies de tema, Cathy sólo quiso contárselo a su novio, como yo quise hacer contigo, pero se ve la confianza se fue hace mucho tiempo. Desde que apareció Hollie, no ha vuelto a ser lo mismo...
Yo también tenía ganas de irme, y lo hice. Cogí mis zapatos en una mano, los que Louis había dejado allí hacía unos minutos, y me fui patinando. Quería desaparecer lo antes posible. Oí las llamadas de Taylor, y sus pasos hacia mí, pero éstos pararon mientras yo seguí andando. La confianza se había desvanecido, estaba más que claro.
~~Narrador: Cathy~~
- ¿Cómo me has podido hacer ésto?
- ¡No sólo ha sido culpa mía!
- ¡Me lo prometiste! ¡Sabías que Harry no me lo perdonaría! - unas débiles lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos.
- Vamos, Taylor. Perdóname... - me levanté para ir a su lado.
- ¡No! ¡No voy a perdonarte! Déjame tranquila.
- No te voy a dejar... Vamos... - puse una mano sobre su hombro.
Pero antes de darme cuenta de nada, me empujó y me caí al suelo.
- ¡Que me dejes tranquila!
Se alejó de allí sin ni siquiera coger sus zapatos, lo único que le importaba era Harry y se iba a buscarlo, dejándome con la palabra en la boca. No podía ni levantarme. Me sentía horriblemente mal.
Niall me tendió una mano para ayudar a levantarme, pero negué y me saqué los patines para poder levantarme por mi cuenta. Decidí ponerme ya mis zapatillas y me quedé sentada en el banco, sin decir nada.
Taylor me odiaba, y Niall... bueno, con Niall no quería hablar. La verdad, me había molestado mucho lo que me había dicho. Cuando vino a sentarse a mi lado, yo me alejé, mientras Kelly, Liam, Audrey y Zayn se mantenían a una distancia prudente. Parecían no enterarse muy bien de lo que pasaba.
- Ey, Cath, ¿qué pasa? - me dijo en voz baja. Parecía preocupado.
- ¿Que qué pasa? No sé... ¿que me gritaste sin motivo, quizás?
- ¿Te grité?
- ¡Sí, me gritaste! - estaba a punto de llorar.
- Pero, amor, si lo he hecho lo siento. Se me fue la cabeza, a todo el mundo le puede pasar.
- No es sólo que me hayas levantado la voz, Niall. Es que me has dicho "cállate", así por las buenas.
- Lo siento, Cathy, en serio. No quería que... bueno, que estuvieses así. Perdóname.
- No, Niall. Ahora no puedo perdonarte.
- ¡Pero tampoco ha sido para tanto!
- ¡Te dije que no le dijeras nada y no me hiciste caso! ¡Cómo si no te importara lo que yo tuviera que decir!
- Era algo importante, Cath. Por dios, también tienes que entenderme tú a mí.
- A ver, Niall. Mira, entiendo que fuera algo importante para ti, Louis es tu amigo, y eso lo comprendo. Pero no tenías que gritarme como lo hiciste y pasar de mí olímpicamente. Es que me ha sentado fatal, ¿entiendes? No... - casi no me salían las palabras.- No me podía creer que me hubieses dicho eso.
- Pero ya está, ya pasó. Lo siento, joder.
- No, ni lo siento ni nada.
Los demás debieron oírnos, ya que se acercaron y Audrey se puso en frente nuestra.
- Eh, chicos. Será mejor que nos vayamos todos ya, ¿no? Dentro de poco oscurecerá.
- Sí, vale. - dije con mala cara.
Guardamos todos los patines en la bolsa que quedaba con un poco de esfuerzo, ya que Louis se había llevado la otra. Una de las ruedas salí por fuera de la cremallera y era bastante gracioso. Pero mejor que llevarlo en una mano...
- Cathy, ven aquí.
Fui hasta ella, delante de todo, mientras Niall iba al final de todo.
- ¿Qué pasa?
- No, qué pasa con vosotros dos.
- Bah, nada. No importa.
- ¡Joder, Cathy! ¡Ya está bien de ocultarme las cosas, ¿no?!
- Aud, ha sido una estupidez, pero esa estupidez me ha dolido, punto. Se me pasará.
- Más te vale. Ahora, cuéntame qué estupidez ha sido.
