Durante unos cinco minutos, Louis no dijo absolutamente nada y bajó la mirada. Yo tampoco sabía qué decirle, todo había ocurrido muy rápido.
- Louis...
Él levantó la mirada y me sonrió.
- Dime.
- Gracias.
- ¿Gracias por qué? - estaba algo extrañado, pero seguía sonriendo sin parar.
- Por haberte sincerado conmigo y... por ser tú.
- En ese caso, soy yo el que debería darte las gracias a tí o... al destino, por hacerme tropezar contigo. De verdad, que eres la mejor chica con la que me he encontrado. Te quiero, Chloe.
Unas lágrimas de alegría recorrieron mis mejillas, las cuales no pude secar por todos los cables que me rodeaban. Pero Louis se levantó y me besó la frente y secó mis mejillas con sus dedos.
Le miré directamente a los ojos, nuestras miradas de cruzaron y nos acercamos cada vez más, su cara estaba cada vez más cercana a la mía. Podía sentir su aliento sobre mis labios y tenía la necesidad de terminar con esos centímetros, pero no podía. Había algo que me lo impedía. Y él tampoco se adelantó, simplemente se quedó allí mirándome, con sus perfectos ojos verdes. Era una sensación increíble, aunque reducida por estar en un hospital. Volvió a besarme en la frente y miró su reloj.
- Creo que tengo que irme ya. Vendré a verte todos los días hasta que salgas de aquí, te lo prometo.
- Más te vale - le dije bromeando.
- Adiós, Chloe.
- Adiós.
Me guiñó un ojo antes de salir por la puerta y yo sonreí. Era el chico más tierno sobre la faz de la Tierra.
~~Narrador: Louis~~
Al dirigirme por los pasillos hacia la salida, me invadió una sensación increíble. Se lo había dicho. No me lo podía creer. Una sonrisa se dibujó en mi cara tontamente. La quería, sí, la adoraba.
Una canción cruzó mi cabeza. Quería vivir muchos momentos con ella, tener solamente un segundo más de lo que nunca tendré para decirle lo que siento por ella.
Cuando llegué junto a los demás, salimos rápidamente de aquel lugar y decidimos ir andando, ya que no quedaba muy lejos el hotel. Veía a Niall con Cathy, a Harry con Taylor, a Zayn con Audrey... desearía tener a Chloe a mi lado en ese momento, que eso que ellos estaban viviendo, esa felicidad, también estuviera conmigo. Si pudiera volver atrás en el tiempo y evitar aquel accidente... quizás ella ahora no sabría lo que siento por ella, pero estaría bien y conmigo. Estaría a salvo. Y por mucho que los médicos digan que se pondrá bien, yo la vi rodeada de agujas... Quería poder volver atrás y apartarla para que no la atropellaran, quisiera ser yo el que ahora estuviera en aquel hospital en su lugar.
Una vez en el hotel, Taylor se fue a cambiar. La pobre estaba en pijama desde la pasada noche. La esperamos en la recepción y, más tarde, fuimos a comer todos juntos. Zoey se había apuntado, pero había dicho que en cuanto terminara se iría a casa, ya que ella no vivía lejos de allí.
Pedimos cosas ligeras, no queríamos empacharnos mucho. En realidad, ninguno tenía mucho apetito debido a lo que había pasado.
- Eh, Louis - comenzó Niall.- ¿Ha pasado algo con Chloe?
- Si anda, cuéntanoslo - siguió su chica.
Genial. No quería decir nada, absolutamente nada. Pero me iban a obligar.
- No os voy a decir nada, no tengo por qué.
- Oh, venga tío - insistió Harry, que estaba a mi lado, dándome un golpecito en el hombro.
- Que no.
- Al menos cuéntamelo a mí. ¿No confías en mí o qué? - me dijo más bajito para que no lo escucharan los demás, los cuales estaban atentos a los camareros que pasaban, a ver cuál era nuestra comida.
- Bueno... está bien. - comencé a hablar todo lo bajito que pude, muy cerca del oído de Harry.- Le he dicho que... que... me gustaba.
- ¿Que te gustaba? - él también hablaba muy bajo para ser él, la verdad, se estaba controlando de maravilla.- No nos habías dicho nada. Aunque bueno, se veía venir.
- Pues he comenzado un estúpido monólogo, pensando que ella no se enteraría porque estaba inconsciente, pero resulta que ya se había despertado.- escuché su pequeña risa, mientras apartaba su cara de la mía.- ¿Qué te hace tanta gracia?
- Te la ha jugado pero bien.
- Lo sé, lo sé. Pero, eh, prométeme que no se lo dirás a nadie - dije señalándole con el dedo.
- Tranquilo, soy una tumba.
- Gracias, y más te vale.
Le dediqué una sonrisa, la cual me devolvió al instante. Y entonces, nos trajeron los platos de comida y comenzamos a comer como si nada. Noté cómo Harry le decía algo a Taylor de lo que no me enteré, pero no le di importancia. Era un buen amigo, no creo que fuera a soltar nada. Me lo había prometido. Y si lo hacía... no sabía si le podría perdonar.
~~Narrador: Harry~~
- ¿Qué dices? ¿De verdad? - dijo Taylor, con cara de alegría.- ¡Qué ilusión!
- Sí, de verdad - respondí con una pequeña risa.- Pero no puedes decirle nada a nadie. Por favor. Louis quiere mantenerlo en secreto, le ha costado mucho decírselo a Chloe.
- Vale, te juro que no diré nada.
- ¿Me lo prometes?
- Por supuesto, te lo prometo.
Sonreí y le di un pequeño beso. Podía confiar en mi chica.
- Es que de verdad que si Louis se entera me mata - dije con mis labios muy pegados a sus oídos y con una mano cubriéndolos.
- Quédate tranquilo, amor. Que no voy a decir nada, de verdad. Siempre cumplo mis promesas.
- Más te vale, fea.
Volví a darle un beso corto y volví a mi comida. Me sentía un poco mal, pero Taylor era mi novia y la amiga de Chloe, debía saberlo. Era lo mejor. Además, sabía que no diría nada.
~~Narrador: Zoey~~
Me sentía un poco fuera de lugar. Las chicas ya tenían buena relación con ellos, pero yo era sólo una pieza de un puzzle equivocado que se había perdido.
- Zoey, ¿no comes más? - Louis estaba sentado a mi lado, y me miró sonriente.
- No, ya estoy llena.
- Pero si casi no has comido...
- Yo como muy poco - me salió una pequeña risa tonta. Dios, la odiaba.- Por cierto, ¿qué tal con Chloe? ¿Estaba ya bien, no?
- Ah, sí sí. - se le veía un poco nervioso - Está ya mucho mejor. Le han dicho que en pocos días le daban el alta.
- Genial. Bueno, si necesitas cualquier cosa... avísame. Además de ser una fan, puedo ser una buena amiga. - le dediqué una de las mejores sonrisas y me la devolvió, agachando la cabeza después.
- Gracias. Pareces una chica estupenda.
Me sonrojé y miré al plato. La verdad, sí que había dejado mucha comida. Levanté la muñeca para ver la hora en el reloj. Debía irme, mi madre estaría histérica.
- Oh, vaya. Tengo que irme ya, sino mi madre se pondrá como loca.
Me levanté rápidamente de la silla y ya iba a irme cuando oí la voz de Louis detrás.
- Eh. Encantado de haberte conocido, Zoey.
Asentí y sonreí algo nerviosa. Debía parecer patética.
- Adiós, chicos - dije para todos.
Recibí un adiós colectivo y salí de allí contenta de haber intercambiado aquellas estúpidas palabras con mi ídolo. Ya era absolutamente feliz.
~~Narrador: Taylor~~
No me lo podía creer. Tenía que contárselo a alguien. ¡Chloe y Louis juntos! Pero le había prometido a Harry no decir nada, se lo había jurado, y... dios, me sentiría fatal. Pero Cathy era mi mejor amiga, y también amiga de Chloe... Definitivamente, debía saberlo.
- Bueno, ¿nos vamos ya? - dijo Liam.
- ¿Y si hoy vamos a patinar? - propuso Niall.
- Pero nosotras no tenemos patines... - protestó Cathy, con una media sonrisa.
- No pasa nada, aquí cerca en una tienda los podéis alquilar o comprar.
- ¡Entonces estupendo!
- ¡Yo me apunto! - dije emocionada. Me encantaba patinar, y además hacía un día espléndido y nos ayudaría a superar el mal trago de aquella fatal noche.
Las chicas querían irse a cambiar, ya que, quitándome a mí, todas llevaban la misma ropa desde el día anterior. Y también querían ducharse, así que fuimos arriba. Los chicos decidieron hacer lo mismo, ya que aquello del concierto les había dejado muy cansados. Pero no querían parar, querían pasar más y más tiempo con nosotras. Eran simplemente adorables, y nosotras no nos íbamos a negar.
Una vez arriba, decidí que era un buen momento para contárselo a Cathy. Ya sabéis, lo de Louis. Allí Harry no me oiría y tampoco había posibilidades de que lo hiciera, así que, con la excusa de que me ayudara a elegir una camiseta (que al final no me pondría, claro), entré con ella en la habitación mientras Audrey se duchaba y Kelly esperaba en el salón.
- A ver, hija. Tú y la ropa. Yo te ayudo.
- No, no. Era una excusa.
- ¿Cómo que una excusa? - estaba muy confusa. Pobrecita.
- Que sí. Es que te quiero contar algo que me ha dicho Harry, pero no se lo puedes contar a nadie, a absolutamente nadie. ¡Y menos a Niall! ¿Estamos?
- Vale, vale. ¿Qué es?
Tomé aire muy lentamente y lo solté muy rápidamente. Me sabía muy mal hacerle eso a Harry, porque como Cathy se fuese de la lengua él podía enterarse, y sabía que jamás me perdonaría. Así que comencé a hablar antes de comerme más la cabeza.
Los sueños pueden llegar a hacerse realidad cuando menos te lo esperas. Y aunque puedas llegar a sufrir por conseguirlos, habrá valido la pena.
sábado, 21 de enero de 2012
domingo, 15 de enero de 2012
Capítulo 39.
~~Narrador: Cathy~~
El tiempo se me estaba haciendo eterno, pero no pensaba moverme de allí hasta que me dejaran ver a mi amiga. A saber lo que podría pasarle... ¿y si entraba en coma? No podía ni pensarlo.
En las sillas de la incómoda sala de espera me sentía mucho más cansada de lo que realmente estaba. Dejé caer mi cabeza suavemente sobre el hombro de Niall y cerré los ojos mientras notaba cómo él me besaba la parte alta de la cabeza. No llegué a dormirme en ningún momento, pero así me sentía más relajada. Harry y Taylor llegaron a dormirse apoyados el uno contra el otro, igual que Zayn y Audrey, pero el resto no pudimos dormir en toda la noche. Todo estaba en silencio. Decidí escuchar un poco de música con mis cascos puestos. La primera canción que salió, ya que estaban en reproducción aleatoria, fue More Than This. Un poco deprimente para estar en un hospital, pero me limité a escuchar. No tenía el volumen muy alto, así que, de repente, oí cantar muy bajito a Niall al mismo tiempo que se reproducía la música. Le miré un tanto extrañada pero sonriendo, y a él se le escapó una ligera risa.
- ¿Lo estás escuchando? - le pregunté.
- Sí, pero muy bajito. Eso es porque estás muy cerca de mí, no creo que los demás lo oigan.
- Ahora que lo has cantado creo que ya se han enterado.
Ambos reímos intentando no hacer mucho ruido. Él me rodeó con los brazos y me hizo sentirme más reconfortada. Volví a mirarle a los ojos y le besé sin previo aviso, en un beso largo pero lento y dulce, el cual pareció seguirme sin rechistar.
- Te quiero - le susurré.
- Y yo a ti, pequeña.
Besó mi frente y me acurrucó contra mi pecho. Aún así, por mucha paz que hubiese, los nervios no ayudaban a hacer que me durmiese.
Sobre las diez de la mañana, una enfermera vino a avisar.
- Ya pueden hacer visitas a los pacientes hasta la hora de comer.
Con un poco más de ánimo, nos dirigimos a la habitación donde la habían ingresado e intentamos pasar todos, pero un doctor que estaba dentro nos lo impidió.
- Lo siento, hay un máximo de cinco personas por cada visita.
Así que sólo podíamos entrar de cinco en cinco... pues qué suerte, sí, genial vamos. Quisimos hacer entrar antes a Louis, pero dijo que él prefería entrar sólo al final.
~~Narrador: Louis~~
Quería decirle todo lo que me pasaba sin que nadie más me oyera. Ninguno de los chicos lo sabía ni nunca me habían insinuado mucho sobre Chloe. La verdad, intentaba disimular bastante que me gustaba. Incluso a veces quería engañarme a mí mismo, pero no podía. Esperé paciente mientras que entraban los demás, y me dejaron casi una hora entera para mí sólo con Chloe. Tuve suerte, ya que no había ningún otro paciente en la habitación, por lo que podía hablar sin problema.
Me senté en un pequeño sillón al lado de su cama y la observé durante uno o dos minutos antes de comenzar mi monólogo casi encharcado en lágrimas.
- Chloe. Sé que no me estás escuchando, pero necesito decirte algo. Y soy tan cobarde que no me atreví a decírtelo mientras estabas bien, y no sé si podré hacerlo algún día si te pones bien... He estado mucho tiempo guardándomelo dentro, y eso no es nada bueno, así que necesito soltarlo ya... Chloe, te quiero. De verdad, eres una chica estupenda, divertida y... muy guapa. Y soy idiota por no habértelo dicho nunca y estar aquí hablando solo... Nunca... - mis palabras se veían cortadas por los sollozos.- nunca me olvidaré de ti. Lo juro. Y, te pase lo que te pase, te pongas bien o no, tú siempre serás la primera chica que de verdad llegó a mi corazón. Y te quiero, te quiero muchísimo. Sé que no me estás escuchando pero...
Entonces una ligera risa se oyó en la habitación mientras yo mantenía mi cabeza hundida en mis manos.
- ¿Chloe? - pregunté esperanzado. Pero su cara parecía no haberse movido.
Me pareció muy extraño, por lo que miré a todos lados, y entonces, la volví a escuchar.
- Chloe, si eres tú no tiene gracia...
Y entonces, la vi abrir un poco los ojos con dificultad.
- No eres muy listo, Tomlinson.
- ¡Chloe! Pero... ¡ah! ¿Cuánto llevas despierta?
- Lo suficiente para saber que eres demasiado tierno.
No me lo podía creer. Me había escuchado decir aquellas cosas mientras yo creía que ella nunca llegaría a saberlo.
- Pero... si tú estabas... y... dios, qué lío.
Me eché hacia atrás, reclinándome en el sillón y mirando al techo.
Ella rió de nuevo y una fuerte tos lo siguió.
- Louis, de verdad, no tienes que sentirte confuso ni avergonzado ni nada por el estilo. Me ha parecido muy bonito lo que has dicho aunque pensaras que yo no te escuchaba. Es más, eso lo hace aún más tierno.
Me sonrió mientras me miraba a los ojos y yo no pude evitar sonreír también.
- Necesitaba soltarlo de una vez, no podía seguir ocultándolo por más tiempo, y menos a mí mismo. Oye, ¿ellos sabían que estabas despierta? - dije señalando a la puerta.
- No. Cuando ellos entraron pude oírles perfectamente pero por alguna extraña razón no podía abrir los ojos ni decirles nada... Fue una sensación extraña.
Ella intentó moverse, pero hizo una mueca de dolor y decidió quedarse quieta.
~~Narrador: Chloe~~
Me dolía absolutamente todo, como si me hubiera pasado un camión por encima unas cincuenta veces seguidas. No podía mover un sólo músculo, porque sino el dolor era el triple de intenso.
- No, no. No hagas esfuerzos. A ver, entonces, ¿me quieres decir que te has despertado cuando he entrado yo?
- Bueno, en realidad en mitad de tu monólogo... - reí ligeramente, mirando al techo.- O eso creo. Al menos, ya habías empezado.
- Me da miedo lo que hayas podido oír...
- No seas tonto. No sabías las ganas que tenía de levantarme y abrazarte, pero, como puedes suponer, me duelen hasta las uñas de los pies.
- Me lo supongo, sí...
Después de unos segundos de incómodo silencio, decidí hablar yo.
- Louis, lo que te quería decir es que... me voy a poner bien, y fuera de este hospital, quiero que me repitas eso que me has dicho para poder responderte en condiciones.
- No sé si voy a poder...
- Louis Tomlinson, te ordeno que me lo digas nada más salga de este sitio. Que por cierto, es horrible. Me siento como en una de esas series trágicas...
Él soltó una pequeña carcajada, intentando no hacer mucho ruido.
- Oye, ¿quieres que avise a los demás de que estás despierta? En poco tiempo ya nos tenemos que ir y quizás quieran verte.
- Vale. Pero no tardes.
- Tranquila.
Me sonrió por última vez y salió por aquella puerta blanca como la nieve.
Aquel lugar era frío y no me gustaba. Un montón de cables me rodeaban y vi cómo había una aguja clavada en cada uno de mi antebrazos. Al principio me asusté un poco, pero luego me relajé. Supuse que aquella maquinaria haría el trabajo duro.
Unos escasos minutos después, todos estaban dispuestos a entrar, pero el doctor les había dicho que no podían entrar todos a la vez, así que, para no hacer una diferencia, me saludaron desde la puerta.
- ¡Chloe! - gritaron las chicas.
- Nos alegramos mucho de que hayas despertado - me dijo Niall guiñándome un ojo.
- Ponte bien pronto, eh. - dijo Harry con una estupenda sonrisa.
- Gracias, chicos - les respondí a todos.
- Bueno, te dejamos con Lou. Cuídala bien - le dijo Kelly dándole un golpecito en el hombro.- Nosotros nos vamos a fuera. Cuando termines, Louis, nos vamos para el hotel.
- Vale - respondió él sonriendo hacia mí.
Entró y cerró la puerta detrás de él.
- También tendría que avisar a un médico, ¿no te parece?
- Puede... - reí y miré hacia la puerta, la cual se abrió de repente.
- ¡Anda! - exclamó la enfermera que había entrado.- ¡Pero si te has despierto! Venía a avisar de que quedan quince minutos de visita. En nada tendrás que irte. - dijo mirando hacia Louis.
- Oh, sí sí, sin problema. Estaré atento.
- Chloe, ¿te duele algo?
- Estoy echa polvo...
- Tendrás que quedarte ingresada unos días más, pero vas a estar bien.
- Me alegra oírlo - respondí con una pequeña sonrisa, muy aliviada.
- Bueno, os dejo hasta que se acabe la visita y luego vuelvo para hacerte unos análisis.
- Vale.
Aquella enfermera parecía muy simpática. Y además, parece ser que fue la que me atendió cuando llegué inconsciente al hospital.
Al principio, con el impacto del coche, no me había desmayado, me acordaba perfectamente de los segundos siguientes.
Gritos de gente, los brazos de Louis elevándome en el aire, las chicas intentando que les oyera. Yo tenía los ojos ya medio cerrados completamente y, en pocos segundos, me desmayé.
El tiempo se me estaba haciendo eterno, pero no pensaba moverme de allí hasta que me dejaran ver a mi amiga. A saber lo que podría pasarle... ¿y si entraba en coma? No podía ni pensarlo.
En las sillas de la incómoda sala de espera me sentía mucho más cansada de lo que realmente estaba. Dejé caer mi cabeza suavemente sobre el hombro de Niall y cerré los ojos mientras notaba cómo él me besaba la parte alta de la cabeza. No llegué a dormirme en ningún momento, pero así me sentía más relajada. Harry y Taylor llegaron a dormirse apoyados el uno contra el otro, igual que Zayn y Audrey, pero el resto no pudimos dormir en toda la noche. Todo estaba en silencio. Decidí escuchar un poco de música con mis cascos puestos. La primera canción que salió, ya que estaban en reproducción aleatoria, fue More Than This. Un poco deprimente para estar en un hospital, pero me limité a escuchar. No tenía el volumen muy alto, así que, de repente, oí cantar muy bajito a Niall al mismo tiempo que se reproducía la música. Le miré un tanto extrañada pero sonriendo, y a él se le escapó una ligera risa.