- Que no, de verdad. Sé cómo te vas a poner y no quiero.
- Boh... pues vale.
Audrey aceleró el paso y Zayn fue detrás de ella. No los oí muy bien, pero creí escuchar mi nombre en algunas partes de la conversación y ver gestos exagerados en las manos de Audrey.
Caminé entre ellos y Kelly y Liam, mirando a las pequeñas nubes blancas del cielo y los edificios que se levantaban a nuestro lado. La verdad, odiaba estar enfadada con Niall, pero es que se había pasado.
Una vez llegamos al hotel, vimos a Taylor y a Harry hablando en uno de los sofás de la recepción. La cosa parecía no ir muy bien. Taylor estaba sentada, pero Harry se había levantado para poder mirarla desde más arriba. Le estaba casi gritando, y muchas miradas se desviaban hacia ellos de vez en cuando. En un acto de imbecilidad, fui a que Harry se calmara.
sábado, 4 de febrero de 2012
Capítulo 41.
~~Narrador: Cathy~~
- ¿En serio? ¡Ay, me alegro muchísimo por Chloe! ¡Qué ilusión! Con lo que a ella le gustaba... ay - suspiré una y otra vez.
- Pero, por favor te lo pido, no te vayas de la lengua, por dios. Que Harry me mata.
- Vale, intentaré controlarme.
- No lo intentes, ¡hazlo! Cathy, en serio.
- Ya, ya. Vale.
- ¿Me lo prometes?
- Sí, mujer. Vete tranquila.
Taylor me sonrió y cogió su ropa para ir al salón, pero yo aún tuve que quedarme un tiempo para decidir qué ponerme. Finalmente, después de mucho pensar, me decidí por unos leggins, una camiseta de manga corta que dejaba un hombro al descubierto y unos playeros blancos y plateados. Muy informal.
Salí al pequeño salón, donde Kelly y Audrey ya se estaban peinando.
- Caray, Kelly. Qué rápida has sido.
- Oye, que desde que entrasteis Taylor y tú en la habitación pasó ya media hora eh.
- ¿Tanto?
- Sí, tardasteis mucho en elegir ropa.
- Oh, vaya... pierdo la noción del tiempo.
Cuando Taylor salió, también bastante rápida,. fue mi turno al fin. Me lavé el pelo bien a fondo, unas tres veces. Después de estar ya bien seca y empezar a vestirme, escuché cómo llamaban a la puerta del baño.
- ¿Qué pasa? - respondí casi gritando.
- Hola.
Reconocí su voz al instante. ¿Otra vez? ¡Dios mío, no! Las chicas pensaban dejarme allí con él otra vez, lo veía venir. Pero no, no iba a ser lo mismo.
- Cathy... - dijo su voz cantarina.
- Sí sí - se me escapó una pequeña risa.- Sigo viva.
- Me alegra - soltó una carcajada.- Bueno, era para que supieras que ya estamos aquí, date prisa.
- Voy, voy. Ya casi estoy.
- Vale.
Oí cómo se alejaba. Comencé a secarme el pelo a toda velocidad y, cuando estaba algo húmedo, decidí dejarlo que secara solo. Total, me iba a quedar despeinado de todas formas...
Salí rápidamente, y fui a junto Niall.
- Hola, otra vez. - me dijo besándome la frente.
- Hola - sonreí y le cogí de la mano.
- ¿Todas listas, entonces? - preguntó Liam, muy cerca de Kelly.
- Sí, siento haber tardado - me llevé una mano a la nuca.
- No pasa nada. Oh, por cierto, tus patines - Louis me los acercó.- Ya os los hemos alquilado nosotros.
- ¿Os ha dado tiempo? - pregunté abriendo mucho los ojos.
- Sí - rió Louis.- Bueno, hemos ido sólo Liam y yo. Estos tres son muy presumidos.
Niall rodó los ojos y soltó una carcajada.
- Bueno... lo admito - dijo finalmente.- Pero Zayn es el peor.
- Doy fe - añadió Harry.
Todos reímos, sin poder evitarlo, mientras salíamos por la puerta. Yo fui la última, así que me encargué de cerrar la puerta al salir.
- Niall, ¿te importa guardar mi llave? Es que no tengo tengo bolsillos.
- Para nada - la cogió de mi mano y la guardó en el bolsillo trasero de su pantalón.- Por cierto, me encanta cómo vas hoy.
- ¿Sí? Ha sido lo primero que he encontrado.
- Pues que sepas que estás muy sexy - me guiñó un ojo y subió mi cabeza, poniendo una mano en mi mentón, para poder besarme con más facilidad.
Una vez abajo, ya en la calle, os sacasteis los zapatos y os pusisteis los patines.
- Me voy a matar - dijo Taylor, ya que nunca había patinado.
- No te preocupes, yo te ayudo - respondió Harry, cogiéndole de la mano.
Con ésto, ella se levantó más segura de si misma.
Guardamos los zapatos en las pequeñas mochilas que llevaban Louis y Liam, ya que no era calzado muy pesado.
Niall me cogió de la mano, y todos juntos comenzamos a deslizarnos lentamente.
- Chicos - dijo él, dirigiéndose al resto de la banda.- Vamos a la plaza, ¿no?
- ¡Claro! - respondió Zayn.
- ¿Qué plaza? - pregunté con curiosidad.
- Ya lo verás, no seas impaciente - me miró con esos ojos azules que me mataban, y así agaché la cabeza sonriente. Podía hacerme callar muy fácilmente.
Patinamos a ritmo lento durante aproximadamente media hora, que pasó muy rápido a su lado, y al fin llegamos a un gran espacio abierto y solitario, rodeado de árboles bien colocados y bonitas flores.
- ¡Qué bonito! - exclamó Audrey llevándose las manos a la boca.
- Es precioso - dije yo apretando un poco más la mano de Niall.
- Vamos, Taylor - dijo Harry, tirando un poco de ella.
- Pero tengo mucho miedo de caerme...
- Has venido media hora patinando, ¿no tienes ya confianza en ti misma?
- En mí desde luego que no.
Harry rió ligeramente, y a mí también se me dibujó una pequeña sonrisa en la cara.
- ¿Y en mí? - preguntó él.
- Más o menos...
- Que sepas que eso me ofende.
Harry soltó la mano de Taylor y se alejó, deslizándose rápidamente, seguido de Louis y Liam.
- ¡¡Harry!! ¡¡No te vayas!!
Taylor era muy graciosa cuando se ponía así. En realidad, ella no tenía tanto miedo. Seguramente no quería que Harry se despegara de ella.
Yo patiné al lado de Niall, y después de coger un poco más de confianza, me solté de su mano y me adelanté.
- ¿A que no me pillas?
- ¿Que no?
- Soy mucho más rápida que tú - giré la cabeza y la eché la lengua.
- ¡Mira adelante! - dijo patinando más rápido.
Y debería de haberle hecho caso, porque, en pocos segundos, me vi en el suelo; las rodillas raspadas, igual que las palmas de las manos. Una de las rodillas había empezado a sangrar débilmente, pero no me dolía demasiado. Niall se acercó a mí y se sentó a mi lado en el suelo, con cuidado. Poco a poco, fueron llegando los demás.
- ¿Estás bien? - me preguntó.
- Sí, sí. No ha pasado nada, no me duele - dije sonriéndole. Era la verdad, aunque sentía algo de molestia en la herida que seguía sangrando.
- Pero mira tu rodilla... ¿de verdad no te duele? - dijo posando su mano sobre la herida.
- De verdad. Ni siquiera me había enterado de que estaba sangrando hasta que la vi.
Niall se sacó los patines, quedándose en calcetines en el suelo caliente. Se levantó y me dio la mano para ayudar a levantarme.
Con dificultad pude ponerme en pie, aunque con uno que otro resbalón. Me daba la sensación de que mi imagen era un poco patética en esos momentos. Debido a las ruedas, me veía mucho más alta que Niall, ya que él seguía descalzo.
- Wow, pareces una modelo de metro ochenta. - dijo riendo.
- Sí, modelo sobre todo...
- Bueno, tienes razón. Eres mucho mejor que cualquier modelo.
Me sonrojé mi miré al suelo, y entonces me di cuenta de algo.
- Creo que debería quitarme los patines...
- ¿Te has asustado, eh?
- No es eso, es que sino quedas mal. Mira que bajito pareces...
No pude evitar reír y él, de repente, cogió mi mano y, sin previo aviso, me acercó a él rápidamente; quedando así nuestros cuerpos pegados. Sus ojos estaban a la altura de mi boca, pero miraba hacia arriba, mordiéndose el labio.