- ¿Lo estás escuchando? - le pregunté.
- Sí, pero muy bajito. Eso es porque estás muy cerca de mí, no creo que los demás lo oigan.
- Ahora que lo has cantado creo que ya se han enterado.
Ambos reímos intentando no hacer mucho ruido. Él me rodeó con los brazos y me hizo sentirme más reconfortada. Volví a mirarle a los ojos y le besé sin previo aviso, en un beso largo pero lento y dulce, el cual pareció seguirme sin rechistar.
- Te quiero - le susurré.
- Y yo a ti, pequeña.
Besó mi frente y me acurrucó contra mi pecho. Aún así, por mucha paz que hubiese, los nervios no ayudaban a hacer que me durmiese.
Sobre las diez de la mañana, una enfermera vino a avisar.
- Ya pueden hacer visitas a los pacientes hasta la hora de comer.
Con un poco más de ánimo, nos dirigimos a la habitación donde la habían ingresado e intentamos pasar todos, pero un doctor que estaba dentro nos lo impidió.
- Lo siento, hay un máximo de cinco personas por cada visita.
Así que sólo podíamos entrar de cinco en cinco... pues qué suerte, sí, genial vamos. Quisimos hacer entrar antes a Louis, pero dijo que él prefería entrar sólo al final.
~~Narrador: Louis~~
Quería decirle todo lo que me pasaba sin que nadie más me oyera. Ninguno de los chicos lo sabía ni nunca me habían insinuado mucho sobre Chloe. La verdad, intentaba disimular bastante que me gustaba. Incluso a veces quería engañarme a mí mismo, pero no podía. Esperé paciente mientras que entraban los demás, y me dejaron casi una hora entera para mí sólo con Chloe. Tuve suerte, ya que no había ningún otro paciente en la habitación, por lo que podía hablar sin problema.
Me senté en un pequeño sillón al lado de su cama y la observé durante uno o dos minutos antes de comenzar mi monólogo casi encharcado en lágrimas.
- Chloe. Sé que no me estás escuchando, pero necesito decirte algo. Y soy tan cobarde que no me atreví a decírtelo mientras estabas bien, y no sé si podré hacerlo algún día si te pones bien... He estado mucho tiempo guardándomelo dentro, y eso no es nada bueno, así que necesito soltarlo ya... Chloe, te quiero. De verdad, eres una chica estupenda, divertida y... muy guapa. Y soy idiota por no habértelo dicho nunca y estar aquí hablando solo... Nunca... - mis palabras se veían cortadas por los sollozos.- nunca me olvidaré de ti. Lo juro. Y, te pase lo que te pase, te pongas bien o no, tú siempre serás la primera chica que de verdad llegó a mi corazón. Y te quiero, te quiero muchísimo. Sé que no me estás escuchando pero...
Entonces una ligera risa se oyó en la habitación mientras yo mantenía mi cabeza hundida en mis manos.
- ¿Chloe? - pregunté esperanzado. Pero su cara parecía no haberse movido.
Me pareció muy extraño, por lo que miré a todos lados, y entonces, la volví a escuchar.
- Chloe, si eres tú no tiene gracia...
Y entonces, la vi abrir un poco los ojos con dificultad.
- No eres muy listo, Tomlinson.
- ¡Chloe! Pero... ¡ah! ¿Cuánto llevas despierta?
- Lo suficiente para saber que eres demasiado tierno.
No me lo podía creer. Me había escuchado decir aquellas cosas mientras yo creía que ella nunca llegaría a saberlo.
- Pero... si tú estabas... y... dios, qué lío.
Me eché hacia atrás, reclinándome en el sillón y mirando al techo.
Ella rió de nuevo y una fuerte tos lo siguió.
- Louis, de verdad, no tienes que sentirte confuso ni avergonzado ni nada por el estilo. Me ha parecido muy bonito lo que has dicho aunque pensaras que yo no te escuchaba. Es más, eso lo hace aún más tierno.
Me sonrió mientras me miraba a los ojos y yo no pude evitar sonreír también.
- Necesitaba soltarlo de una vez, no podía seguir ocultándolo por más tiempo, y menos a mí mismo. Oye, ¿ellos sabían que estabas despierta? - dije señalando a la puerta.
- No. Cuando ellos entraron pude oírles perfectamente pero por alguna extraña razón no podía abrir los ojos ni decirles nada... Fue una sensación extraña.
Ella intentó moverse, pero hizo una mueca de dolor y decidió quedarse quieta.
~~Narrador: Chloe~~
Me dolía absolutamente todo, como si me hubiera pasado un camión por encima unas cincuenta veces seguidas. No podía mover un sólo músculo, porque sino el dolor era el triple de intenso.
- No, no. No hagas esfuerzos. A ver, entonces, ¿me quieres decir que te has despertado cuando he entrado yo?
- Bueno, en realidad en mitad de tu monólogo... - reí ligeramente, mirando al techo.- O eso creo. Al menos, ya habías empezado.
- Me da miedo lo que hayas podido oír...
- No seas tonto. No sabías las ganas que tenía de levantarme y abrazarte, pero, como puedes suponer, me duelen hasta las uñas de los pies.
- Me lo supongo, sí...
Después de unos segundos de incómodo silencio, decidí hablar yo.
- Louis, lo que te quería decir es que... me voy a poner bien, y fuera de este hospital, quiero que me repitas eso que me has dicho para poder responderte en condiciones.
- No sé si voy a poder...
- Louis Tomlinson, te ordeno que me lo digas nada más salga de este sitio. Que por cierto, es horrible. Me siento como en una de esas series trágicas...
Él soltó una pequeña carcajada, intentando no hacer mucho ruido.
- Oye, ¿quieres que avise a los demás de que estás despierta? En poco tiempo ya nos tenemos que ir y quizás quieran verte.
- Vale. Pero no tardes.
- Tranquila.
Me sonrió por última vez y salió por aquella puerta blanca como la nieve.
Aquel lugar era frío y no me gustaba. Un montón de cables me rodeaban y vi cómo había una aguja clavada en cada uno de mi antebrazos. Al principio me asusté un poco, pero luego me relajé. Supuse que aquella maquinaria haría el trabajo duro.
Unos escasos minutos después, todos estaban dispuestos a entrar, pero el doctor les había dicho que no podían entrar todos a la vez, así que, para no hacer una diferencia, me saludaron desde la puerta.
- ¡Chloe! - gritaron las chicas.
- Nos alegramos mucho de que hayas despertado - me dijo Niall guiñándome un ojo.
- Ponte bien pronto, eh. - dijo Harry con una estupenda sonrisa.
- Gracias, chicos - les respondí a todos.
- Bueno, te dejamos con Lou. Cuídala bien - le dijo Kelly dándole un golpecito en el hombro.- Nosotros nos vamos a fuera. Cuando termines, Louis, nos vamos para el hotel.
- Vale - respondió él sonriendo hacia mí.
Entró y cerró la puerta detrás de él.
- También tendría que avisar a un médico, ¿no te parece?
- Puede... - reí y miré hacia la puerta, la cual se abrió de repente.
- ¡Anda! - exclamó la enfermera que había entrado.- ¡Pero si te has despierto! Venía a avisar de que quedan quince minutos de visita. En nada tendrás que irte. - dijo mirando hacia Louis.
- Oh, sí sí, sin problema. Estaré atento.
- Chloe, ¿te duele algo?
- Estoy echa polvo...
- Tendrás que quedarte ingresada unos días más, pero vas a estar bien.
- Me alegra oírlo - respondí con una pequeña sonrisa, muy aliviada.
- Bueno, os dejo hasta que se acabe la visita y luego vuelvo para hacerte unos análisis.
- Vale.
Aquella enfermera parecía muy simpática. Y además, parece ser que fue la que me atendió cuando llegué inconsciente al hospital.
Al principio, con el impacto del coche, no me había desmayado, me acordaba perfectamente de los segundos siguientes.
Gritos de gente, los brazos de Louis elevándome en el aire, las chicas intentando que les oyera. Yo tenía los ojos ya medio cerrados completamente y, en pocos segundos, me desmayé.
domingo, 8 de enero de 2012
Capítulo 38.
~~Narrador: Harry~~
Eso ya era desesperante. Necesitaba volver a besarla, pero no como había pasado hacía unas horas, no. Sino sabiendo que ella también quería, sabiendo que ella me correspondería.
- Taylor, no puedo más. Lo dejo a tu elección... ¿De verdad no quieres volver a verme? Porque si es así me voy...
Ella se pasó una mano por la frente y la cabeza, apartando su pelo de delante de la cara. También le estaba costando. ¡Vamos, no engañaba a nadie! Yo sabía que aún me quería.
- No sé qué hacer, Harry. - dijo mientras se levantaba de la cama.- Yo... te sigo queriendo, eso no puedo negarlo. ¿Pero quién me garantiza que no va a pasar nada con Hollie?
- Taylor, que no-- Espera. ¿Has dicho que aún me quieres? - dije poniéndome una mano en el pecho.
- Sí.
No pude evitar que se me dibujara una pequeña sonrisa en la cara. Al fin lo había dicho.
- ¿Entonces cuál es el problema?
- El problema es esa guitarrista, ¡me pone de los nervios!
- Lo que te pone es celosa.
- ¡Pues claro! ¿A ti te haría gracia que de repente apareciera mi ex y yo me pusiera en plan cariñoso con él?
- Visto así...
- Así y de cualquier forma, Harry.
- Te entiendo. Pero tienes que confiar en mí, por favor.
- ¿Cómo quieres que--
Cuando la cogí por la cintura para acercarla a mí, paró de hablar de repente, por lo que aproveché para decirle todo lo que tenía dentro.
- Taylor, cierra la maldita boca y bésame ya.
Ella me miró durante unos segundos aguantando la risa, pero finalmente la dejó salir. ¡Lo había conseguido! Posó sus manos en mis hombros y clavó su mirada en mis ojos.
- No sé cómo lo haces, pero es imposible resistirse a tus encantos.
Por fin pude posar mis labios en los suyos sabiendo que ella también quería. Por fin podía enredar nuestras lenguas sabiendo que no se resistiría. Noté cómo un calor agradable y estupendo se apoderaba de mi cuerpo, sentía la necesidad de volver a hacerla mía y asegurarme de que no la perdería. Sentía ese impulso que intentaba apoderarse de mis actos de desnudarla de nuevo, pero no lo iba a hacer. Al menos, no esa noche.
~~Narrador: Taylor~~
Por fin me había decidido. La verdad, no había sido para tanto. Había hecho un drama de nada. Pero es que le quería demasiado como para que no me afectara... Era como una necesidad. Cuando me aparté de él, no pude evitar perderme en sus ojos.
- Te amo, recuérdalo.- me susurró.
- Lo recordaré siempre.
- ¿Lo prometes?
- Por supuesto.
- ¿Y vas a confiar en mí?
- Supongo...
- ¿Supones?
- Supongo que puedo. ¿Puedo?
- Tenlo por seguro.
- Entonces lo haré. De quién no me fiaré nunca es de Hollie...
- Pero es nuestra guitarrista, yo no puedo hacer nada.
- Puedes echarla del grupo...
- Tenemos que estar todos los chicos de acuerdo.
- ¿Y tú crees que estarán de acuerdo?
- No lo sé... Además, la única razón que tengo para echarla es que estés celosa.
- ¿Y te parece poco? - dije riendo.
- Sí, porque no tienes razón para estarlo. - dijo él apartando un mechón de mi pelo.
- Harry, Hollie es una chica muy guapa. Podrias caer en cualquier momento... - bajé la mirada, pero él subió mi cara al instante.
- Nunca nadie me gustará más que tú.
Volvió a besarme, esta vez con más intensidad. Ya hacía mucho que tenía sed de sus labios, de sus caricias, de todo él. Era perfecto tal cual. No había que cambiar nada. Bueno sí, una sola cosa. Esa ex que me revolvía la conciencia. La odiaba de tal forma... La rabia se apoderó de mí por un momento y aparté a Harry bruscamente.
- ¿Qué pasa, amor?
- Es que... Pienso en Hollie y me pongo enferma...
- Pues no pienses. Por favor. No quiero estropear esto...
Entonces, sonó el móvil. Era el de Harry.
~~Narrador: Harry~~
Refunfuñé y no tuve más remedio que coger el móvil. Era Louis.
- ¿Diga?
- Harry, ¡tenéis que venir al hospital ya!
- ¿Hospital? ¡¿Pero no hemos tenido ya suficientes desgracias por hoy?!
- ¡Es Chloe! Cruzábamos la carretera, ella se paró porque se había torcido un tobillo y... - sollozó levemente.- La han atropellado.
- ¿Cómo? ¿Pero qué dices?
- Estamos en el hospital, ya la están atendiendo. Pero está inconsciente... Joder, Harry, por favor. Tenéis que venir...
- Vamos para allá.
- ¿Que vamos a dónde? ¿Qué ha pasado? - preguntó Taylor.
Le hice un gesto para que no hablara y se puso una mano en la boca como acto reflejo.
- Gracias.
- Hasta ahora.
- Adiós.
Guardé el móvil y suspiré, subiendo ambas manos a mi cabeza.
- ¿Qué ocurre?
- Un accidente.
- ¿Cómo que un accidente?
- Han atropellado a Chloe y está inconsciente. Vístete, vamos al hospital.
- No no, ¡yo voy así!
Se puso una chaqueta de punto encima y unas converse a la velocidad del rayo.
- ¿Pero cómo vas a ir así en pijama?
- ¡Es mi amiga, Harry! No voy a parar a vestirme. ¡¡Tengo que ir a verla!!
Unas lágrimas se escaparon de sus ojos. La abracé con fuerza y besé su frente.
- No te preocupes, no pasará nada. Vámonos.
Ella cogió su llave y salimos rápidamente. El hospital estaba a quince minutos andando, así que no nos molestamos en esperar a un taxi. Todo el camino llevé a Taylor cogida de la mano, intentando tranquilizarla, convencerla de que no sería nada muy grave. Pero me costaba creerlo hasta a mí mismo.
Cuando llegamos, vimos a todos (Zoey incluída) en la sala de espera.
- ¡Chicos! ¿Dónde está Chloe?
- La han llevado ya a una habitación... pero no nos dejan estar con ella. - me respondió Louis.
El pobre tenía los ojos llorosos, igual que sus amigas.
- Nos quedaremos aquí el tiempo que haga falta - se apresuró a decir Taylor.
- Por supuesto, no lo dudes - respondió Louis.
- No me lo puedo creer... ¿por qué estamos siempre llenos de desgracias? ¿Qué hemos hecho? - dije para todos.
- Culpa mía - dijo Cathy para relajar el ambiente.- Soy gafe.
- Tú lo que eres es tonta - respondió Niall acariciándole el pelo.
Habría que esperar a que nos dejaran visitarla, y las chicas se negarían a volver al hotel. Genial, una noche más pensando en hospitales. Ya no lo soportaba más...
Eso ya era desesperante. Necesitaba volver a besarla, pero no como había pasado hacía unas horas, no. Sino sabiendo que ella también quería, sabiendo que ella me correspondería.
- Taylor, no puedo más. Lo dejo a tu elección... ¿De verdad no quieres volver a verme? Porque si es así me voy...
Ella se pasó una mano por la frente y la cabeza, apartando su pelo de delante de la cara. También le estaba costando. ¡Vamos, no engañaba a nadie! Yo sabía que aún me quería.
- No sé qué hacer, Harry. - dijo mientras se levantaba de la cama.- Yo... te sigo queriendo, eso no puedo negarlo. ¿Pero quién me garantiza que no va a pasar nada con Hollie?
- Taylor, que no-- Espera. ¿Has dicho que aún me quieres? - dije poniéndome una mano en el pecho.
- Sí.
No pude evitar que se me dibujara una pequeña sonrisa en la cara. Al fin lo había dicho.
- ¿Entonces cuál es el problema?
- El problema es esa guitarrista, ¡me pone de los nervios!
- Lo que te pone es celosa.
- ¡Pues claro! ¿A ti te haría gracia que de repente apareciera mi ex y yo me pusiera en plan cariñoso con él?
- Visto así...
- Así y de cualquier forma, Harry.
- Te entiendo. Pero tienes que confiar en mí, por favor.
- ¿Cómo quieres que--
Cuando la cogí por la cintura para acercarla a mí, paró de hablar de repente, por lo que aproveché para decirle todo lo que tenía dentro.
- Taylor, cierra la maldita boca y bésame ya.
Ella me miró durante unos segundos aguantando la risa, pero finalmente la dejó salir. ¡Lo había conseguido! Posó sus manos en mis hombros y clavó su mirada en mis ojos.
- No sé cómo lo haces, pero es imposible resistirse a tus encantos.
Por fin pude posar mis labios en los suyos sabiendo que ella también quería. Por fin podía enredar nuestras lenguas sabiendo que no se resistiría. Noté cómo un calor agradable y estupendo se apoderaba de mi cuerpo, sentía la necesidad de volver a hacerla mía y asegurarme de que no la perdería. Sentía ese impulso que intentaba apoderarse de mis actos de desnudarla de nuevo, pero no lo iba a hacer. Al menos, no esa noche.
~~Narrador: Taylor~~
Por fin me había decidido. La verdad, no había sido para tanto. Había hecho un drama de nada. Pero es que le quería demasiado como para que no me afectara... Era como una necesidad. Cuando me aparté de él, no pude evitar perderme en sus ojos.
- Te amo, recuérdalo.- me susurró.
- Lo recordaré siempre.
- ¿Lo prometes?
- Por supuesto.
- ¿Y vas a confiar en mí?
- Supongo...
- ¿Supones?
- Supongo que puedo. ¿Puedo?
- Tenlo por seguro.
- Entonces lo haré. De quién no me fiaré nunca es de Hollie...
- Pero es nuestra guitarrista, yo no puedo hacer nada.
- Puedes echarla del grupo...
- Tenemos que estar todos los chicos de acuerdo.
- ¿Y tú crees que estarán de acuerdo?
- No lo sé... Además, la única razón que tengo para echarla es que estés celosa.
- ¿Y te parece poco? - dije riendo.
- Sí, porque no tienes razón para estarlo. - dijo él apartando un mechón de mi pelo.
- Harry, Hollie es una chica muy guapa. Podrias caer en cualquier momento... - bajé la mirada, pero él subió mi cara al instante.
- Nunca nadie me gustará más que tú.
Volvió a besarme, esta vez con más intensidad. Ya hacía mucho que tenía sed de sus labios, de sus caricias, de todo él. Era perfecto tal cual. No había que cambiar nada. Bueno sí, una sola cosa. Esa ex que me revolvía la conciencia. La odiaba de tal forma... La rabia se apoderó de mí por un momento y aparté a Harry bruscamente.
- ¿Qué pasa, amor?
- Es que... Pienso en Hollie y me pongo enferma...
- Pues no pienses. Por favor. No quiero estropear esto...
Entonces, sonó el móvil. Era el de Harry.
~~Narrador: Harry~~
Refunfuñé y no tuve más remedio que coger el móvil. Era Louis.
- ¿Diga?
- Harry, ¡tenéis que venir al hospital ya!
- ¿Hospital? ¡¿Pero no hemos tenido ya suficientes desgracias por hoy?!
- ¡Es Chloe! Cruzábamos la carretera, ella se paró porque se había torcido un tobillo y... - sollozó levemente.- La han atropellado.
- ¿Cómo? ¿Pero qué dices?
- Estamos en el hospital, ya la están atendiendo. Pero está inconsciente... Joder, Harry, por favor. Tenéis que venir...
- Vamos para allá.
- ¿Que vamos a dónde? ¿Qué ha pasado? - preguntó Taylor.