- No me hagas decir cosas que no quiero.
Los demás ya se habían ido dispersando. Kelly era una gran patinadora, e intentaba impresionar a Liam con su velocidad y sus trucos. Parecía que poco a poco lo iba consiguiendo.
- Oh, hablando de decir cosas... Tengo que preguntarte algo.
Anduve con él hasta un pequeño banco y me senté. Comencé a hablar mientras me quitaba los patines.
- ¿Tú sabías algo de... -bajé el tono de voz- lo de Louis y Chloe?
- Sabía que a Louis le gustaba Chloe, sí.
- Pues cuando los dejamos solos, parece ser que Lou se le declaró.
- ¿Que hizo qué? - dijo riendo, con cara de sorpresa.
- Se lo dijo por fin - dije mientras terminaba de quitarme uno de los patines.
- ¡Qué bien!
- Pero no digas nada.
- ¿Cómo no voy a decir nada? ¡Es una gran noticia! ¡Eh, Louis! - gritó mirándole.
- ¡Niall, no!
- No te preocupes.
- ¡Por favor, hazlo por mí! ¡No le digas nada!
Pero él no me escuchaba. Estaba a punto de estropearlo todo. Taylor me odiaría a mí y Harry odiaría a Taylor.
- ¡Louis!
Éste corrió patinando hasta él, dando una vuelta sobre sí mismo al final.
- ¿Qué pasa, querido Horan? - dijo con una sonrisa.
- ¿De verdad le has dicho eso a ...
- ¡Niall, no!
- ¡Cállate! ¿Se lo has dicho a Chloe?
Esa palabra me atravesó como un cuchillo. ¿"Cállate"? ¿De verdad me había dicho eso? Vale que estuviera emocionado, yo también lo estuve al principio. ¿Pero mandarme callar así? Y aún encima no hacerme caso... Ese no era mi Niall...
De repente, la sonrisa de Louis se desvaneció.
- ¿Qué?
- Eso. Que si le has dicho a Chloe que te gustaba.
Él abrió la boca como para ir a decir algo, pero no lo hizo. En lugar de eso, se llevó una mano a la boca y se sentó en el banco a mi lado. Me miró con ira, y no me gustaba nada.
- Cathy, ¿se lo has dicho tú?
- Sí... - admití con la cabeza agachada.
Se quitó los patines bruscamente, con rapidez, y se levantó, aún sin los zapatos puestos.
- ¡¡Harry!!
Harry lo oyó al instante y se acercó hacia nosotros. Al parecer, Harry se había enterado directamente porque Louis había confiado en él. Eso iba a ponerse feo.
- ¿En serio? ¡Ay, me alegro muchísimo por Chloe! ¡Qué ilusión! Con lo que a ella le gustaba... ay - suspiré una y otra vez.
- Pero, por favor te lo pido, no te vayas de la lengua, por dios. Que Harry me mata.
- Vale, intentaré controlarme.
- No lo intentes, ¡hazlo! Cathy, en serio.
- Ya, ya. Vale.
- ¿Me lo prometes?
- Sí, mujer. Vete tranquila.
Taylor me sonrió y cogió su ropa para ir al salón, pero yo aún tuve que quedarme un tiempo para decidir qué ponerme. Finalmente, después de mucho pensar, me decidí por unos leggins, una camiseta de manga corta que dejaba un hombro al descubierto y unos playeros blancos y plateados. Muy informal.
Salí al pequeño salón, donde Kelly y Audrey ya se estaban peinando.
- Caray, Kelly. Qué rápida has sido.
- Oye, que desde que entrasteis Taylor y tú en la habitación pasó ya media hora eh.
- ¿Tanto?
- Sí, tardasteis mucho en elegir ropa.
- Oh, vaya... pierdo la noción del tiempo.
Cuando Taylor salió, también bastante rápida,. fue mi turno al fin. Me lavé el pelo bien a fondo, unas tres veces. Después de estar ya bien seca y empezar a vestirme, escuché cómo llamaban a la puerta del baño.
- ¿Qué pasa? - respondí casi gritando.
- Hola.
Reconocí su voz al instante. ¿Otra vez? ¡Dios mío, no! Las chicas pensaban dejarme allí con él otra vez, lo veía venir. Pero no, no iba a ser lo mismo.