Le hice un gesto para que no hablara y se puso una mano en la boca como acto reflejo.
- Gracias.
- Hasta ahora.
- Adiós.
Guardé el móvil y suspiré, subiendo ambas manos a mi cabeza.
- ¿Qué ocurre?
- Un accidente.
- ¿Cómo que un accidente?
- Han atropellado a Chloe y está inconsciente. Vístete, vamos al hospital.
- No no, ¡yo voy así!
Se puso una chaqueta de punto encima y unas converse a la velocidad del rayo.
- ¿Pero cómo vas a ir así en pijama?
- ¡Es mi amiga, Harry! No voy a parar a vestirme. ¡¡Tengo que ir a verla!!
Unas lágrimas se escaparon de sus ojos. La abracé con fuerza y besé su frente.
- No te preocupes, no pasará nada. Vámonos.
Ella cogió su llave y salimos rápidamente. El hospital estaba a quince minutos andando, así que no nos molestamos en esperar a un taxi. Todo el camino llevé a Taylor cogida de la mano, intentando tranquilizarla, convencerla de que no sería nada muy grave. Pero me costaba creerlo hasta a mí mismo.
Cuando llegamos, vimos a todos (Zoey incluída) en la sala de espera.
- ¡Chicos! ¿Dónde está Chloe?
- La han llevado ya a una habitación... pero no nos dejan estar con ella. - me respondió Louis.
El pobre tenía los ojos llorosos, igual que sus amigas.
- Nos quedaremos aquí el tiempo que haga falta - se apresuró a decir Taylor.
- Por supuesto, no lo dudes - respondió Louis.
- No me lo puedo creer... ¿por qué estamos siempre llenos de desgracias? ¿Qué hemos hecho? - dije para todos.
- Culpa mía - dijo Cathy para relajar el ambiente.- Soy gafe.
- Tú lo que eres es tonta - respondió Niall acariciándole el pelo.
Habría que esperar a que nos dejaran visitarla, y las chicas se negarían a volver al hotel. Genial, una noche más pensando en hospitales. Ya no lo soportaba más...
sábado, 7 de enero de 2012
Capítulo 37.
~~Narrador: Harry~~
No me explicaba por qué había pasado eso. Ahora estaba delante de toda aquella masa de gente, todos igual de confusos que yo. Cathy y las demás chicas se quedaron expectantes, mirándome a mi y a la puerta una y otra vez, pero no fueron a buscarla. Audrey me hizo un gesto con la cabeza para que la fuese a buscar, ¡pero estaba en medio de un concierto! ¡No podía!
- Harry... - Niall se acercó a mí y me habló al oído.- Vete a buscarla.
- Pero... ¿y el concierto? No podemos dejar a todas estas chicas tiradas...
- Nosotros seguiremos, no te preocupes.
- ¿En serio? ¡Gracias, Niall! De verdad.
Dejé el micrófono y bajé a la velocidad de un rayo para ir a buscarla. Cuando estuve fuera, no la veía por ninguna parte.
- ¡Taylor! - grité alto y fuerte, pero no aparecía.- ¡Taylor, por favor!
Anduve unos cuantos metros, gritando su nombre y viendo cómo la gente me miraba para que me callara. Pero no lo iba a hacer. Comencé a llorar sin hacer ruido, simplemente dejé caer las lágrimas y miré hacia todos lados. No estaba allí, y yo me estaba muriendo por dentro. ¡Cómo había podido ser tan estúpido! Acercarme a Hollie no había sido una buena idea... Aquella representación había resultado un desastre, y seguramente ahora Hollie estaría frotándose las manos por su "gran trabajo".
De repente, en un callejón oscuro y un poco maloliente debido a los cubos de basura, distinguí una figura femenina apoyada contra la pared, con las manos sobre su rostro. Después de mirarla unos segundos la reconocí; era ella, Taylor. Mi Taylor. Casi no me atrevía a acercarme a ella de lo avergonzado que estaba. La verdad, había estado mal. Me había pasado con ella.
- Taylor... - dije casi sin aliento.
Ella levantó la cabeza para saber quién era, pero en cuanto me reconoció, giró su cabeza hacia el otro lado.
- Taylor, por favor... Mírame al menos.
Me acerqué un poco más a ella, pero seguía sin hacerme caso.
- En serio, siento lo que ha pasado... Es por Hollie, ¿verdad?
- Déjame en paz, Harry.
- No me digas eso, cielo.
- ¡No me llames así! - gritó entre sollozos.
Ya no sabía qué hacer. Era un capullo, un cabrón, un gilipollas, un idiota, un imbécil y un completo inútil. Una chica como ella no se merecía a alguien como yo. Era ella demasiado buena.
- Taylor, de verdad que lo siento.
- Sientes haberme conocido, ¿verdad? - oí cómo se reía con ironía, pero aún estaba llorando.
- ¡¡No!! - necesité gritar todo lo que pude, sentía que debería hacerlo.- ¡Nunca más vuelvas a decir eso!
Entonces sí necesité acercarme más a ella hasta estar en frente suya.
- Harry... vete. No intentes arreglarlo.
- No pienso irme de aquí sin antes besarte, aunque sea por última vez.
- Vete, Harry. Lo digo en serio.
- Yo también hablo en serio.
Sus ojos color café se clavaron en los míos. Me atravesaron como espadas. Se notaba lo enfadada y a la vez lo triste que estaba.
- Harry, si pretendes que te perdone no...
No la dejé terminar. Posé mis labios sobre los suyos, agarrándola por sus delicados brazos. Al principio pareció resistirse, pero luego se dejó hacer. Aunque algo parecía no ir bien. Ella no me correspondía. Me separé y la miré durante unos segundos sin decir nada.
- Por mucho que me beses, ya no va a significar lo mismo.
- Taylor, de verdad que no tengo nada con Hollie. ¡Te lo juro!
- ¡Pues no lo parecía encima del escenario!
Volvió a llorar. Posó de nuevo sus manos sobre su cara para tapar las lágrimas, pero yo las separé con cuidado y la miré a los ojos.
- No tengo nada, absolutamente nada que ocultarte. Y no voy a volver con Hollie. Pero si piensas que es lo mejor, entonces me voy, hay chicas esperando a que siga un concierto.
Me di la vuelta y caminé por donde había venido. Quizás no era lo mejor ni para ella ni para mí, pero si ella no me quería a su lado, no me tendría.
Cuando volví dentro, por suerte las fans me dejaron pasar sin mucha dificultad. Será que ellas también tienen su corazoncito.
- ¿Estás mejor? - me preguntó Louis.
- Sí, no te preocupes. No he conseguido traerla, pero ya me he calmado.
- Bien. - me dio un golpe en la espalda suave a modo de tranquilizante y volví a coger el micrófono.
- ¡¿Preparados para la vuelta de Harry?!
Oí los gritos y me hicieron sonreír, así que empezamos con la siguiente canción.
~~Narrador: Taylor~~
No pensaba volver. ¿Para qué? ¿Para suplicarle? Estaríamos mejor así por un tiempo.
Pero me dolía, porque yo en realidad le seguía amando igual que antes. El beso, aquel magnífico beso que me había dado hacía sólo unos escasos minutos... Me había costado mucho no corresponderle, pero debía mantenerme firme y segura.
Cogí el móvil y le conecté los cascos para oír "Same Mistakes". Era masoquista por escuchar aquella canción en ese momento. Antes de guardar el teléfono, le mandé un sms a Cathy, que se lo estaría pasando genial en el concierto, claro.
"Cojo un taxi para el hotel. No pienso volver al concierto... lo siento. Os espero alli."
Vi pasar a un taxi sin gente, por lo que hice gestos para que parara. Y por suerte para mí, lo hizo.
Le indiqué el lugar al conductor. El viaje no tardó más de veinte minutos y le pagué aquella poca cantidad antes de bajar.
Me dolía mucho pensar en lo que había pasado, pero no se me iba de la cabeza. Subí a la habitación ya en el ascensor que habían arreglado después de aquel día. Aquel perfecto día... En cuanto vi el lugar donde Harry me había acorralado, donde sentí su primer beso, me abarcaron un montón de sentimientos juntos y sonreí mientras las lágrimas inundaban mis ojos. Aquellos recuerdos eran tan bonitos... Y los perdería todos por ser estúpida y por una guitarrista entrometida. Ah sí, y un novio imbécil. Una vez en la habitación, me cambié para ponerme el pijama y me metí en cama aún con el móvil en la mano. Era temprano y no tenía sueño. Me conecté al wi-fi del hotel y me metí en twitter. Muchas directioners tuiteaban desde sus Blackberrys o iPhones sobre el concierto, lo que me hacía deprimirme más. "Van a empezar Stole my heart! <3", decía una. "Amo a Harry en sus solos xx", decía otra. Yo ya no podía más. Apagué el móvil e intenté dormir, pero era casi imposible. Cuando por fin lo conseguí, tuve una terrible pesadilla.
Harry me había llevado a una fiesta. Yo miraba a todos lados buscando a chicas conocidas, especialmente a Cathy, Audrey, Chloe y Kelly. Y finalmente las encontré. Pero todas estaban demasiado "ocupadas". Chloe por fin había conseguido algo con Louis, y Zoey estaba mirándoles desde lejos. Y Kelly también estaba con Liam. La fiesta era en la playa, un bonito día casi a la puesta de sol. Harry me había invitado a un baño y yo me quitaba el vestido playero para quedarme tapada simplemente por un bikini. De repente, Harry ya estaba esperándome en la orilla con un bañador que le llegaba hasta las rodillas. Una vez dentro del agua, Harry salía. "Ahora vuelvo", me decía al oído. Mientras esperaba, notaba una fuerte presión hacia abajo, algo tiraba de mí. Entonces, Hollie aparecía de la nada e iba al lado de Harry. Mientras yo gritaba. "¡Harry, Harry!" pidiendo ayuda. Pero él no me escuchaba. Veía cómo la besaba y se reía con ella. Las chicas sí me miraron desde la orilla, pero no venían a por mí. Le gritaban a Harry, pero él hacía caso omiso a sus palabras. Finalmente, aquella fuerza acabó por arrastrarme al fondo.
Me desperté empapada en sudor en medio de la noche. Eran las tres de la madrugada y las chicas aún no habían llegado. Mi corazón palpitaba a un ritmo sorprendente, jamás había estado así. Entonces, un sonido de llaves. Y cuando cruzaron la puerta de la habitación, me llevé una no grata sorpresa.
- ¡Harry! ¿Que estás haciendo aquí? - lo miré durante unos segundos, expectante, aún con la respiración agitada.- ¡Vete!
- No.
- ¿Cómo tienes esa llave?
- Me la ha dejado Cathy - dijo poniéndola encima de la mesilla.- Se ve que ella quiere que lo arreglemos.
- Cathy... - murmuré con ira.- Pues me da igual lo que piense ella, vete de aquí.
Me levanté de la cama, con cuidado de no golpearme la cabeza con la litera de arriba.
- ¿Te ha pasado algo? Estás nerviosa...
- No. Nada.
- Taylor... en serio. Mírate. Estás... estás muy sudada. ¿Qué ha pasado?
- Ha sido una pesadilla. ¿Ahora puedes irte, por favor?
- ¿Qué pesadilla?
- Harry, ¡¡que te vayas!!
- No me vas a echar de aquí tan fácilmente - dijo sentándose en la cama de Cathy.
Parecía que tenía ganas de jugar.
- Harold Edward Styles - dije en tono enfadado, muy enfadado - Vete. Ya. No quiero verte. ¿Es que no lo entiendes?
- No.
Suspiré y le miré con el ceño fruncido.
- ¿No te vas a cansar nunca?
- Jamás. - se levantó de la cama y se acercó a mí.- Taylor, tú eres mía. Y de nadie más. Y no voy a dejar que te vayas.
- ¿Dónde están los demás? - dije echando un pie hacia atrás para alejarme de él, lo que casi me hace caer de nuevo en la cama.
- Por ahí. Tranquila que no se pierden.
Volvió a acercarse a mí, esta vez demasiado. Puse las dos manos en su pecho para apartarlo, pero fui yo la que terminó tropezando y cayendo hacia atrás. Por acto reflejo, agarré su camisa para no caerme, pero él terminó encima de mí.
Le miré con ojos abiertos como platos. El sudor aún empapaba mi cara y mi cuello, y algunos de los mechones de mi cara, que se pegaban y eran muy molestos. Respiraba agitadamente, al igual que él, demasiado cerca de su boca. Humedecí mis labios y me mordí el inferior, mirándole a los ojos. Por un momento quise besarle, hasta él se inclinó hacia mí como leyéndome la mente, pero eché mi cabeza hacia atrás y lo aparté unos centímetros empujándolo con poca fuerza.
- No. - dije con un hilo de voz.
Pero él parecía no hacerme caso. Se inclinó hacia mí y yo giré la cara. Se paró unos instantes, pero terminó besándome la mejilla. Eso hizo estremecerme. Aunque intentara aparentar que no me importaba, no era cierto. Sí me importaba. Lo quería más que a mi vida. Pero seguía muy enfadada por lo que había pasado en el concierto.
Se levantó y me dejó espacio para incorporarme y sentarme como era debido en la cama. No sabíamos qué decir, todo era tan confuso... Quería levantarme, abrazarle con todas mis fuerzas y volver a sentir sus labios. Pero no podía.
No me explicaba por qué había pasado eso. Ahora estaba delante de toda aquella masa de gente, todos igual de confusos que yo. Cathy y las demás chicas se quedaron expectantes, mirándome a mi y a la puerta una y otra vez, pero no fueron a buscarla. Audrey me hizo un gesto con la cabeza para que la fuese a buscar, ¡pero estaba en medio de un concierto! ¡No podía!
- Harry... - Niall se acercó a mí y me habló al oído.- Vete a buscarla.
- Pero... ¿y el concierto? No podemos dejar a todas estas chicas tiradas...
- Nosotros seguiremos, no te preocupes.
- ¿En serio? ¡Gracias, Niall! De verdad.
Dejé el micrófono y bajé a la velocidad de un rayo para ir a buscarla. Cuando estuve fuera, no la veía por ninguna parte.
- ¡Taylor! - grité alto y fuerte, pero no aparecía.- ¡Taylor, por favor!
Anduve unos cuantos metros, gritando su nombre y viendo cómo la gente me miraba para que me callara. Pero no lo iba a hacer. Comencé a llorar sin hacer ruido, simplemente dejé caer las lágrimas y miré hacia todos lados. No estaba allí, y yo me estaba muriendo por dentro. ¡Cómo había podido ser tan estúpido! Acercarme a Hollie no había sido una buena idea... Aquella representación había resultado un desastre, y seguramente ahora Hollie estaría frotándose las manos por su "gran trabajo".
De repente, en un callejón oscuro y un poco maloliente debido a los cubos de basura, distinguí una figura femenina apoyada contra la pared, con las manos sobre su rostro. Después de mirarla unos segundos la reconocí; era ella, Taylor. Mi Taylor. Casi no me atrevía a acercarme a ella de lo avergonzado que estaba. La verdad, había estado mal. Me había pasado con ella.
- Taylor... - dije casi sin aliento.
Ella levantó la cabeza para saber quién era, pero en cuanto me reconoció, giró su cabeza hacia el otro lado.
- Taylor, por favor... Mírame al menos.
Me acerqué un poco más a ella, pero seguía sin hacerme caso.
- En serio, siento lo que ha pasado... Es por Hollie, ¿verdad?
- Déjame en paz, Harry.
- No me digas eso, cielo.
- ¡No me llames así! - gritó entre sollozos.
Ya no sabía qué hacer. Era un capullo, un cabrón, un gilipollas, un idiota, un imbécil y un completo inútil. Una chica como ella no se merecía a alguien como yo. Era ella demasiado buena.
- Taylor, de verdad que lo siento.
- Sientes haberme conocido, ¿verdad? - oí cómo se reía con ironía, pero aún estaba llorando.
- ¡¡No!! - necesité gritar todo lo que pude, sentía que debería hacerlo.- ¡Nunca más vuelvas a decir eso!
Entonces sí necesité acercarme más a ella hasta estar en frente suya.
- Harry... vete. No intentes arreglarlo.
- No pienso irme de aquí sin antes besarte, aunque sea por última vez.
- Vete, Harry. Lo digo en serio.
- Yo también hablo en serio.
Sus ojos color café se clavaron en los míos. Me atravesaron como espadas. Se notaba lo enfadada y a la vez lo triste que estaba.
- Harry, si pretendes que te perdone no...
No la dejé terminar. Posé mis labios sobre los suyos, agarrándola por sus delicados brazos. Al principio pareció resistirse, pero luego se dejó hacer. Aunque algo parecía no ir bien. Ella no me correspondía. Me separé y la miré durante unos segundos sin decir nada.
- Por mucho que me beses, ya no va a significar lo mismo.
- Taylor, de verdad que no tengo nada con Hollie. ¡Te lo juro!
- ¡Pues no lo parecía encima del escenario!
Volvió a llorar. Posó de nuevo sus manos sobre su cara para tapar las lágrimas, pero yo las separé con cuidado y la miré a los ojos.
- No tengo nada, absolutamente nada que ocultarte. Y no voy a volver con Hollie. Pero si piensas que es lo mejor, entonces me voy, hay chicas esperando a que siga un concierto.
Me di la vuelta y caminé por donde había venido. Quizás no era lo mejor ni para ella ni para mí, pero si ella no me quería a su lado, no me tendría.
Cuando volví dentro, por suerte las fans me dejaron pasar sin mucha dificultad. Será que ellas también tienen su corazoncito.
- ¿Estás mejor? - me preguntó Louis.
- Sí, no te preocupes. No he conseguido traerla, pero ya me he calmado.
- Bien. - me dio un golpe en la espalda suave a modo de tranquilizante y volví a coger el micrófono.
- ¡¿Preparados para la vuelta de Harry?!
Oí los gritos y me hicieron sonreír, así que empezamos con la siguiente canción.
~~Narrador: Taylor~~
No pensaba volver. ¿Para qué? ¿Para suplicarle? Estaríamos mejor así por un tiempo.
Pero me dolía, porque yo en realidad le seguía amando igual que antes. El beso, aquel magnífico beso que me había dado hacía sólo unos escasos minutos... Me había costado mucho no corresponderle, pero debía mantenerme firme y segura.
Cogí el móvil y le conecté los cascos para oír "Same Mistakes". Era masoquista por escuchar aquella canción en ese momento. Antes de guardar el teléfono, le mandé un sms a Cathy, que se lo estaría pasando genial en el concierto, claro.
"Cojo un taxi para el hotel. No pienso volver al concierto... lo siento. Os espero alli."
Vi pasar a un taxi sin gente, por lo que hice gestos para que parara. Y por suerte para mí, lo hizo.
Le indiqué el lugar al conductor. El viaje no tardó más de veinte minutos y le pagué aquella poca cantidad antes de bajar.
Me dolía mucho pensar en lo que había pasado, pero no se me iba de la cabeza. Subí a la habitación ya en el ascensor que habían arreglado después de aquel día. Aquel perfecto día... En cuanto vi el lugar donde Harry me había acorralado, donde sentí su primer beso, me abarcaron un montón de sentimientos juntos y sonreí mientras las lágrimas inundaban mis ojos. Aquellos recuerdos eran tan bonitos... Y los perdería todos por ser estúpida y por una guitarrista entrometida. Ah sí, y un novio imbécil. Una vez en la habitación, me cambié para ponerme el pijama y me metí en cama aún con el móvil en la mano. Era temprano y no tenía sueño. Me conecté al wi-fi del hotel y me metí en twitter. Muchas directioners tuiteaban desde sus Blackberrys o iPhones sobre el concierto, lo que me hacía deprimirme más. "Van a empezar Stole my heart! <3", decía una. "Amo a Harry en sus solos xx", decía otra. Yo ya no podía más. Apagué el móvil e intenté dormir, pero era casi imposible. Cuando por fin lo conseguí, tuve una terrible pesadilla.
Harry me había llevado a una fiesta. Yo miraba a todos lados buscando a chicas conocidas, especialmente a Cathy, Audrey, Chloe y Kelly. Y finalmente las encontré. Pero todas estaban demasiado "ocupadas". Chloe por fin había conseguido algo con Louis, y Zoey estaba mirándoles desde lejos. Y Kelly también estaba con Liam. La fiesta era en la playa, un bonito día casi a la puesta de sol. Harry me había invitado a un baño y yo me quitaba el vestido playero para quedarme tapada simplemente por un bikini. De repente, Harry ya estaba esperándome en la orilla con un bañador que le llegaba hasta las rodillas. Una vez dentro del agua, Harry salía. "Ahora vuelvo", me decía al oído. Mientras esperaba, notaba una fuerte presión hacia abajo, algo tiraba de mí. Entonces, Hollie aparecía de la nada e iba al lado de Harry. Mientras yo gritaba. "¡Harry, Harry!" pidiendo ayuda. Pero él no me escuchaba. Veía cómo la besaba y se reía con ella. Las chicas sí me miraron desde la orilla, pero no venían a por mí. Le gritaban a Harry, pero él hacía caso omiso a sus palabras. Finalmente, aquella fuerza acabó por arrastrarme al fondo.
Me desperté empapada en sudor en medio de la noche. Eran las tres de la madrugada y las chicas aún no habían llegado. Mi corazón palpitaba a un ritmo sorprendente, jamás había estado así. Entonces, un sonido de llaves. Y cuando cruzaron la puerta de la habitación, me llevé una no grata sorpresa.
- ¡Harry! ¿Que estás haciendo aquí? - lo miré durante unos segundos, expectante, aún con la respiración agitada.- ¡Vete!
- No.
- ¿Cómo tienes esa llave?
- Me la ha dejado Cathy - dijo poniéndola encima de la mesilla.- Se ve que ella quiere que lo arreglemos.
- Cathy... - murmuré con ira.- Pues me da igual lo que piense ella, vete de aquí.
Me levanté de la cama, con cuidado de no golpearme la cabeza con la litera de arriba.
- ¿Te ha pasado algo? Estás nerviosa...
- No. Nada.
- Taylor... en serio. Mírate. Estás... estás muy sudada. ¿Qué ha pasado?
- Ha sido una pesadilla. ¿Ahora puedes irte, por favor?
- ¿Qué pesadilla?
- Harry, ¡¡que te vayas!!
- No me vas a echar de aquí tan fácilmente - dijo sentándose en la cama de Cathy.
Parecía que tenía ganas de jugar.
- Harold Edward Styles - dije en tono enfadado, muy enfadado - Vete. Ya. No quiero verte. ¿Es que no lo entiendes?
- No.
Suspiré y le miré con el ceño fruncido.
- ¿No te vas a cansar nunca?
- Jamás. - se levantó de la cama y se acercó a mí.- Taylor, tú eres mía. Y de nadie más. Y no voy a dejar que te vayas.
- ¿Dónde están los demás? - dije echando un pie hacia atrás para alejarme de él, lo que casi me hace caer de nuevo en la cama.
- Por ahí. Tranquila que no se pierden.
Volvió a acercarse a mí, esta vez demasiado. Puse las dos manos en su pecho para apartarlo, pero fui yo la que terminó tropezando y cayendo hacia atrás. Por acto reflejo, agarré su camisa para no caerme, pero él terminó encima de mí.
Le miré con ojos abiertos como platos. El sudor aún empapaba mi cara y mi cuello, y algunos de los mechones de mi cara, que se pegaban y eran muy molestos. Respiraba agitadamente, al igual que él, demasiado cerca de su boca. Humedecí mis labios y me mordí el inferior, mirándole a los ojos. Por un momento quise besarle, hasta él se inclinó hacia mí como leyéndome la mente, pero eché mi cabeza hacia atrás y lo aparté unos centímetros empujándolo con poca fuerza.
- No. - dije con un hilo de voz.
Pero él parecía no hacerme caso. Se inclinó hacia mí y yo giré la cara. Se paró unos instantes, pero terminó besándome la mejilla. Eso hizo estremecerme. Aunque intentara aparentar que no me importaba, no era cierto. Sí me importaba. Lo quería más que a mi vida. Pero seguía muy enfadada por lo que había pasado en el concierto.
Se levantó y me dejó espacio para incorporarme y sentarme como era debido en la cama. No sabíamos qué decir, todo era tan confuso... Quería levantarme, abrazarle con todas mis fuerzas y volver a sentir sus labios. Pero no podía.
viernes, 6 de enero de 2012
Capítulo 36.
~~Narrador: Taylor~~
No sabía lo que me pasaba. Desde que Harry me contó lo de que Hollie era su ex, estaba celosa hasta del más mínimo contacto con una chica. Y aún sabiendo que Zoey era de confianza, me molestaba que fuese a abrazarla. Sonará egoísta, pero Harry era mío, y me negaba a compartirlo con nadie más. Pensaréis que soy tonta y todo lo que queráis, es que... Era algo incontrolable. Cuando ya habías tenido a Harry Styles en tus brazos, era impensable que pudiese llegar a ser de otra.
Zayn y Liam fueron juntos a presentarse a Zoey, la cual estaba loca de alegría. Les pidió fotos, autógrafos... Yo hubiese hecho lo mismo de ser ella. Eran unos chicos increíbles.
Zoey le preguntó a Cathy por Louis. Él siempre había sido su favorito, por lo que estaría aún más nerviosa.
Cuando Louis se acercó después de haber terminado una de las canciones, Zoey le cogió la mano a Cathy.
- Que viene, que viene, ¡que viene! ¿Qué hago?
- Actúa natural. Odian que las fans se pongan histéricas.
- Vale.
Respiró hondo e intentó calmarse, pero aún veía cómo le apretaba la mano a Cath.
- Hey, creo que falto yo. Tú debes de ser Zoey - dijo Louis muy alegre, extendiéndole la mano.
- Sí... - asintió vergonzosa y le estrechó la mano sin mucho entusiasmo.
Louis se acercó a ella para darle un pequeño abrazo y, unos segundos después, soltó una broma de las suyas. Zoey rió a más no poder y siguió hablando con él. Parecían ir a tener una buena relación. Podrían acabar siendo amigos.
~~Narrador: Chloe~~
Por mucho que Zoey fuese mi amiga, sabía que siempre le había encantado Louis, pero yo empezaba a sentir algo por él. Aún no me atrevía a decirle nada ni intentar encariñarme más con él. Pero a ver, entendedme, él era Louis Tomlinson y yo una simple chica de Manchester. No era tan fácil hacer que se fijase en mí. Y quizás Zoey intentaría acercarse a él, y si pasaba eso... ¿qué haría yo? Louis aún no tenía ni idea de que me gustaba. O al menos eso creía yo. Por lo que no rechazaría el acercamiento de una chica como Zoey, sobretodo sabiendo cómo era ella.
Los veía hablar animadamente, y ¿sabéis qué? Me dolía. Él nunca, nunca había estado así de divertido conmigo. Quizás debería incitarlo a hacerlo, pero no, no podía. ¿Por qué era tan estúpida?
Pasaron rápidamente las horas hablando con las chicas y viéndolos ensayar. Cuando sólo faltaba una hora, se fueron al backstage, esperando a que los guardas de seguridad abriesen las puertas para dejar entrar a las fans.
~~Narrador: Cathy~~
Antes de ir a terminar de prepararse, Niall se acercó a mí con una sonrisa y me abrazó con fuerza.
- Suerte - le susurré al oído.
- Gracias, mi amor. Espero que todo salga bien.
- Seguro que sí. Les vais a encantar.
Sonrió de medio lado y me besó con dulzura y lentitud, para disfrutar del momento como se merecía. Me encantaban esos momentos con él, tan cerca, tan perfectos. Unos segundos después, se separó para besar mi frente y dirigirse a la parte trasera del escenario.
Las chicas y yo, incluída Zoey, ya que tenía también asientos de primera fila, nos quedamos delante del escenario, observando cómo iban entrando las fans. Casi se atropellaban las unas a las otras. Tranquilas, que los vais a ver igual, mujeres. Por un momento, creíamos que moriríamos entre la avalancha de chicas que se pusieron en primera fila. Algunas de las fans nos hablaron, ya que nos habían visto fuera con Niall. Nos preguntaron si los conocíamos, y les acabé diciendo que yo salía con Niall. En cuanto lo dije, muchas empezaron a sonreír como unas idiotas pidiéndome mi twitter, que le dijera Niall que las siguiera o que les respondiera, y un montón de cosas así; otras, me miraron con los ojos como platos; y otras se alejaron y comenzaron a odiarme de por vida. Era lo que solía pasar con las típicas "groupies". En fin.
Esperamos impacientes a que salieran, aguantando los gritos histéricos que aquellas chicas.
- ¿Tan molestas éramos nosotras antes? - pregunté desesperada.
- Supongo... Dios, me odio.
- Hahaha, la verdad, es horrible...
Por fin, llegó el gran momento. Un montón de luces iluminaron el escenario y nuestros chicos se elevaron en una plataforma desde debajo del escenario, la cual estaba en el centro. Los chillidos eran ahora aún más perceptibles y ellos sonreían mientras comenzaban a cantar "Everything about you". En su solo, Niall se acercó a mí, cogió mi mano y se puso de rodillas. "Yes, I like the way you smile with your eyes. Other guys see it but they don't realize that is my-my loving There's something about your laugh that makes me wanna have there's nothing funny so we laugh at no-no-nothing". Su voz sonaba melodiosa. Me sonrojé y le besé en la mejilla antes de que volviera a levantarse para cantar con los demás. No olvidaría ese momento jamás.
Zoey cantaba con ellos con todas sus fuerzas, igual que nosotras. Yo en realidad lo hacía para darles ánimos y que supieran que estábamos a su lado.
Cuando terminó la canción, saludaron a todas las fans con un potente grito, lo que les hizo chillar todavía más. La siguiente canción sería "What Makes You Beautiful". Era una de mis canciones favoritas y adoraba oírles cantarla. Sobretodo el solo de Harry. Harry tenía una voz muy bonita y era una parte de la canción que te hacía suspirar.
Entonces, llegó. Ahí estaba su solo. Pero entonces, pasó algo que no fue muy agradable.
~~Narrador: Taylor~~
Estaba deseando escuchar su solo. Pero entonces, Hollie se acercó a él y dejó de tocar la guitarra. Iban a representar la parte del videoclip. Harry estaba tan cerca de ella que me daban ganas de subir y acabar con los dos. No me podía creer que Harry fuese capaz de hacerme aquello. Las lágrimas resabalaban por mis mejillas como cascadas, y veía la atenta mirada de Harry de vez en cuando. Parecía preocupado.
Al terminar la canción, anunciaron la siguiente. "Gotta be you". Qué bien, iba a llorar más.
Antes de que yo pudiera decir nada, Harry se adelantó hacia mí y acercó el micrófono a su boca.
- Y ésta canción quiero que sea para ti, Taylor.
Yo me quedé en blanco, él extendió su mano y yo la cogí. Liam comenzó a cantar su solo mientras Harry me subía al escenario. Eso no podía estar pasando... O sea, que acababa de estar a escasos milímetros de Hollie y ahora pretendía dedicarme una canción. Querida Styles, no iba a ser posible. Cuando comenzó a cantarme, me había sentido tan mal que se acercara tanto a esa zorra (porque es lo que era), que le empujé y no dejé que siguiera. No pude evitar llorar delante de toda aquella gente, la música paró, y muchas de las últimas filas no sabían qué estaba pasando. Me bajé rápidamente del escenario y salí por la puerta principal.
No sabía lo que me pasaba. Desde que Harry me contó lo de que Hollie era su ex, estaba celosa hasta del más mínimo contacto con una chica. Y aún sabiendo que Zoey era de confianza, me molestaba que fuese a abrazarla. Sonará egoísta, pero Harry era mío, y me negaba a compartirlo con nadie más. Pensaréis que soy tonta y todo lo que queráis, es que... Era algo incontrolable. Cuando ya habías tenido a Harry Styles en tus brazos, era impensable que pudiese llegar a ser de otra.
Zayn y Liam fueron juntos a presentarse a Zoey, la cual estaba loca de alegría. Les pidió fotos, autógrafos... Yo hubiese hecho lo mismo de ser ella. Eran unos chicos increíbles.
Zoey le preguntó a Cathy por Louis. Él siempre había sido su favorito, por lo que estaría aún más nerviosa.
Cuando Louis se acercó después de haber terminado una de las canciones, Zoey le cogió la mano a Cathy.
- Que viene, que viene, ¡que viene! ¿Qué hago?
- Actúa natural. Odian que las fans se pongan histéricas.
- Vale.
Respiró hondo e intentó calmarse, pero aún veía cómo le apretaba la mano a Cath.
- Hey, creo que falto yo. Tú debes de ser Zoey - dijo Louis muy alegre, extendiéndole la mano.
- Sí... - asintió vergonzosa y le estrechó la mano sin mucho entusiasmo.
Louis se acercó a ella para darle un pequeño abrazo y, unos segundos después, soltó una broma de las suyas. Zoey rió a más no poder y siguió hablando con él. Parecían ir a tener una buena relación. Podrían acabar siendo amigos.
~~Narrador: Chloe~~
Por mucho que Zoey fuese mi amiga, sabía que siempre le había encantado Louis, pero yo empezaba a sentir algo por él. Aún no me atrevía a decirle nada ni intentar encariñarme más con él. Pero a ver, entendedme, él era Louis Tomlinson y yo una simple chica de Manchester. No era tan fácil hacer que se fijase en mí. Y quizás Zoey intentaría acercarse a él, y si pasaba eso... ¿qué haría yo? Louis aún no tenía ni idea de que me gustaba. O al menos eso creía yo. Por lo que no rechazaría el acercamiento de una chica como Zoey, sobretodo sabiendo cómo era ella.
Los veía hablar animadamente, y ¿sabéis qué? Me dolía. Él nunca, nunca había estado así de divertido conmigo. Quizás debería incitarlo a hacerlo, pero no, no podía. ¿Por qué era tan estúpida?
Pasaron rápidamente las horas hablando con las chicas y viéndolos ensayar. Cuando sólo faltaba una hora, se fueron al backstage, esperando a que los guardas de seguridad abriesen las puertas para dejar entrar a las fans.
~~Narrador: Cathy~~
Antes de ir a terminar de prepararse, Niall se acercó a mí con una sonrisa y me abrazó con fuerza.
- Suerte - le susurré al oído.
- Gracias, mi amor. Espero que todo salga bien.
- Seguro que sí. Les vais a encantar.
Sonrió de medio lado y me besó con dulzura y lentitud, para disfrutar del momento como se merecía. Me encantaban esos momentos con él, tan cerca, tan perfectos. Unos segundos después, se separó para besar mi frente y dirigirse a la parte trasera del escenario.
Las chicas y yo, incluída Zoey, ya que tenía también asientos de primera fila, nos quedamos delante del escenario, observando cómo iban entrando las fans. Casi se atropellaban las unas a las otras. Tranquilas, que los vais a ver igual, mujeres. Por un momento, creíamos que moriríamos entre la avalancha de chicas que se pusieron en primera fila. Algunas de las fans nos hablaron, ya que nos habían visto fuera con Niall. Nos preguntaron si los conocíamos, y les acabé diciendo que yo salía con Niall. En cuanto lo dije, muchas empezaron a sonreír como unas idiotas pidiéndome mi twitter, que le dijera Niall que las siguiera o que les respondiera, y un montón de cosas así; otras, me miraron con los ojos como platos; y otras se alejaron y comenzaron a odiarme de por vida. Era lo que solía pasar con las típicas "groupies". En fin.
Esperamos impacientes a que salieran, aguantando los gritos histéricos que aquellas chicas.
- ¿Tan molestas éramos nosotras antes? - pregunté desesperada.
- Supongo... Dios, me odio.
- Hahaha, la verdad, es horrible...
Por fin, llegó el gran momento. Un montón de luces iluminaron el escenario y nuestros chicos se elevaron en una plataforma desde debajo del escenario, la cual estaba en el centro. Los chillidos eran ahora aún más perceptibles y ellos sonreían mientras comenzaban a cantar "Everything about you". En su solo, Niall se acercó a mí, cogió mi mano y se puso de rodillas. "Yes, I like the way you smile with your eyes. Other guys see it but they don't realize that is my-my loving There's something about your laugh that makes me wanna have there's nothing funny so we laugh at no-no-nothing". Su voz sonaba melodiosa. Me sonrojé y le besé en la mejilla antes de que volviera a levantarse para cantar con los demás. No olvidaría ese momento jamás.
Zoey cantaba con ellos con todas sus fuerzas, igual que nosotras. Yo en realidad lo hacía para darles ánimos y que supieran que estábamos a su lado.
Cuando terminó la canción, saludaron a todas las fans con un potente grito, lo que les hizo chillar todavía más. La siguiente canción sería "What Makes You Beautiful". Era una de mis canciones favoritas y adoraba oírles cantarla. Sobretodo el solo de Harry. Harry tenía una voz muy bonita y era una parte de la canción que te hacía suspirar.
Entonces, llegó. Ahí estaba su solo. Pero entonces, pasó algo que no fue muy agradable.
~~Narrador: Taylor~~
Estaba deseando escuchar su solo. Pero entonces, Hollie se acercó a él y dejó de tocar la guitarra. Iban a representar la parte del videoclip. Harry estaba tan cerca de ella que me daban ganas de subir y acabar con los dos. No me podía creer que Harry fuese capaz de hacerme aquello. Las lágrimas resabalaban por mis mejillas como cascadas, y veía la atenta mirada de Harry de vez en cuando. Parecía preocupado.
Al terminar la canción, anunciaron la siguiente. "Gotta be you". Qué bien, iba a llorar más.
Antes de que yo pudiera decir nada, Harry se adelantó hacia mí y acercó el micrófono a su boca.
- Y ésta canción quiero que sea para ti, Taylor.
Yo me quedé en blanco, él extendió su mano y yo la cogí. Liam comenzó a cantar su solo mientras Harry me subía al escenario. Eso no podía estar pasando... O sea, que acababa de estar a escasos milímetros de Hollie y ahora pretendía dedicarme una canción. Querida Styles, no iba a ser posible. Cuando comenzó a cantarme, me había sentido tan mal que se acercara tanto a esa zorra (porque es lo que era), que le empujé y no dejé que siguiera. No pude evitar llorar delante de toda aquella gente, la música paró, y muchas de las últimas filas no sabían qué estaba pasando. Me bajé rápidamente del escenario y salí por la puerta principal.
jueves, 5 de enero de 2012
Capítulo 35.
~~Narrador: Zayn~~
Estaba calentando mi voz, como antes de cada concierto, con Charlotte a mi lado tocando la guitarra. Entonces, noté que algo me golpeaba el hombro. Me giré bruscamente y la vi a ella, tan guapa como siempre.
- ¡Audrey! - sonreí mirándola a los ojos, esos bonitos ojos azules.
La verdad, hacía mucho tiempo que quería decirle que me gustaba, que la quería. Pero tenia miedo a ser rechazado, por eso nunca lo había hecho.
- Zayn, es que... - ella se acarició la nuca. Parecía avergonzada.
- ¿Qué pasa? - se me escapó una pequeña risa.
- Tengo que hablar contigo de algo importante, ¿puedes venir un momento? - dijo ella señalando el backstage.
- Claro, sin problema. - me dirigí a Charlotte.- Perdona Charlotte, ahora seguimos ensayando.
- Vale, seguiré afinando un poco la guitarra - contestó con una sonrisa. Era muy simpática. Éramos buenos amigos.
Audrey me cogió de la mano y me llevó detrás de aquellas aterciopeladas cortinas negras. Me preguntaba qué querría decirme. Estaba deseando volver a besarla como aquella noche, pero por encima de todo la respetaba, así que decidí no hacerlo.