- Cathy... - dijo su voz cantarina.
- Sí sí - se me escapó una pequeña risa.- Sigo viva.
- Me alegra - soltó una carcajada.- Bueno, era para que supieras que ya estamos aquí, date prisa.
- Voy, voy. Ya casi estoy.
- Vale.
Oí cómo se alejaba. Comencé a secarme el pelo a toda velocidad y, cuando estaba algo húmedo, decidí dejarlo que secara solo. Total, me iba a quedar despeinado de todas formas...
Salí rápidamente, y fui a junto Niall.
- Hola, otra vez. - me dijo besándome la frente.
- Hola - sonreí y le cogí de la mano.
- ¿Todas listas, entonces? - preguntó Liam, muy cerca de Kelly.
- Sí, siento haber tardado - me llevé una mano a la nuca.
- No pasa nada. Oh, por cierto, tus patines - Louis me los acercó.- Ya os los hemos alquilado nosotros.
- ¿Os ha dado tiempo? - pregunté abriendo mucho los ojos.
- Sí - rió Louis.- Bueno, hemos ido sólo Liam y yo. Estos tres son muy presumidos.
Niall rodó los ojos y soltó una carcajada.
- Bueno... lo admito - dijo finalmente.- Pero Zayn es el peor.
- Doy fe - añadió Harry.
Todos reímos, sin poder evitarlo, mientras salíamos por la puerta. Yo fui la última, así que me encargué de cerrar la puerta al salir.
- Niall, ¿te importa guardar mi llave? Es que no tengo tengo bolsillos.
- Para nada - la cogió de mi mano y la guardó en el bolsillo trasero de su pantalón.- Por cierto, me encanta cómo vas hoy.
- ¿Sí? Ha sido lo primero que he encontrado.
- Pues que sepas que estás muy sexy - me guiñó un ojo y subió mi cabeza, poniendo una mano en mi mentón, para poder besarme con más facilidad.
Una vez abajo, ya en la calle, os sacasteis los zapatos y os pusisteis los patines.
- Me voy a matar - dijo Taylor, ya que nunca había patinado.
- No te preocupes, yo te ayudo - respondió Harry, cogiéndole de la mano.
Con ésto, ella se levantó más segura de si misma.
Guardamos los zapatos en las pequeñas mochilas que llevaban Louis y Liam, ya que no era calzado muy pesado.
Niall me cogió de la mano, y todos juntos comenzamos a deslizarnos lentamente.
- Chicos - dijo él, dirigiéndose al resto de la banda.- Vamos a la plaza, ¿no?
- ¡Claro! - respondió Zayn.
- ¿Qué plaza? - pregunté con curiosidad.
- Ya lo verás, no seas impaciente - me miró con esos ojos azules que me mataban, y así agaché la cabeza sonriente. Podía hacerme callar muy fácilmente.
Patinamos a ritmo lento durante aproximadamente media hora, que pasó muy rápido a su lado, y al fin llegamos a un gran espacio abierto y solitario, rodeado de árboles bien colocados y bonitas flores.
- ¡Qué bonito! - exclamó Audrey llevándose las manos a la boca.
- Es precioso - dije yo apretando un poco más la mano de Niall.
- Vamos, Taylor - dijo Harry, tirando un poco de ella.
- Pero tengo mucho miedo de caerme...
- Has venido media hora patinando, ¿no tienes ya confianza en ti misma?
- En mí desde luego que no.
Harry rió ligeramente, y a mí también se me dibujó una pequeña sonrisa en la cara.
- ¿Y en mí? - preguntó él.
- Más o menos...
- Que sepas que eso me ofende.
Harry soltó la mano de Taylor y se alejó, deslizándose rápidamente, seguido de Louis y Liam.
- ¡¡Harry!! ¡¡No te vayas!!
Taylor era muy graciosa cuando se ponía así. En realidad, ella no tenía tanto miedo. Seguramente no quería que Harry se despegara de ella.
Yo patiné al lado de Niall, y después de coger un poco más de confianza, me solté de su mano y me adelanté.
- ¿A que no me pillas?
- ¿Que no?
- Soy mucho más rápida que tú - giré la cabeza y la eché la lengua.
- ¡Mira adelante! - dijo patinando más rápido.