- Verás... he estado hablando con las chicas y... - comenzó un poco neviosa, lo que me hizo sonreír.- Bueno, me dijeron que viniera a decírtelo, así que... aquí estoy. - se rió con vergüenza y nervios.- Zayn, ¿te acuerdas de aquella noche... en el restaurante...?
- Sí, por supuesto que me acuerdo.- No le dejé terminar la frase, y es que justo estaba pensando en eso.
- Pues, he estado pensándolo mucho tiempo y...
~~Narrador: Audrey~~
No me salían las palabras. Por mucho que las chicas me incitaran a hacerlo, no podía decirle a Zayn lo que sentía. Me sentía una estúpida, y me quedé allí, con la boca abierta para articular palabras que no salían, perdida en sus ojos.
- ¿Quieres salir conmigo?
Las palabras salieron rápidamente de la boca de Zayn, como un rayo que te atraviesa a gran velocidad. Noté cosquillas en el estómago y sólo pude sonreír y llorar al mismo tiempo. Seguía sin poder hablar correctamente, sólo salían palabras sueltas.
- Zayn... yo... te quiero. - sólo eso. Esas cuatro palabras eran las únicas que hacían falta en ese momento.
Él sonrió, se acercó a mí y posó sus manos sobre mi cintura. Su cara y la mía estaban cada vez más cerca. Quería romper esos escasos milímetros que nos separaban, pero no podía. No era lo bastante fuerte.
Entonces, Zayn lo hizo; le inclinó sobre mí y juntó nuestros labios. Pero esa vez, por alguna razón, fue más especial que la anterior. Y es que ahora estaba segura de lo que sentía hacia Zayn. Era amor, amor del de verdad. Me daba igual quién fuese, o su aspecto exterior. Lo amaba sobre todo por ser él, solamente él mismo. Esa manera que tenía de hacer que no pudiera apartar la mirada de él era lo que me encantaba. Nuestras lenguas se enredaban y lo sentía cada vez más cerca. Sí, definitivamente lo quería más que a cualquier otra cosa en este mundo. Era mi razón para respirar, para vivir, para seguir allí.
Entonces, se separó de mi y se rió ligeramente.
- ¿Eso es un sí?
- Tenlo por seguro. - dije sonriendo.
Me abrazó contra su pecho y yo cerré los ojos, disfrutando de aquel precioso y perfecto momento.
~~Narrador: Cathy~~
Esperábamos que lo de Audrey y Zayn terminara bien. Necesitábamos saberlo.
Entonces, los vimos salir de detrás de las grandes cortinas. Parecían contentos, y Audrey se adelantó hacia nosotras, no sin antes darle un pequeño beso a Zayn. ¡Había funcionado!
- Chicas, gracias. Es lo mejor que he podido hacer.
- ¿Se lo pediste, entonces? - preguntó Taylor emocionada.
- No ha hecho falta.
- ¿Entonces ha sido él? - dijo Kelly.
- Sí. Es que estaba tan nerviosa que no me salían las palabras, y de repente me lo ha soltado así, como si nada.
- ¿En serio? Qué mono - a Taylor le encantaban esas cosas.
- Sí... - Aud sonrió al suelo, un poco avergonzada.
- ¿Os parece si vamos a tomar un rato el aire? - propuse.
- Por mí genial, necesito relajarme un poco - dijo Audrey.
Reímos todas y fuimos hasta la puerta. Detrás, oí la voz de Niall.
- ¿Adónde vais? - dijo acercándose al borde del escenario.
- Vamos a tomar un poco el aire.
Me hizo un gesto con la mano como diciendo "vale" y me enseñó una bonita sonrisa, la cual le devolví antes de salir.
Una vez fuera, vimos el montón de fans que esperaban tras los barrotes que habían puesto para asegurar la entrada.
- Joder... - exclamó Audrey mirando a todos lados.- ¿De verdad? ¿Tanta gente hay ya? Bueno, faltan como unas siete horas...
- Si nosotras estuviésemos entre ellas, hubiésemos venido ayer. - dijo Chloe.
- Bueno, sí... Pero a ver, cuando llegamos aún no había nadie...
- Eh... - dije mirando atentamente a una zona de la multitud no muy lejos de las barras- ¿Esa no es Zoey?
- ¿Qué Zoey? - Kelly me miró extrañada.
- Zoey. Zoey Black. Vino a nuestro instituto.
- ¡Ah, ya me acuerdo de ella! Pero no la veo...
- Allí, la del pelo castaño rizado. La que tiene el disco en la mano.
- ¡Anda! ¡Pues es verdad! ¡Zoey!
Parecía que no nos habíamos equivocado, porque se giró y, en cuanto nos vio, nos saludó muy contenta con la mano. Intentó hacerse hueco entre la gente, y lo acabo consiguiendo hasta llegar a la primera fila.
- ¡Hola! ¡Cuánto tiempo!
- ¡Ya te digo! Así que a ti también te gusta One Direction, ¿eh?
- ¡Por supuesto! ¿Qué hacéis vosotras ahí dentro? - nos preguntó sorprendida.
- Es que... conocemos a los chicos.
- ¿Qué dices? - me miró con los ojos abiertos como platos.- ¿Que los conocéis?
- Sí. Y bueno, te tenemos que contar muchas cosas, pero de momento, quédate con que tres de los chicos están oficialmente pillados - le dije guiñándole un ojo.
- No... me estás tomando el pelo...
- Para nada.
- ¿Que aún encima salís con ellos? - gritó tanto que algunas de las fans nos miraron sorprendidas y nos empezaron a gritar, incluso alguna nos insultó.
- ¡Cuidadito con las palabras que decís! - gritó Audrey sin dirigirse a nadie en concreto.
- Oye, podemos decirles a los chicos que te dejen pasar y te los presentamos. - le ofreció Taylor.
- ¿En serio? ¡Ay, qué ilusión! ¿Podríais hacer eso?
- Sin problema, tú espera aquí.
Entré yo sola para dirigirme al escenario.
- ¡Niall!
- ¿Qué pasa, amor? - preguntó mientras intentaba colocar unos cables.
- Hemos encontrado a una amiga mía de hace mucho tiempo, venía con nosotras al colegio, y había pensado que... podíamos presentárosla. Es una gran fan vuestra.
- Bueno, si tú crees que está bien, por mí estupendo. ¡Chicos! - dijo dirigiéndose al resto de la banda.- Cathy y las demás nos quieren presentar a una amiga suya. Dicen que la han encontrado fuera, que es una fan nuestra.
- ¿Una fan? ¡Contad conmigo! - exclamó Harry. Él siempre estaba dispuesto a conocer a nuevas fans.
- ¡Genial! ¿Puede salir uno de vosotros para ayudarla a entrar? - miré a Niall con ojos de cachorrito. Siempre funcionaba con todo el mundo.
- Bueno... Yo voy. - dejó lo que estaba haciendo y bajó del escenario.
Me cogió de la mano y fuimos juntos afuera. En cuento cruzamos la puerta, las fans comenzaron a gritar como locas, intentando tirar aquellos barrotes. Pero obviamente no fueron capaces.
- Oh, dios, mío - dijo Zoey muy emocionada.- ¡Es Niall!
- Sí, es él. Necesitábamos a alguien que nos ayudara a subirte por los barrotes. Al estar a la altura de la cintura, no íbamos a poder solas. - dije.
- Oh, ¿así que mi trabajo es subirla?
- Sí.
- Podías haberme avisado, cielo.
- Es que sino no iban a funcionar los ojitos de cachorrito.
- Será mejor que avisemos a Liam, es más fuerte que yo y...
- ¡Calla y no seas estúpido!
- Vale, vale.
Rodeó el cuerpo de Zoey con una mano y la otra la colocó para que subiese sus piernas, lo cual hizo de inmediato. Las fans intentaban tocar a Niall y hacer que se quedara, pero finalmente pudo pasar a Zoey al otro lado de las barras.
- Ah, no me lo puedo creer... ¡Acabo de estar en los brazos de Niall Horan! - Zoey llevó sus manos a la boca y el resto reímos ante su comentario.
- Soy un chico normal, tampoco es para tanto...
- ¿Que no es para tanto? ¡No lo dirás en serio!
Zoey estaba deseando entrar, así que la acompañamos hasta dentro. Saltó, pero reprimió sus gritos, en cuanto vio al resto de los chicos.
- Tú debes de ser Zoey - dijo Harry acercándose a nosotros.
- S...Sí - contestó ella sonriendo.
- Pero no te quedes ahí parada, mujer, un abrazo, ¿no?
Harry la abrazó con el cariño que sólo un ídolo puede darle a su fan, y finalmente le sonrió. Probablemente ella estaría ya en el cielo o algo así.
Indudablemente, ese sería un día inolvidable para ella.
Estaba calentando mi voz, como antes de cada concierto, con Charlotte a mi lado tocando la guitarra. Entonces, noté que algo me golpeaba el hombro. Me giré bruscamente y la vi a ella, tan guapa como siempre.
- ¡Audrey! - sonreí mirándola a los ojos, esos bonitos ojos azules.
La verdad, hacía mucho tiempo que quería decirle que me gustaba, que la quería. Pero tenia miedo a ser rechazado, por eso nunca lo había hecho.
- Zayn, es que... - ella se acarició la nuca. Parecía avergonzada.
- ¿Qué pasa? - se me escapó una pequeña risa.
- Tengo que hablar contigo de algo importante, ¿puedes venir un momento? - dijo ella señalando el backstage.
- Claro, sin problema. - me dirigí a Charlotte.- Perdona Charlotte, ahora seguimos ensayando.
- Vale, seguiré afinando un poco la guitarra - contestó con una sonrisa. Era muy simpática. Éramos buenos amigos.
Audrey me cogió de la mano y me llevó detrás de aquellas aterciopeladas cortinas negras. Me preguntaba qué querría decirme. Estaba deseando volver a besarla como aquella noche, pero por encima de todo la respetaba, así que decidí no hacerlo.
- Verás... he estado hablando con las chicas y... - comenzó un poco neviosa, lo que me hizo sonreír.- Bueno, me dijeron que viniera a decírtelo, así que... aquí estoy. - se rió con vergüenza y nervios.- Zayn, ¿te acuerdas de aquella noche... en el restaurante...?
- Sí, por supuesto que me acuerdo.- No le dejé terminar la frase, y es que justo estaba pensando en eso.
- Pues, he estado pensándolo mucho tiempo y...
~~Narrador: Audrey~~
No me salían las palabras. Por mucho que las chicas me incitaran a hacerlo, no podía decirle a Zayn lo que sentía. Me sentía una estúpida, y me quedé allí, con la boca abierta para articular palabras que no salían, perdida en sus ojos.
- ¿Quieres salir conmigo?
Las palabras salieron rápidamente de la boca de Zayn, como un rayo que te atraviesa a gran velocidad. Noté cosquillas en el estómago y sólo pude sonreír y llorar al mismo tiempo. Seguía sin poder hablar correctamente, sólo salían palabras sueltas.
- Zayn... yo... te quiero. - sólo eso. Esas cuatro palabras eran las únicas que hacían falta en ese momento.
Él sonrió, se acercó a mí y posó sus manos sobre mi cintura. Su cara y la mía estaban cada vez más cerca. Quería romper esos escasos milímetros que nos separaban, pero no podía. No era lo bastante fuerte.
Entonces, Zayn lo hizo; le inclinó sobre mí y juntó nuestros labios. Pero esa vez, por alguna razón, fue más especial que la anterior. Y es que ahora estaba segura de lo que sentía hacia Zayn. Era amor, amor del de verdad. Me daba igual quién fuese, o su aspecto exterior. Lo amaba sobre todo por ser él, solamente él mismo. Esa manera que tenía de hacer que no pudiera apartar la mirada de él era lo que me encantaba. Nuestras lenguas se enredaban y lo sentía cada vez más cerca. Sí, definitivamente lo quería más que a cualquier otra cosa en este mundo. Era mi razón para respirar, para vivir, para seguir allí.
Entonces, se separó de mi y se rió ligeramente.
- ¿Eso es un sí?
- Tenlo por seguro. - dije sonriendo.
Me abrazó contra su pecho y yo cerré los ojos, disfrutando de aquel precioso y perfecto momento.
~~Narrador: Cathy~~
Esperábamos que lo de Audrey y Zayn terminara bien. Necesitábamos saberlo.
Entonces, los vimos salir de detrás de las grandes cortinas. Parecían contentos, y Audrey se adelantó hacia nosotras, no sin antes darle un pequeño beso a Zayn. ¡Había funcionado!
- Chicas, gracias. Es lo mejor que he podido hacer.
- ¿Se lo pediste, entonces? - preguntó Taylor emocionada.
- No ha hecho falta.
- ¿Entonces ha sido él? - dijo Kelly.
- Sí. Es que estaba tan nerviosa que no me salían las palabras, y de repente me lo ha soltado así, como si nada.
- ¿En serio? Qué mono - a Taylor le encantaban esas cosas.
- Sí... - Aud sonrió al suelo, un poco avergonzada.
- ¿Os parece si vamos a tomar un rato el aire? - propuse.
- Por mí genial, necesito relajarme un poco - dijo Audrey.
Reímos todas y fuimos hasta la puerta. Detrás, oí la voz de Niall.
- ¿Adónde vais? - dijo acercándose al borde del escenario.
- Vamos a tomar un poco el aire.
Me hizo un gesto con la mano como diciendo "vale" y me enseñó una bonita sonrisa, la cual le devolví antes de salir.
Una vez fuera, vimos el montón de fans que esperaban tras los barrotes que habían puesto para asegurar la entrada.
- Joder... - exclamó Audrey mirando a todos lados.- ¿De verdad? ¿Tanta gente hay ya? Bueno, faltan como unas siete horas...
- Si nosotras estuviésemos entre ellas, hubiésemos venido ayer. - dijo Chloe.
- Bueno, sí... Pero a ver, cuando llegamos aún no había nadie...
- Eh... - dije mirando atentamente a una zona de la multitud no muy lejos de las barras- ¿Esa no es Zoey?
- ¿Qué Zoey? - Kelly me miró extrañada.
- Zoey. Zoey Black. Vino a nuestro instituto.
- ¡Ah, ya me acuerdo de ella! Pero no la veo...
- Allí, la del pelo castaño rizado. La que tiene el disco en la mano.
- ¡Anda! ¡Pues es verdad! ¡Zoey!
Parecía que no nos habíamos equivocado, porque se giró y, en cuanto nos vio, nos saludó muy contenta con la mano. Intentó hacerse hueco entre la gente, y lo acabo consiguiendo hasta llegar a la primera fila.
- ¡Hola! ¡Cuánto tiempo!
- ¡Ya te digo! Así que a ti también te gusta One Direction, ¿eh?
- ¡Por supuesto! ¿Qué hacéis vosotras ahí dentro? - nos preguntó sorprendida.
- Es que... conocemos a los chicos.
- ¿Qué dices? - me miró con los ojos abiertos como platos.- ¿Que los conocéis?
- Sí. Y bueno, te tenemos que contar muchas cosas, pero de momento, quédate con que tres de los chicos están oficialmente pillados - le dije guiñándole un ojo.
- No... me estás tomando el pelo...
- Para nada.
- ¿Que aún encima salís con ellos? - gritó tanto que algunas de las fans nos miraron sorprendidas y nos empezaron a gritar, incluso alguna nos insultó.
- ¡Cuidadito con las palabras que decís! - gritó Audrey sin dirigirse a nadie en concreto.
- Oye, podemos decirles a los chicos que te dejen pasar y te los presentamos. - le ofreció Taylor.
- ¿En serio? ¡Ay, qué ilusión! ¿Podríais hacer eso?
- Sin problema, tú espera aquí.
Entré yo sola para dirigirme al escenario.
- ¡Niall!
- ¿Qué pasa, amor? - preguntó mientras intentaba colocar unos cables.
- Hemos encontrado a una amiga mía de hace mucho tiempo, venía con nosotras al colegio, y había pensado que... podíamos presentárosla. Es una gran fan vuestra.
- Bueno, si tú crees que está bien, por mí estupendo. ¡Chicos! - dijo dirigiéndose al resto de la banda.- Cathy y las demás nos quieren presentar a una amiga suya. Dicen que la han encontrado fuera, que es una fan nuestra.
- ¿Una fan? ¡Contad conmigo! - exclamó Harry. Él siempre estaba dispuesto a conocer a nuevas fans.
- ¡Genial! ¿Puede salir uno de vosotros para ayudarla a entrar? - miré a Niall con ojos de cachorrito. Siempre funcionaba con todo el mundo.
- Bueno... Yo voy. - dejó lo que estaba haciendo y bajó del escenario.
Me cogió de la mano y fuimos juntos afuera. En cuento cruzamos la puerta, las fans comenzaron a gritar como locas, intentando tirar aquellos barrotes. Pero obviamente no fueron capaces.
- Oh, dios, mío - dijo Zoey muy emocionada.- ¡Es Niall!
- Sí, es él. Necesitábamos a alguien que nos ayudara a subirte por los barrotes. Al estar a la altura de la cintura, no íbamos a poder solas. - dije.
- Oh, ¿así que mi trabajo es subirla?
- Sí.
- Podías haberme avisado, cielo.
- Es que sino no iban a funcionar los ojitos de cachorrito.
- Será mejor que avisemos a Liam, es más fuerte que yo y...
- ¡Calla y no seas estúpido!
- Vale, vale.
Rodeó el cuerpo de Zoey con una mano y la otra la colocó para que subiese sus piernas, lo cual hizo de inmediato. Las fans intentaban tocar a Niall y hacer que se quedara, pero finalmente pudo pasar a Zoey al otro lado de las barras.
- Ah, no me lo puedo creer... ¡Acabo de estar en los brazos de Niall Horan! - Zoey llevó sus manos a la boca y el resto reímos ante su comentario.
- Soy un chico normal, tampoco es para tanto...
- ¿Que no es para tanto? ¡No lo dirás en serio!
Zoey estaba deseando entrar, así que la acompañamos hasta dentro. Saltó, pero reprimió sus gritos, en cuanto vio al resto de los chicos.
- Tú debes de ser Zoey - dijo Harry acercándose a nosotros.
- S...Sí - contestó ella sonriendo.
- Pero no te quedes ahí parada, mujer, un abrazo, ¿no?
Harry la abrazó con el cariño que sólo un ídolo puede darle a su fan, y finalmente le sonrió. Probablemente ella estaría ya en el cielo o algo así.
Indudablemente, ese sería un día inolvidable para ella.
Capítulo 34.
~~Narrador: Taylor~~
¿Quién se creía para intentar alejar a Harry de mí? Ahora ya era mío, y esa imbécil no me lo quitaría por nada del mundo. Quizás había sido un poco repentino mi beso hacia Harry, pero Hollie se estaba pasando de la raya.
- Amor, ¿no crees que el gustas un poco a Hollie? Bueno, un poco mucho - dije ésto muy seria, mirándole a los ojos.
- Es que... Tengo que contarte algo.
Fruncí el ceño y le miré extrañada. ¿A qué se refería? No entendía nada.
- Ven - me cogió de la mano y me arrastró hasta un lugar poco iluminado mientras el resto nos miraba con curiosidad.
- ¿Qué pasa Harry? Me estás asustando.
- Verás... ¿recuerdas el día del ascensor, verdad?
- Por supuesto, ¿cómo iba a olvidarme? - dije con una media sonrisa.
- Pues... antes, en el baño... me besé con Hollie.
- Oh... bueno, si te digo la verdad, no es tanta la sorpresa.
- Pero aún hay algo que no sabes.
- ¿Qué es? - me mordí el labio, nerviosa.
- Hollie es mi ex.
Abrí mucho los ojos, y la boca. ¿Su ex? ¿Cómo que su ex? No, imposible.
- ¡¿Tu ex?!
- Sí. Pero tranquila, ya hace mucho que no pasa nada con ella. Y no va a pasar - me cogió de la mano, y yo me dejé pero sin muchas ganas.
- Si caíste una vez, puedes volver a hacerlo. Mira ese día en el baño... - sin querer, una lágrima resbaló por mi mejilla.
¡No, no podía ponerme a llorar en ese momento!
Harry pasó su dedo pulgar por mi mejilla para secarla y me besó la frente.
- Mi amor, eso no va a volver a pasar. Te lo aseguro.
- No puedes asegurármelo, Harry.
- Sí puedo. Y lo estoy haciendo. Te quiero a ti, y a nadie más. Ni Hollie ni nadie conseguirá separarnos.
Miré hacia otro lado. Una parte de mí quería sonreír, pero la otra quería ir a junto aquella guitarrista de pacotilla y tirarle de los pelos.
- Yo también te quiero. Pero no me fío de ella.
- No te preocupes, me ocuparé de que no nos moleste más.
Me dio un pequeño beso y luego un abrazo que duró mucho tiempo, un abrazo fuerte y con mucho amor, o eso parecía.
Volvimos con los otros, los cuales mantenían una animada charla, mientras muchos trabajadores preparaban la puesta en escena. Incluídos los músicos, que afinaban sus instrumentos. Y entre ellos, allí estaba Hollie.
- Eh, Taylor, ¿vienes a echarme una mano? No puedo hacerlo sola - me sonrió falsamente.
Me sorprendió que quisiera mi ayuda. Seguramente no sería para nada bueno.
- ¡Sí, claro! Ahora voy. - grité en su dirección, pero luego me dirigí a Harry.- ¿Qué crees que querrá?
- No lo sé. Pero tú ve, y luego cuéntame.
- Vale.
Me dirigí hacia ella con paso decidido, y una vez llegué a su lado, cogí un pañuelo y le ayudé a limpiar su guitarra.
- Escúchame - me dijo en voz baja.-, más te vale dejar a Harry en paz.
- ¿Pero qué problema tienes?
Nuestra conversación no llegó en ningún momento a un tono demasiado alto, para que nadie más nos escuchara.
- ¿Que qué problema tengo? Mira, si tú no estuvieras de por medio, Harry ya habría vuelto conmigo.
- Pero está claro que ahora está conmigo. Así que aléjate tú de él.
- Ah no - rió con ironía.-, veo que no entiendes cómo funciona. Yo he sido su novia antes que tú, yo me he acostado con él, probablemente cosa que tú no has hecho.
- Para tu información, ha pasado justo ayer.
Odiaba tener que darle esa información, pero era necesario.
- Oh, bueno, en ese caso, ¿qué ha sido? ¿Una vez? Yo ya perdí la cuenta a las dos semanas. - me guiñó un ojo con sarcasmo y se rió burlona.
- Será porque tú no eras más que otra de la colección.
- ¿Y te crees que contigo va a ser diferente? Anda y no me hagas reír. Tú serás otro juguete más, y pronto estará conmigo de nuevo.
Dejé el pañuelo en el suelo y me dediqué exclusivamente a mirarla.
- Sólo te advierto una cosa, bonita. Como le toques un solo pelo, no me hago responsable de lo que te pase.
Ella se rió y desapareció entre las cortinas del escenario. Yo bajé de nuevo y fui a junto Harry, sin dejar de pensar en lo que me había dicho.
- ¿Qué ha pasado? Te vi nerviosa... - me miró preocupado, pasando una mano por mi cintura.
- No, nada.
No quería preocuparle ni que se peleara con ella ni nada así antes del concierto. Quería que lo hiciera bien, y para eso necesitaba relajarse. Pero insistió en que se lo dijera.
- Nada no, Taylor. Dímelo.
- ¿Qué quieres que te diga?
- Lo que ha pasado con Hollie allí arriba. ¿No te habrá dicho nada malo, no?
- Que no, quédate tranquilo y ve a calentar la voz para el concierto.
- Pero...
- ¡Que no seas pesado, Harry! - me acerqué a él y le di un beso corto.- Vete ya.
- Vale, vale.
Él me dio un beso un poco más largo y pasional. Parecía no querer despegarse de mí. Me encantaba. Necesitaba otro momento con el del día anterior, necesitaba notar nuestros cuerpos pegados, sin ropa de por medio. Necesitaba volver a tenerlo dentro de mí, y que me hiciese suya de nuevo.
Pero tendría que esperar a que pasara el concierto. Al menos podría escuchar su preciosa voz en directo, cosa que nunca había tenido el placer de oír.
Segundos después, se alejó con el resto de los chicos para ir a ensayar de última hora. Las chicas y yo los mirábamos desde el escenario, y por desgracia, a Kelly se le acordó preguntarme acerca de lo que me había dicho Harry y lo que había hablado con Hollie.
- Pues... no me gusta tener que contároslo. Por favor, no digáis nada... - les pedí.
- Te prometemos no decir nada - dijo Chloe, animándome a hablar.
- Vale. Harry me dijo que Hollie... era su ex.
- ¡¿Que qué?! - gritó Audrey.
- Shhh - exclamé.- Sí. Me dijo que ya había sido hace mucho tiempo, y que no pasaría nada con ella. Confío en Harry, es de Hollie de quien no me fío.
- ¿Y ella qué te dijo antes? - me preguntó Cathy.
- Me dijo que me alejara de Harry.
- ¿Quién se cree que es? La voy a reventar - dijo Audrey mirándola con malicia mientras ella afinaba su guitarra, sin enterarse de nada.
- Y que yo sólo era una más en la colección de Harry.
- ¿No le habrás creído, no? - dijo Chloe, colocándome una mano en el hombro.
- Hombre, pues claro que no. Yo sé que Harry me quiere. Además, me dijo que ella se había acostado con Harry y yo no...
- Bueno, en eso sí tiene razón... - añadió Kelly.
- ¡No! - grité sin darme cuenta.
Guay, ahora ya lo sabían. En realidad, fue un acto reflejo.
- ¿Cómo que no? - dijo Audrey con un aire divertido.- ¿Qué hicisteis en nuestra ausencia, eh? - no pudo evitarlo y soltó una carcajada.
- Surgió, no fue algo pensado...
- Joder... a Zayn deberían surgirle cosas así conmigo...
Todas nos reímos a carcajadas.
- ¡Pero si no admitís ni que estáis juntos! - exclamó Cathy.
- Es que no lo estamos... al menos oficialmente.
- Audrey, pídeselo.
- ¿Que le pida qué?
- No sé... jugar al parchís.
- ¡Pero eso lo tiene que pedir él!
- ¿Y por qué? ¡Se una mujer moderna! - dijo Cathy entre risas.
- Es que me da cosa...
- Pues no te tiene que dar nada. Ahora mismo vas y se lo dices.
- Bueno, aquí estábamos hablando de Taylor - Audrey me señaló y yo reí ligeramente.
- No no, no importa. Ya os habéis enterado. Audrey, ve ahí arriba - dije mientras la empujaba hacia el escenario.- y díselo. ¡Ahora!
- Pero...
- ¡Ni peros y peras! - me quedé un poco tonta después de pensar en lo que había dicho. ¡Qué estupidez! En fin.- Venga, ahí lo tienes. A por él.
- ¡Que no!
- Audrey, te vas a quedar sin chocolate el resto de tu vida.
- Boh... vale. Vale, lo habéis conseguido.
Suspiró y se dirigió hacia Zayn un poco dudosa. Hasta se giró hacia mi un par de veces, y yo le hice gestos de que siguiera. Con lo lanzada que era algunas veces... Y ahora, por un chico, se ponía así.
Zayn le iba a decir que sí, ¿de qué tenía miedo?
¿Quién se creía para intentar alejar a Harry de mí? Ahora ya era mío, y esa imbécil no me lo quitaría por nada del mundo. Quizás había sido un poco repentino mi beso hacia Harry, pero Hollie se estaba pasando de la raya.
- Amor, ¿no crees que el gustas un poco a Hollie? Bueno, un poco mucho - dije ésto muy seria, mirándole a los ojos.
- Es que... Tengo que contarte algo.
Fruncí el ceño y le miré extrañada. ¿A qué se refería? No entendía nada.
- Ven - me cogió de la mano y me arrastró hasta un lugar poco iluminado mientras el resto nos miraba con curiosidad.
- ¿Qué pasa Harry? Me estás asustando.
- Verás... ¿recuerdas el día del ascensor, verdad?
- Por supuesto, ¿cómo iba a olvidarme? - dije con una media sonrisa.
- Pues... antes, en el baño... me besé con Hollie.
- Oh... bueno, si te digo la verdad, no es tanta la sorpresa.
- Pero aún hay algo que no sabes.
- ¿Qué es? - me mordí el labio, nerviosa.
- Hollie es mi ex.
Abrí mucho los ojos, y la boca. ¿Su ex? ¿Cómo que su ex? No, imposible.
- ¡¿Tu ex?!
- Sí. Pero tranquila, ya hace mucho que no pasa nada con ella. Y no va a pasar - me cogió de la mano, y yo me dejé pero sin muchas ganas.
- Si caíste una vez, puedes volver a hacerlo. Mira ese día en el baño... - sin querer, una lágrima resbaló por mi mejilla.
¡No, no podía ponerme a llorar en ese momento!
Harry pasó su dedo pulgar por mi mejilla para secarla y me besó la frente.
- Mi amor, eso no va a volver a pasar. Te lo aseguro.
- No puedes asegurármelo, Harry.
- Sí puedo. Y lo estoy haciendo. Te quiero a ti, y a nadie más. Ni Hollie ni nadie conseguirá separarnos.
Miré hacia otro lado. Una parte de mí quería sonreír, pero la otra quería ir a junto aquella guitarrista de pacotilla y tirarle de los pelos.
- Yo también te quiero. Pero no me fío de ella.
- No te preocupes, me ocuparé de que no nos moleste más.
Me dio un pequeño beso y luego un abrazo que duró mucho tiempo, un abrazo fuerte y con mucho amor, o eso parecía.
Volvimos con los otros, los cuales mantenían una animada charla, mientras muchos trabajadores preparaban la puesta en escena. Incluídos los músicos, que afinaban sus instrumentos. Y entre ellos, allí estaba Hollie.
- Eh, Taylor, ¿vienes a echarme una mano? No puedo hacerlo sola - me sonrió falsamente.
Me sorprendió que quisiera mi ayuda. Seguramente no sería para nada bueno.
- ¡Sí, claro! Ahora voy. - grité en su dirección, pero luego me dirigí a Harry.- ¿Qué crees que querrá?
- No lo sé. Pero tú ve, y luego cuéntame.
- Vale.
Me dirigí hacia ella con paso decidido, y una vez llegué a su lado, cogí un pañuelo y le ayudé a limpiar su guitarra.
- Escúchame - me dijo en voz baja.-, más te vale dejar a Harry en paz.
- ¿Pero qué problema tienes?
Nuestra conversación no llegó en ningún momento a un tono demasiado alto, para que nadie más nos escuchara.
- ¿Que qué problema tengo? Mira, si tú no estuvieras de por medio, Harry ya habría vuelto conmigo.
- Pero está claro que ahora está conmigo. Así que aléjate tú de él.
- Ah no - rió con ironía.-, veo que no entiendes cómo funciona. Yo he sido su novia antes que tú, yo me he acostado con él, probablemente cosa que tú no has hecho.
- Para tu información, ha pasado justo ayer.
Odiaba tener que darle esa información, pero era necesario.
- Oh, bueno, en ese caso, ¿qué ha sido? ¿Una vez? Yo ya perdí la cuenta a las dos semanas. - me guiñó un ojo con sarcasmo y se rió burlona.
- Será porque tú no eras más que otra de la colección.
- ¿Y te crees que contigo va a ser diferente? Anda y no me hagas reír. Tú serás otro juguete más, y pronto estará conmigo de nuevo.
Dejé el pañuelo en el suelo y me dediqué exclusivamente a mirarla.
- Sólo te advierto una cosa, bonita. Como le toques un solo pelo, no me hago responsable de lo que te pase.
Ella se rió y desapareció entre las cortinas del escenario. Yo bajé de nuevo y fui a junto Harry, sin dejar de pensar en lo que me había dicho.
- ¿Qué ha pasado? Te vi nerviosa... - me miró preocupado, pasando una mano por mi cintura.
- No, nada.
No quería preocuparle ni que se peleara con ella ni nada así antes del concierto. Quería que lo hiciera bien, y para eso necesitaba relajarse. Pero insistió en que se lo dijera.
- Nada no, Taylor. Dímelo.
- ¿Qué quieres que te diga?
- Lo que ha pasado con Hollie allí arriba. ¿No te habrá dicho nada malo, no?
- Que no, quédate tranquilo y ve a calentar la voz para el concierto.
- Pero...
- ¡Que no seas pesado, Harry! - me acerqué a él y le di un beso corto.- Vete ya.
- Vale, vale.
Él me dio un beso un poco más largo y pasional. Parecía no querer despegarse de mí. Me encantaba. Necesitaba otro momento con el del día anterior, necesitaba notar nuestros cuerpos pegados, sin ropa de por medio. Necesitaba volver a tenerlo dentro de mí, y que me hiciese suya de nuevo.
Pero tendría que esperar a que pasara el concierto. Al menos podría escuchar su preciosa voz en directo, cosa que nunca había tenido el placer de oír.
Segundos después, se alejó con el resto de los chicos para ir a ensayar de última hora. Las chicas y yo los mirábamos desde el escenario, y por desgracia, a Kelly se le acordó preguntarme acerca de lo que me había dicho Harry y lo que había hablado con Hollie.
- Pues... no me gusta tener que contároslo. Por favor, no digáis nada... - les pedí.
- Te prometemos no decir nada - dijo Chloe, animándome a hablar.
- Vale. Harry me dijo que Hollie... era su ex.
- ¡¿Que qué?! - gritó Audrey.
- Shhh - exclamé.- Sí. Me dijo que ya había sido hace mucho tiempo, y que no pasaría nada con ella. Confío en Harry, es de Hollie de quien no me fío.
- ¿Y ella qué te dijo antes? - me preguntó Cathy.
- Me dijo que me alejara de Harry.
- ¿Quién se cree que es? La voy a reventar - dijo Audrey mirándola con malicia mientras ella afinaba su guitarra, sin enterarse de nada.
- Y que yo sólo era una más en la colección de Harry.
- ¿No le habrás creído, no? - dijo Chloe, colocándome una mano en el hombro.
- Hombre, pues claro que no. Yo sé que Harry me quiere. Además, me dijo que ella se había acostado con Harry y yo no...
- Bueno, en eso sí tiene razón... - añadió Kelly.
- ¡No! - grité sin darme cuenta.
Guay, ahora ya lo sabían. En realidad, fue un acto reflejo.
- ¿Cómo que no? - dijo Audrey con un aire divertido.- ¿Qué hicisteis en nuestra ausencia, eh? - no pudo evitarlo y soltó una carcajada.
- Surgió, no fue algo pensado...
- Joder... a Zayn deberían surgirle cosas así conmigo...
Todas nos reímos a carcajadas.
- ¡Pero si no admitís ni que estáis juntos! - exclamó Cathy.
- Es que no lo estamos... al menos oficialmente.
- Audrey, pídeselo.
- ¿Que le pida qué?
- No sé... jugar al parchís.
- ¡Pero eso lo tiene que pedir él!
- ¿Y por qué? ¡Se una mujer moderna! - dijo Cathy entre risas.
- Es que me da cosa...
- Pues no te tiene que dar nada. Ahora mismo vas y se lo dices.
- Bueno, aquí estábamos hablando de Taylor - Audrey me señaló y yo reí ligeramente.
- No no, no importa. Ya os habéis enterado. Audrey, ve ahí arriba - dije mientras la empujaba hacia el escenario.- y díselo. ¡Ahora!
- Pero...
- ¡Ni peros y peras! - me quedé un poco tonta después de pensar en lo que había dicho. ¡Qué estupidez! En fin.- Venga, ahí lo tienes. A por él.
- ¡Que no!
- Audrey, te vas a quedar sin chocolate el resto de tu vida.
- Boh... vale. Vale, lo habéis conseguido.
Suspiró y se dirigió hacia Zayn un poco dudosa. Hasta se giró hacia mi un par de veces, y yo le hice gestos de que siguiera. Con lo lanzada que era algunas veces... Y ahora, por un chico, se ponía así.
Zayn le iba a decir que sí, ¿de qué tenía miedo?
miércoles, 4 de enero de 2012
Capítulo 33.
A la mañana siguiente, me desperté con un dulce aliento contra mi cara. Cuando abrí los ojos, lo primero que vi fueron unos blancos dientes, formando una sonrisa, y más tarde, unos profundos y bonitos ojos azules. Me sobresalté cuando le reconocí y me incorporé rápidamente, lo que hizo que me golpeara la cabeza contra la litera de arriba.
- ¡Ay! - me acaricié la parte dañada con una mueca en la cara.- Ni...Niall... ¿cómo has entrado?
Él también pasó su mano por mi cabeza para aliviarme el dolor.
- Audrey se dejó la llave en nuestra habitación y he sido el primero en despertarme. La he visto y decidí venir.
Sonreí y le di un pequeño beso que le hizo volver a sonreír.
- No podías esperar a verme, ¿eh? - dije mientras me deshacía de las sábanas que me cubrían.
- La verdad es que no.
- ¡Bueno días! - oímos desde arriba. Era Audrey, en su litera, con la cabeza hacia abajo.
- Hola, Audrey.
- ¿Y tú aquí, rubiales?
- Te dejaste la llave en nuestra habitación.
La cogió de su bolsillo y se la acercó.
- Oh, déjala en la mesilla de noche, luego la cojo. Qué cabeza la mía - dijo ésto mientras bajaba por las escalerillas de la litera.- Mira cómo duermen las otras tres...
En la habitación había tres literas, de manera que quedaba una cama libre. Sí, esa misma llena de ropa sucia, zapatos, cables para móviles, etc. Éramos un verdadero desastre.
- Están muy monas dormidas, déjalas - le dije entre risas.
- Ey Niall - Audrey le dio un golpecito en el hombro.- ¿Preparado para el gran día?
- Por supuesto.
Los tres reímos ligeramente, yo me puse de pie y Niall puso su mano en mi cintura. Estaba tan contenta de haber podido volver... Entonces, sonó el tono de mi móvil. Era un mensaje. Oh, y además de mi madre. Qué bien...
"Cariño, habeis llegado bien? Ya sabes que me costo dejarte ir... Bueno, pásatelo bien. 1beso."
Oh, qué moderna mi madre. Le respondí:
"Dormimos en el hotel, ya estamos sanos y salvos. Te quiero. pd: No estes preocupada, ok? tu estate tranquila."
Odiaba mandarme sms con mi madre. Era... muy raro. Dejémoslo ahí.
Oímos que alguien llamaba a la puerta, y Audrey se ofreció a abrir.
- ¡Buenos días! - gritó Zayn, levantando a Aud en el aire con un abrazo.
Con su voz, Taylor, Kelly y Chloe se despertaron.
- ¡Estábamos durmiendo! ¡Sea quien sea que se calle! - dijo Taylor dándose la vuelta, sin abrir los ojos.
- Cielo... - susurró Harry con voz cantarina, acercándose a ella.
Taylor refunfuñó entre las sábanas. Aún estaba muy dormida para saber quién era.
- Amor, despierta... - Harry habló un poco más alto, entre risas.
Al fin, Taylor se dio la vuelta y lo reconoció.
- Ah, que erais vosotros - su voz aún sonaba a dormida.- Hola, cariño - acercó la cara de Harry a la suya y le besó despacio.- Lo siento, aún estoy un poco "zombie".
- Ya veo.
Liam acercó su cara a la litera superior de Kelly.
- Kelly... despierta - reía ligeramente, y Kelly fue abriendo los ojos poco a poco.
- Oh... - sonrió mientras se incorporaba.- Buenos días, Liam. - se le escapó un pequeño bostezo, el cual nos hizo reír un poco a todos.