Y debería de haberle hecho caso, porque, en pocos segundos, me vi en el suelo; las rodillas raspadas, igual que las palmas de las manos. Una de las rodillas había empezado a sangrar débilmente, pero no me dolía demasiado. Niall se acercó a mí y se sentó a mi lado en el suelo, con cuidado. Poco a poco, fueron llegando los demás.
- ¿Estás bien? - me preguntó.
- Sí, sí. No ha pasado nada, no me duele - dije sonriéndole. Era la verdad, aunque sentía algo de molestia en la herida que seguía sangrando.
- Pero mira tu rodilla... ¿de verdad no te duele? - dijo posando su mano sobre la herida.
- De verdad. Ni siquiera me había enterado de que estaba sangrando hasta que la vi.
Niall se sacó los patines, quedándose en calcetines en el suelo caliente. Se levantó y me dio la mano para ayudar a levantarme.
Con dificultad pude ponerme en pie, aunque con uno que otro resbalón. Me daba la sensación de que mi imagen era un poco patética en esos momentos. Debido a las ruedas, me veía mucho más alta que Niall, ya que él seguía descalzo.
- Wow, pareces una modelo de metro ochenta. - dijo riendo.
- Sí, modelo sobre todo...
- Bueno, tienes razón. Eres mucho mejor que cualquier modelo.
Me sonrojé mi miré al suelo, y entonces me di cuenta de algo.
- Creo que debería quitarme los patines...
- ¿Te has asustado, eh?
- No es eso, es que sino quedas mal. Mira que bajito pareces...
No pude evitar reír y él, de repente, cogió mi mano y, sin previo aviso, me acercó a él rápidamente; quedando así nuestros cuerpos pegados. Sus ojos estaban a la altura de mi boca, pero miraba hacia arriba, mordiéndose el labio.
- No me hagas decir cosas que no quiero.
Los demás ya se habían ido dispersando. Kelly era una gran patinadora, e intentaba impresionar a Liam con su velocidad y sus trucos. Parecía que poco a poco lo iba consiguiendo.
- Oh, hablando de decir cosas... Tengo que preguntarte algo.
Anduve con él hasta un pequeño banco y me senté. Comencé a hablar mientras me quitaba los patines.
- ¿Tú sabías algo de... -bajé el tono de voz- lo de Louis y Chloe?
- Sabía que a Louis le gustaba Chloe, sí.
- Pues cuando los dejamos solos, parece ser que Lou se le declaró.
- ¿Que hizo qué? - dijo riendo, con cara de sorpresa.
- Se lo dijo por fin - dije mientras terminaba de quitarme uno de los patines.
- ¡Qué bien!
- Pero no digas nada.
- ¿Cómo no voy a decir nada? ¡Es una gran noticia! ¡Eh, Louis! - gritó mirándole.
- ¡Niall, no!
- No te preocupes.
- ¡Por favor, hazlo por mí! ¡No le digas nada!
Pero él no me escuchaba. Estaba a punto de estropearlo todo. Taylor me odiaría a mí y Harry odiaría a Taylor.
- ¡Louis!
Éste corrió patinando hasta él, dando una vuelta sobre sí mismo al final.
- ¿Qué pasa, querido Horan? - dijo con una sonrisa.
- ¿De verdad le has dicho eso a ...
- ¡Niall, no!
- ¡Cállate! ¿Se lo has dicho a Chloe?
Esa palabra me atravesó como un cuchillo. ¿"Cállate"? ¿De verdad me había dicho eso? Vale que estuviera emocionado, yo también lo estuve al principio. ¿Pero mandarme callar así? Y aún encima no hacerme caso... Ese no era mi Niall...
De repente, la sonrisa de Louis se desvaneció.
- ¿Qué?
- Eso. Que si le has dicho a Chloe que te gustaba.
Él abrió la boca como para ir a decir algo, pero no lo hizo. En lugar de eso, se llevó una mano a la boca y se sentó en el banco a mi lado. Me miró con ira, y no me gustaba nada.
- Cathy, ¿se lo has dicho tú?
- Sí... - admití con la cabeza agachada.
Se quitó los patines bruscamente, con rapidez, y se levantó, aún sin los zapatos puestos.
- ¡¡Harry!!
Harry lo oyó al instante y se acercó hacia nosotros. Al parecer, Harry se había enterado directamente porque Louis había confiado en él. Eso iba a ponerse feo.
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