- ¡Callaos, jobá! ¡Tengo sueño! - Chloe se tapó hasta arriba con las sábanas.
- No seas aguafiestas - Louis se acercó a ella y la destapó.- Ya estás levantándote de ahí.
- No quiero - refunfuñó aún acostada.
Esa escena era muy graciosa. Cada pareja por su lado, a sus cosas, y Niall y yo observándolo todo.
Zayn y Audrey aún no se atrevían a admitir lo suyo, por lo que permanecían juntos, pero sin mostrarse demasiado cariño.
- Admitidlo ya - le susurré a Audrey, sonriendo.
- ¿Que admitamos qué? - dijo en bajo.
- Que estáis juntos... Vamos, Aud. Es obvio.
- ¡Qué no! - habló demasiado alto, de manera que Zayn escuchó.
- ¿De qué habláis? - preguntó curioso.
- Nada, nada... - dije con una media sonrisa.- Si eso que te cuenta Audrey.
Audrey me miró con cara de venganza. Oh sí, se iba a vengar.
- Eh, chicos, después de desayunar tenemos que ir directos a la zona del concierto. Hay que apurar - gritó Niall.
- Cierto, ¡venga vamos! - dijo Louis.
- Pero si estamos sin vestir - dijo Kelly riendo.
- Oops...
- Esperad fuera. Ahora mismo salimos.
- Vale. Pero apurad, eh.
- Que sí...
Prácticamente los echamos a empujones, mientras Niall y Harry intentaban despedirse de mí y Taylor con un beso. Pero no les dejamos, para dejarles con las ganas.
- Somos malas - dijo Taylor entre risas una vez que se habían ido.
- Ts, qué va. Es para que después sea aún mejor - le guiñé un ojo y solté una breve carcajada.
Nos comenzamos a preparar, lo que nos llevó unos quince minutos. Menos a Chloe, que era un poco más presumida, y tardó casi media hora. Salimos y allí estaban esperándonos, en la puerta.
- Menos mal que íbais a tardar poco, eh - se quejó Louis.
- Ha sido Chloe - le señalé, como si fuésemos niñas pequeñas.
- ¡Eh! - exclamó ella.- Que no sólo he sido yo.
- No, qué va...
- Bueno, bueno, no importa. Vamos a desayunar. - nos animó Niall.
Me pasó un brazo por el hombro y me dio un beso en la mejilla.
Después de un completo desayuno en el restaurante, salimos para el lugar del concierto en una lujosa limusina que, según me dijo Harry, nos había estado esperando desde primera hora de la mañana. Subimos antes de que cualquier fan les pudiese ver y nos pusimos en camino. Era un coche impresionante. Amplio, con un sillón circular al fondo... ¡hasta había un cubo con champán en el centro! Qué lujo, mi madre.
Llegamos en breves minutos al estadio. En cuanto entramos, me impresionó. Había sitio para más de 100,000 personas.
- Wow - fue lo único que pude exclamar.
- Sorprendida, ¿eh? - Niall rió y acarició mi pelo.- Aquí estaréis esta noche, con el gritería de miles y miles de fans enloquecidas.
- Oh sí, suena tentador - dije sarcásticamente, rodando los ojos con humor.
Había muchísima gente preparándolo todo. Instrumentos, micrófonos, luces, etc.
Más tarde, llegaron los músicos. Entre ellos Hollie. La que faltaba. Nada más llegó, comenzó a coquetear con Harry.
- ¡Hola, chicos! - dijo apartando a Taylor del lado de Harry.
- Hola, Hollie.
- ¿Nervisos? - le dio un golpecito a Harry en el hombro. Éste rió y miró al suelo.
- No, hemos superado cosas peores.
Ella rió falsamente. Qué mal me caía. Cada vez intentaba acercarse más a Harry, pero Taylor le acercó a él cogiéndole por el cuello.
- Buena suerte, amor.
Entonces, acercó sus labios a los de Harry y los besó con un entusiasmo impensable. Hollie se quedó de piedra, con la boca medio abierta y los ojos saliéndosele de las órbitas.
- Gracias, cielo - cogió a Taylor por la cintura, con una sonrisa.- Espero que lo hagas bien en el concierto, Hollie.
- ¿Yo? Ts, hm, yo siempre, ya lo sabes - sonreía forzadamente, intentando mantener una conversación normal.
Estaba claro que le había chocado ver a Taylor tan decidida. Bueno, a ella y a todos.
- ¡Ay! - me acaricié la parte dañada con una mueca en la cara.- Ni...Niall... ¿cómo has entrado?
Él también pasó su mano por mi cabeza para aliviarme el dolor.
- Audrey se dejó la llave en nuestra habitación y he sido el primero en despertarme. La he visto y decidí venir.
Sonreí y le di un pequeño beso que le hizo volver a sonreír.
- No podías esperar a verme, ¿eh? - dije mientras me deshacía de las sábanas que me cubrían.
- La verdad es que no.
- ¡Bueno días! - oímos desde arriba. Era Audrey, en su litera, con la cabeza hacia abajo.
- Hola, Audrey.
- ¿Y tú aquí, rubiales?
- Te dejaste la llave en nuestra habitación.
La cogió de su bolsillo y se la acercó.
- Oh, déjala en la mesilla de noche, luego la cojo. Qué cabeza la mía - dijo ésto mientras bajaba por las escalerillas de la litera.- Mira cómo duermen las otras tres...
En la habitación había tres literas, de manera que quedaba una cama libre. Sí, esa misma llena de ropa sucia, zapatos, cables para móviles, etc. Éramos un verdadero desastre.
- Están muy monas dormidas, déjalas - le dije entre risas.
- Ey Niall - Audrey le dio un golpecito en el hombro.- ¿Preparado para el gran día?
- Por supuesto.
Los tres reímos ligeramente, yo me puse de pie y Niall puso su mano en mi cintura. Estaba tan contenta de haber podido volver... Entonces, sonó el tono de mi móvil. Era un mensaje. Oh, y además de mi madre. Qué bien...
"Cariño, habeis llegado bien? Ya sabes que me costo dejarte ir... Bueno, pásatelo bien. 1beso."
Oh, qué moderna mi madre. Le respondí:
"Dormimos en el hotel, ya estamos sanos y salvos. Te quiero. pd: No estes preocupada, ok? tu estate tranquila."
Odiaba mandarme sms con mi madre. Era... muy raro. Dejémoslo ahí.
Oímos que alguien llamaba a la puerta, y Audrey se ofreció a abrir.
- ¡Buenos días! - gritó Zayn, levantando a Aud en el aire con un abrazo.
Con su voz, Taylor, Kelly y Chloe se despertaron.
- ¡Estábamos durmiendo! ¡Sea quien sea que se calle! - dijo Taylor dándose la vuelta, sin abrir los ojos.
- Cielo... - susurró Harry con voz cantarina, acercándose a ella.
Taylor refunfuñó entre las sábanas. Aún estaba muy dormida para saber quién era.
- Amor, despierta... - Harry habló un poco más alto, entre risas.
Al fin, Taylor se dio la vuelta y lo reconoció.
- Ah, que erais vosotros - su voz aún sonaba a dormida.- Hola, cariño - acercó la cara de Harry a la suya y le besó despacio.- Lo siento, aún estoy un poco "zombie".
- Ya veo.
Liam acercó su cara a la litera superior de Kelly.
- Kelly... despierta - reía ligeramente, y Kelly fue abriendo los ojos poco a poco.
- Oh... - sonrió mientras se incorporaba.- Buenos días, Liam. - se le escapó un pequeño bostezo, el cual nos hizo reír un poco a todos.
- ¡Callaos, jobá! ¡Tengo sueño! - Chloe se tapó hasta arriba con las sábanas.
- No seas aguafiestas - Louis se acercó a ella y la destapó.- Ya estás levantándote de ahí.
- No quiero - refunfuñó aún acostada.
Esa escena era muy graciosa. Cada pareja por su lado, a sus cosas, y Niall y yo observándolo todo.
Zayn y Audrey aún no se atrevían a admitir lo suyo, por lo que permanecían juntos, pero sin mostrarse demasiado cariño.
- Admitidlo ya - le susurré a Audrey, sonriendo.
- ¿Que admitamos qué? - dijo en bajo.
- Que estáis juntos... Vamos, Aud. Es obvio.
- ¡Qué no! - habló demasiado alto, de manera que Zayn escuchó.
- ¿De qué habláis? - preguntó curioso.
- Nada, nada... - dije con una media sonrisa.- Si eso que te cuenta Audrey.
Audrey me miró con cara de venganza. Oh sí, se iba a vengar.
- Eh, chicos, después de desayunar tenemos que ir directos a la zona del concierto. Hay que apurar - gritó Niall.
- Cierto, ¡venga vamos! - dijo Louis.
- Pero si estamos sin vestir - dijo Kelly riendo.
- Oops...
- Esperad fuera. Ahora mismo salimos.
- Vale. Pero apurad, eh.
- Que sí...
Prácticamente los echamos a empujones, mientras Niall y Harry intentaban despedirse de mí y Taylor con un beso. Pero no les dejamos, para dejarles con las ganas.
- Somos malas - dijo Taylor entre risas una vez que se habían ido.
- Ts, qué va. Es para que después sea aún mejor - le guiñé un ojo y solté una breve carcajada.
Nos comenzamos a preparar, lo que nos llevó unos quince minutos. Menos a Chloe, que era un poco más presumida, y tardó casi media hora. Salimos y allí estaban esperándonos, en la puerta.
- Menos mal que íbais a tardar poco, eh - se quejó Louis.
- Ha sido Chloe - le señalé, como si fuésemos niñas pequeñas.
- ¡Eh! - exclamó ella.- Que no sólo he sido yo.
- No, qué va...
- Bueno, bueno, no importa. Vamos a desayunar. - nos animó Niall.
Me pasó un brazo por el hombro y me dio un beso en la mejilla.
Después de un completo desayuno en el restaurante, salimos para el lugar del concierto en una lujosa limusina que, según me dijo Harry, nos había estado esperando desde primera hora de la mañana. Subimos antes de que cualquier fan les pudiese ver y nos pusimos en camino. Era un coche impresionante. Amplio, con un sillón circular al fondo... ¡hasta había un cubo con champán en el centro! Qué lujo, mi madre.
Llegamos en breves minutos al estadio. En cuanto entramos, me impresionó. Había sitio para más de 100,000 personas.
- Wow - fue lo único que pude exclamar.
- Sorprendida, ¿eh? - Niall rió y acarició mi pelo.- Aquí estaréis esta noche, con el gritería de miles y miles de fans enloquecidas.
- Oh sí, suena tentador - dije sarcásticamente, rodando los ojos con humor.
Había muchísima gente preparándolo todo. Instrumentos, micrófonos, luces, etc.
Más tarde, llegaron los músicos. Entre ellos Hollie. La que faltaba. Nada más llegó, comenzó a coquetear con Harry.
- ¡Hola, chicos! - dijo apartando a Taylor del lado de Harry.
- Hola, Hollie.
- ¿Nervisos? - le dio un golpecito a Harry en el hombro. Éste rió y miró al suelo.
- No, hemos superado cosas peores.
Ella rió falsamente. Qué mal me caía. Cada vez intentaba acercarse más a Harry, pero Taylor le acercó a él cogiéndole por el cuello.
- Buena suerte, amor.
Entonces, acercó sus labios a los de Harry y los besó con un entusiasmo impensable. Hollie se quedó de piedra, con la boca medio abierta y los ojos saliéndosele de las órbitas.
- Gracias, cielo - cogió a Taylor por la cintura, con una sonrisa.- Espero que lo hagas bien en el concierto, Hollie.
- ¿Yo? Ts, hm, yo siempre, ya lo sabes - sonreía forzadamente, intentando mantener una conversación normal.
Estaba claro que le había chocado ver a Taylor tan decidida. Bueno, a ella y a todos.
martes, 3 de enero de 2012
Capítulo 32.
A mitad de camino, me acordé de que debería llamar a los chicos. Cathy se había dormido en mi hombro, así que tuve que hacer un esfuerzo para sacar el móvil de mi bolsillo y llamar al primero de la lista: Harry.
- ¿Sí?
- Harry, ya estoy de camino con Cathy.
- ¿Cathy vuelve?
- Sí - sonreí, mirando al cielo por la ventana.
- ¡Dios, qué bien! ¡Se lo voy a contar a todos! ¿A qué hora llegaréis?
- No lo sé fijo, pero de madrugada.
- Oh... bueno, al menos yo me quedaré despierto hasta que lleguéis.
- Gracias, Hazza.
- Bueno, te dejo ya, que he salido de la habitación para coger el móvil y se lo voy a decir a todos.
- Adiós.
- Hasta luego, tío.
Me colgó él primero y guardé de nuevo el móvil en el bolsillo.
Observé a Cathy dormir. Era tan bonita, y parecía tan frágil, así dormida en mis brazos...
- Perdone, ¿sabe cuánto falta para llegar? - le pregunté al conductor.
- Unas dos horas y media, más o menos.
- Vale, gracias.
Decidí dormir un poco también, así que apoyé mi cabeza en la suya para tratar de conciliar el sueño. La verdad, estaba muy cansado con tanto viajecito.
~~Narrador: Harry~~
- ¡Chicos, chicos, chicos! - estaba histérico y no podía contenerme más.
- Ey, tranquilo - dijo Liam, riendo.- ¿Quién era?
- Era Niall. ¡¡Que Cathy vuelve!!
- ¡¿Cathy vuelve?! ¡¡Toma!! - gritó Audrey.
- Están de camino, dice que llegarán de madrugada. Les esperamos despiertos, ¿no?
- ¡Eso ni se pregunta!
Miré a Taylor. Parecía molesta conmigo desde que la dejé sola en la habitación. Estaba distante, casi no me dirigía la palabra. Así que eché un brazo sobre su hombro, pero ella lo apartó con un movimiento lento pero eficaz. Miré al suelo, casi avergonzado por lo que había hecho, ¡pero no tenía opción! Me tomo mis amistades muy en serio.
Entonces, decidí hablar con ella.
- Taylor, ¿puedes acompañarme a fuera un segundo?
- ¿No era que es mejor que me quede dentro?
- No seas tonta. Por favor...
Suspiró y me acompañó afuera mientras los demás seguían intentando mantenerse despiertos.
- Mira, sé que estás molesta por lo que te dije...
- Oh, ¿cómo lo has adivinado?
- Pero también sé que estuvo mal y lo siento.
- Es que yo también me llevo bien con Niall, y me estaba preocupando por él y resulta que tú no me dejabas irme. ¿Te parece normal?
- ¡Pero no tienes que ponerte así!
- Harry, ¿acaso no confiabas en mí?
- ¿Qué dices?
- No me dejaste salir de la habitación. No entiendo por qué. A lo mejor no confiabas en que pudiera ayudar.
- No digas eso. Es solo que... tenía que salir lo antes posible porque estaba preocupado por Niall.
- Sí, sí, lo sé. Pero sé valerme por mi misma, ¿sabes?
- ¿De verdad estás enfadada?
- No enfadada, pero sí molesta contigo... - giró la cabeza, triste.
- Oh, vamos, cielo - le cogí por el mentón, haciendo que me mirara.- Ha sido una bobada...
Finalmente me sonrió y se dio por vencida.
- Vale, vale. Deja ya de ser tan adorable, por favor.
Reí ante su comentario y le di un pequeño beso.
- Anda, vamos adentro.
Le cogí por la cintura y la arrastré hasta dentro de la habitación.
Aún seguían intentando mantenerse despiertos de diferentes maneras, un poco raras todas, pero en fin. Ya era la una y aún no habían llegado. No les faltaría mucho.
~~Narradora: Cathy~~
Me desperté de repente por una pesadilla y miré por la ventana. Reconocí la calle por la que habíamos pasado al ir en el autobús a principios de verano a Londres. Debería de quedar más o menos media hora. Vi a Niall aún dormido y sonreí al ver esa preciosa cara con los ojos cerrados. Parecía una angelito, abrazado a mí. Le acaricié el pelo y me acurruqué más contra él, esperando a que pasara el tiempo que quedaba.
- Perdone, ¿le importaría dejarnos en el hotel Better Times? - le pregunté al conductor.
- Claro, no hay problema.
El tiempo se pasó volando. Pronto reconocí las luces del hotel, así que avisé a Niall.
- Amor... - le sacudí el hombro, y se despertó sin problemas.
- ¿Qué pasa? - dijo con voz de dormido.
- Ya hemos llegado.
- Oh...
Se incorporó y esperó a que el taxi parase con una sonrisa en la cara.
- Son 70 libras.
- Aquí tiene - Niall sacó el dinero de su cartera, la cual tenía en uno de los bolsillos de su pantalón.
El conductor lo cogió rápidamente y salimos sin dudarlo, cogiendo la pequeña maleta del asiento de al lado. Tan pronto los bajamos, el taxi arrancó de nuevo, dejando la humareda tras de sí.
- Al fin en casa - dijo Niall riendo.
- Sí, algo así.
Sonreí y me puse de puntillas para besar su mejilla. Niall llevaba mi maleta, y le cogí la otra mano para entrar.
Ya casi no había nadie merodeando por allí. Eran las dos de la mañana, en parte era normal.
Subimos las escaleras con dificultades, culpa de la maleta. Cuando llegamos arriba, los dos nos sonreímos delante de la puerta de la habitación de los chicos.
- ¿Entramos ya? - le pregunté bromista.
- Bah, déjalos sufrir.
Se acercó a mi riendo ligeramente y me besó con dulzura, haciendo que se me erizara el vello de la nuca y cada una de mis terminaciones nerviosas cobrara vida propia. Ya casi no recordabas aquellos besos con Niall, aquellos que te hacían temblar y querer parar el tiempo.
- Bueno, ya han sufrido bastante - dijo apartándose de mi unos centímetros.
Llamó a la puerta y oímos un estruendo dentro, y un grito, algo así como "¡Están aquí!". Parecía la voz de Harry. La puerta se abrió y lo vimos aparecer.
- ¡Cathy! - me levantó en el aire con un abrazo, lo que me hizo reír.
- ¡Hola, Harry!
- Dios mío, sólo han pasado unas cuantas horas, pero ya te echaba un montón de menos. Creí que no ibas a volver...
- ¡¡Caaaaaaaaath!! - era Audrey. Se acercó a mí y me abrazó. Casi me estruja la muy bruta.- ¡Cuánto te echaba de menos, tía!
- Y yo a ti - dije intentando respirar.- Bueno, ¿vamos a poder entrar?
- Oh - se apartó y cogió la maleta.- Perdón. ¡Pasad, pasad!
Mientras, los chicos se saludaban, se abrazaban, y las chicas vinieron todas a darme un gran abrazo de grupo. Echaba de menos eso.
- Niall, ¿estás listo para el concierto de mañana? - dijo Louis, con su tono divertido de siempre.
- ¡Nací listo!
Todos rieron, incluídas nosotras. Estábamos deseando escucharles cantar en directo con todas esas luces, los gritos de las fans... Ay, las fans... Aquellas adolescentes locas por sus huesos. Lo que no sabían, era que tres ya estaban cogidos. Sí sí, tres. Era obvio que Audrey y Zayn estaban juntos. Como se atrevieran a negarlo...
- ¿Creeis que hemos ensayado lo suficiente? - preguntó Liam. Parecía preocupado.
- ¡Pues claro! - aseguró Louis.- Vamos a arrasar.
El día siguiente sería estupendo.
Decidimos irnos a dormir. Me dolía tener que dejar a Niall justo en ese momento, pero me fui para la habitación sin rechistar, no sin antes haberme despedido de él con un beso y un gran abrazo. Creo que lo abracé tan fuerte que el pobre casi no podía respirar.
Ojalá llegara ya la hora del concierto. Su bonita voz no podía esperar a ser escuchada.
lunes, 2 de enero de 2012
Capítulo 31.
~~Narrador: Cathy~~
Estaba muy, muy, muy emocionada por tener a Niall allí conmigo. Jamás me lo habría imaginado. Pero no podía hacer eso que echaba tanto de menos delante de mi madre; besarle, enredar nuestras lenguas, y permanecer así durante minutos y minutos. Una vez en la sala, comencé a temblar ligeramente.
- Buenos días - respondió fríamente el doctor cuando me vio cogida de la mano de Niall, ya que yo se la había agarrado al entrar.
- Bueno días - respondió mi madre.
- Bueno, ya me han pasado los papeles... ¿Cathy, verdad?
- Sí - respondí nerviosa.
- Hm... un aborto. Nos llevará un tiempo prepararlo. Mientras pueden sentarse en esas sillas.
Había justo tres. Así que nos sentamos, en las mismas posiciones que en la sala de espera, mientras el doctor salía. Suponía que a por alguien para ayudarle. Unos minutos después, volvió, se asomó a la puerta y nos dijo que debíamos ir a una sala especial para aquello. Por lo que salimos, mi madre delante, y Niall y yo detrás. Instintivamente me acaricié la barriga. Niall lo vio y me apretó más la mano. Aprovechó para besarme la cabeza, lo cual me tranquilizó bastante y me hizo sonreír. Cuando llegamos, nos sentamos de nuevo en unas sillas de acero, duras, frías e inquietantes.
- Hemos de preparar los aparatos. Cathy, tú puedes ir tumbándote ahí.
Me señaló una especie de camilla, cubierta por una larga sábana blanca como la nieve. Fui hacia allí y me acosté con cuidado, respirando profundamente. Niall decidió levantarse y venir a mi lado.
- Todo saldrá bien - me dijo casi al oído, acariciándome el pelo.
- Lo sé - respondí sonriendo, lo que le hizo reír ligeramente.
Vi cómo mi madre se levantaba y venía hacia nosotros.
- Niall, sé que la quieres, pero será mejor que te sientes conmigo.
Él sonrió, me apretó la mano por última vez y fue con mi madre de nuevo a aquellas incómodas sillas. Todo me daba vueltas, no me sentía bien, pero debía aparentar que sí lo estaba.
Después de lo que debió ser aproximadamente media hora, pusieron los aparatos en marcha. Yo cerré los ojos, puse mis brazos al lado de mi cuerpo e intenté relajarme. Noté un fuerte pinchazo en el estómago, pero debió ser algo así como una anestesia, porque no noté más dolor en lo sucesivo.
~~Narrador: Niall~~
No quería ver lo que le estaban haciendo. Quizás le estuviera doliendo, o quizás no, yo eso no podía saberlo, y tampoco podía acercarme a ella. Simplemente esperar a que el tratamiento terminase. Miré mi móvil, el cual estaba en silencio. ¡Joder! Cinco llamadas de Zayn, tres de Louis y dos de Liam. No les había avisado. Seguramente me estarían buscando y los tendría preocupados.
Quería salir y llamarles para decirles que estaba bien, pero no podía dejar a Cathy sola. Bueno, tenía a su madre, pero me sentiría mal si me fuera antes de tiempo. Esperé pacientemente en aquella gran sala, lejos de las máquinas. Aproximadamente una hora después, le mandaron levantarse.
- ¿Te duele algo? - le preguntó uno de los médicos.
- Aún no siento la barriga - dijo ella con una ligera risa.
El doctor también sonrió, ayudándola a levantarse.
- No te preocupes, eso te pasará en una hora aproximadamente. La próxima vez, anda con más cuidado.
- He escarmentado ya.
Los dos médicos rieron y la dejaron salir.
- Gracias - dijo Isabella amablemente antes de irnos.- ¿Estás bien? - le preguntó a Cath.
- Sí, mamá.
Ya era tarde. La oscuridad había caído sobre la ciudad y yo no sabía cómo iba a volver, ni si iba a quedarme a dormir en Manchester, o qué coño iba a hacer. Lo primero, sería llamar a los chicos.
~~Narrador: Zayn~~
Harry ya se había reunido con nosotros, pero no había rastro de Taylor.
- Eh, ¿y Taylor? - le pregunté a Harry.
- Le he dicho que se quedara en el hotel.
- ¿Y a ella le pareció bien? - dijo Audrey extrañada.- Normalmente vendría corriendo tratándose de una cosa así.
- Pues creo que no mucho, pero bueno...
En ese momento, sonó el teléfono de Zayn.
- ¡Es Niall! - gritó, y rápidamente cogió.- ¡Niall, tío, nos tenías preocupados! ¿Dónde te metes?
- Estoy en Manchester.
- ¿Que estás dónde? ¿Y cómo has llegado tan rápido?
- En avión. Me ayudó el tío Simon.
- El tío Simon siempre de por medio... ¿pero qué haces allí?
- He venido a por Cathy, pero creo que ha sido en vano. La he acompañado a abortar, y ahora está con su madre de camino a casa. Yo voy un poco por detrás de ellas. Ya he avisado a Cath de que os iba a llamar.
- Eso ha sido una estupidez... ¿y por qué no nos cogías tío?
- Lo siento, estaba en el hospital y no quería irme antes de que acabaran con ella.
- Nos estábamos temiendo lo peor, capullo.
Eso de capullo era algo cariñoso entre nosotros, por eso le hizo reír.
- Tranquilos, que estoy bien. Eso sí, no sé si volveré hoy, o mañana, o... no sé.
- ¡Pero Niall, que mañana es el concierto!
- Joder... pues intentaré volver hoy, pero sin Cathy no me voy.
- Pues convence a su madre lo antes posible.
- Lo intentaré.
- Ya te dejamos. Que necesitarás tiempo.
- Vale. Adiós.
- Hasta luego.
~~Narrador: Niall~~
Guardé mi móvil y corrí hacia ellas.
- Isabella, sé que sería difícil, pero... ¿Cathy no puede volver?
- Niall... - suspiró, sin parar de andar.- Has demostrado ser un buen chico, pero no sé si puedo dejar que vaya contigo. Igual que os pasó esto una vez, puede volver a pasar...
- Pero eso le puede pasar a cualquiera... sé que es un fallo muy grave pero yo la quiero... deje que venga conmigo. Por favor.
- Niall...
- Por favor, le prometo que la cuidaré y nunca más nos pasará eso.
- A ver, yo puedo entender que mantengais relaciones. A vuestra edad es normal si tienes pareja, pero es muy, muy grave lo que ha pasado.
- Lo sé, y lo siento de veras. Pero si dejara venir a Cathy sería el chico más feliz de este mundo.
Cathy sonrió y bajó la mirada ante mi comentario. Miró a su madre, y su madre a ella.
Isabella nos miró a ambos con una media sonrisa en la cara. Suspiró y después de unos sengundos, habló.
- Está bien - dijo levantando los brazos bruscamente.- Vale, puedes irte otra vez. ¡Pero...!
- Sí, mamá. Precaución. ¡Ay, te quiero! - besó a su madre en la mejilla y la abrazó.
Sonreí como un idiota y me quedé allí clavado, ya que ellas también se habían parado. Cathy me abrazó a mí también y yo le correspondí rodeándola con mis brazos. Vi sonreír a su madre mientras nos miraba, ladeando la cabeza.
- Cuídala bien - me dijo en bajo, guiñándome un ojo.
- Eso está hecho - respondí muy contento.
- Pero... - comenzó a decir Cathy.
- No me pongas peros - la miré casi amenazante, pero sonriendo.
- No podemos irnos ahora... además, ¿qué le digo a papá? - miró a su madre, y ella rió ligeramente.
- De eso me ocupo yo. Mira, nuestra casa ya está ahí. Yo te bajo la maleta, total aún no la has deshecho.
- Mamá, cuando quieres eres la mejor.
- No para tanto. Quedáos aquí, ahora vuelvo.
- Pero Isabella, tenemos otro problema... - le advertí yo.- No sabemos cómo volver. No tengo billete de avión ni nada.
- Yo os pago el taxi.
- Oye, mami, de verdad que cambias demasiado de humor.
Todos reímos y su madre se dirigió a un edificio marrón y blanco, de cuatro pisos, con una puerta de madera.
- Así que ahí vives tú - dije sin mucho interés.
- Sí, ahora ya lo sabes.
- Aún no me creo que vayas a volver.
No pude ocultar mi emoción y le besé, quizás con más fuerza de la que debería. Pero ella me acercó aún más con sus manos en mi espalda. Al fin pude volver a sentirla de verdad. Entrelacé nuestras lenguas y sentí su aliento contra mi boca. Enredé mis dedos en su bonita melena y la acerqué más y más. Quería tenerla para siempre, que fuese mía y de nadie más. Nos separamos y hundió su cabeza en mi pecho. Yo sonreí inconscientemente. A los pocos minutos, su madre ya estaba abajo y nos miró con ternura.
- Cathy, aquí tienes la maleta y el dinero.
- Gracias, mamá. ¿Qué le has dicho a papá?
- De eso no te preocupes. Ahora a buscar un taxi, que ya es tarde. Llegaréis de madrugada, pero yo no puedo hacer más.
- Ya hace bastante dejándola venir.
- Ya sabes lo que te dije.
- Sí, la cuidaré y juro que no volverá a pasar nada parecido.
- Bien. Ahora podéis iros.
Cathy se despidió de su madre y se enganchó a mí, poniendo una de sus manos en el bolsillo trasero de mis pantalones. Yo me ofrecí a llevarle la maleta, y mi otro brazo lo pasé por sus hombros.
Caminamos unos metros mientras yo pedía un taxi por teléfono. Le dije que estaríamos al final de la calle Robinson, donde estaba el edificio de Cath, ya que nos faltaban unos escasos pasos. El taxi llegó después de un cuarto de hora aproximadamente. Cuando le dijimos que queríamos ir hasta Londres no parecía muy contento, ya que debía ir y después volver y ya era muy tarde, pero no le faltó más remedio que aceptar.
- Espero que tengáis dinero para pagarme un viaje tan largo - dijo con frialdad.
- Lo tenemos - le responí sonriendo irónicamente.
Arrancó y Cathy y yo nos pasamos todo el viaje mirando por la ventana las estrellas que salpicaban el cielo, abrazados con fuerza. Parecíamos tener miedo de que el otro se perdiera. Fue un momento mágico a pesar de la molesta música antigua de la radio del taxista, el cual disfrutamos como niños. Por fin era mía. Y esta vez para siempre.
Estaba muy, muy, muy emocionada por tener a Niall allí conmigo. Jamás me lo habría imaginado. Pero no podía hacer eso que echaba tanto de menos delante de mi madre; besarle, enredar nuestras lenguas, y permanecer así durante minutos y minutos. Una vez en la sala, comencé a temblar ligeramente.
- Buenos días - respondió fríamente el doctor cuando me vio cogida de la mano de Niall, ya que yo se la había agarrado al entrar.
- Bueno días - respondió mi madre.
- Bueno, ya me han pasado los papeles... ¿Cathy, verdad?
- Sí - respondí nerviosa.
- Hm... un aborto. Nos llevará un tiempo prepararlo. Mientras pueden sentarse en esas sillas.
Había justo tres. Así que nos sentamos, en las mismas posiciones que en la sala de espera, mientras el doctor salía. Suponía que a por alguien para ayudarle. Unos minutos después, volvió, se asomó a la puerta y nos dijo que debíamos ir a una sala especial para aquello. Por lo que salimos, mi madre delante, y Niall y yo detrás. Instintivamente me acaricié la barriga. Niall lo vio y me apretó más la mano. Aprovechó para besarme la cabeza, lo cual me tranquilizó bastante y me hizo sonreír. Cuando llegamos, nos sentamos de nuevo en unas sillas de acero, duras, frías e inquietantes.
- Hemos de preparar los aparatos. Cathy, tú puedes ir tumbándote ahí.
Me señaló una especie de camilla, cubierta por una larga sábana blanca como la nieve. Fui hacia allí y me acosté con cuidado, respirando profundamente. Niall decidió levantarse y venir a mi lado.
- Todo saldrá bien - me dijo casi al oído, acariciándome el pelo.
- Lo sé - respondí sonriendo, lo que le hizo reír ligeramente.
Vi cómo mi madre se levantaba y venía hacia nosotros.
- Niall, sé que la quieres, pero será mejor que te sientes conmigo.
Él sonrió, me apretó la mano por última vez y fue con mi madre de nuevo a aquellas incómodas sillas. Todo me daba vueltas, no me sentía bien, pero debía aparentar que sí lo estaba.
Después de lo que debió ser aproximadamente media hora, pusieron los aparatos en marcha. Yo cerré los ojos, puse mis brazos al lado de mi cuerpo e intenté relajarme. Noté un fuerte pinchazo en el estómago, pero debió ser algo así como una anestesia, porque no noté más dolor en lo sucesivo.
~~Narrador: Niall~~
No quería ver lo que le estaban haciendo. Quizás le estuviera doliendo, o quizás no, yo eso no podía saberlo, y tampoco podía acercarme a ella. Simplemente esperar a que el tratamiento terminase. Miré mi móvil, el cual estaba en silencio. ¡Joder! Cinco llamadas de Zayn, tres de Louis y dos de Liam. No les había avisado. Seguramente me estarían buscando y los tendría preocupados.
Quería salir y llamarles para decirles que estaba bien, pero no podía dejar a Cathy sola. Bueno, tenía a su madre, pero me sentiría mal si me fuera antes de tiempo. Esperé pacientemente en aquella gran sala, lejos de las máquinas. Aproximadamente una hora después, le mandaron levantarse.
- ¿Te duele algo? - le preguntó uno de los médicos.
- Aún no siento la barriga - dijo ella con una ligera risa.
El doctor también sonrió, ayudándola a levantarse.
- No te preocupes, eso te pasará en una hora aproximadamente. La próxima vez, anda con más cuidado.
- He escarmentado ya.
Los dos médicos rieron y la dejaron salir.
- Gracias - dijo Isabella amablemente antes de irnos.- ¿Estás bien? - le preguntó a Cath.
- Sí, mamá.
Ya era tarde. La oscuridad había caído sobre la ciudad y yo no sabía cómo iba a volver, ni si iba a quedarme a dormir en Manchester, o qué coño iba a hacer. Lo primero, sería llamar a los chicos.
~~Narrador: Zayn~~
Harry ya se había reunido con nosotros, pero no había rastro de Taylor.
- Eh, ¿y Taylor? - le pregunté a Harry.
- Le he dicho que se quedara en el hotel.
- ¿Y a ella le pareció bien? - dijo Audrey extrañada.- Normalmente vendría corriendo tratándose de una cosa así.
- Pues creo que no mucho, pero bueno...
En ese momento, sonó el teléfono de Zayn.
- ¡Es Niall! - gritó, y rápidamente cogió.- ¡Niall, tío, nos tenías preocupados! ¿Dónde te metes?
- Estoy en Manchester.
- ¿Que estás dónde? ¿Y cómo has llegado tan rápido?
- En avión. Me ayudó el tío Simon.
- El tío Simon siempre de por medio... ¿pero qué haces allí?
- He venido a por Cathy, pero creo que ha sido en vano. La he acompañado a abortar, y ahora está con su madre de camino a casa. Yo voy un poco por detrás de ellas. Ya he avisado a Cath de que os iba a llamar.
- Eso ha sido una estupidez... ¿y por qué no nos cogías tío?
- Lo siento, estaba en el hospital y no quería irme antes de que acabaran con ella.
- Nos estábamos temiendo lo peor, capullo.
Eso de capullo era algo cariñoso entre nosotros, por eso le hizo reír.
- Tranquilos, que estoy bien. Eso sí, no sé si volveré hoy, o mañana, o... no sé.
- ¡Pero Niall, que mañana es el concierto!
- Joder... pues intentaré volver hoy, pero sin Cathy no me voy.
- Pues convence a su madre lo antes posible.
- Lo intentaré.
- Ya te dejamos. Que necesitarás tiempo.
- Vale. Adiós.
- Hasta luego.
~~Narrador: Niall~~
Guardé mi móvil y corrí hacia ellas.
- Isabella, sé que sería difícil, pero... ¿Cathy no puede volver?
- Niall... - suspiró, sin parar de andar.- Has demostrado ser un buen chico, pero no sé si puedo dejar que vaya contigo. Igual que os pasó esto una vez, puede volver a pasar...
- Pero eso le puede pasar a cualquiera... sé que es un fallo muy grave pero yo la quiero... deje que venga conmigo. Por favor.
- Niall...
- Por favor, le prometo que la cuidaré y nunca más nos pasará eso.
- A ver, yo puedo entender que mantengais relaciones. A vuestra edad es normal si tienes pareja, pero es muy, muy grave lo que ha pasado.
- Lo sé, y lo siento de veras. Pero si dejara venir a Cathy sería el chico más feliz de este mundo.
Cathy sonrió y bajó la mirada ante mi comentario. Miró a su madre, y su madre a ella.
Isabella nos miró a ambos con una media sonrisa en la cara. Suspiró y después de unos sengundos, habló.
- Está bien - dijo levantando los brazos bruscamente.- Vale, puedes irte otra vez. ¡Pero...!
- Sí, mamá. Precaución. ¡Ay, te quiero! - besó a su madre en la mejilla y la abrazó.
Sonreí como un idiota y me quedé allí clavado, ya que ellas también se habían parado. Cathy me abrazó a mí también y yo le correspondí rodeándola con mis brazos. Vi sonreír a su madre mientras nos miraba, ladeando la cabeza.
- Cuídala bien - me dijo en bajo, guiñándome un ojo.
- Eso está hecho - respondí muy contento.
- Pero... - comenzó a decir Cathy.
- No me pongas peros - la miré casi amenazante, pero sonriendo.
- No podemos irnos ahora... además, ¿qué le digo a papá? - miró a su madre, y ella rió ligeramente.
- De eso me ocupo yo. Mira, nuestra casa ya está ahí. Yo te bajo la maleta, total aún no la has deshecho.
- Mamá, cuando quieres eres la mejor.
- No para tanto. Quedáos aquí, ahora vuelvo.
- Pero Isabella, tenemos otro problema... - le advertí yo.- No sabemos cómo volver. No tengo billete de avión ni nada.
- Yo os pago el taxi.
- Oye, mami, de verdad que cambias demasiado de humor.
Todos reímos y su madre se dirigió a un edificio marrón y blanco, de cuatro pisos, con una puerta de madera.
- Así que ahí vives tú - dije sin mucho interés.
- Sí, ahora ya lo sabes.
- Aún no me creo que vayas a volver.
No pude ocultar mi emoción y le besé, quizás con más fuerza de la que debería. Pero ella me acercó aún más con sus manos en mi espalda. Al fin pude volver a sentirla de verdad. Entrelacé nuestras lenguas y sentí su aliento contra mi boca. Enredé mis dedos en su bonita melena y la acerqué más y más. Quería tenerla para siempre, que fuese mía y de nadie más. Nos separamos y hundió su cabeza en mi pecho. Yo sonreí inconscientemente. A los pocos minutos, su madre ya estaba abajo y nos miró con ternura.
- Cathy, aquí tienes la maleta y el dinero.
- Gracias, mamá. ¿Qué le has dicho a papá?
- De eso no te preocupes. Ahora a buscar un taxi, que ya es tarde. Llegaréis de madrugada, pero yo no puedo hacer más.
- Ya hace bastante dejándola venir.
- Ya sabes lo que te dije.
- Sí, la cuidaré y juro que no volverá a pasar nada parecido.
- Bien. Ahora podéis iros.
Cathy se despidió de su madre y se enganchó a mí, poniendo una de sus manos en el bolsillo trasero de mis pantalones. Yo me ofrecí a llevarle la maleta, y mi otro brazo lo pasé por sus hombros.
Caminamos unos metros mientras yo pedía un taxi por teléfono. Le dije que estaríamos al final de la calle Robinson, donde estaba el edificio de Cath, ya que nos faltaban unos escasos pasos. El taxi llegó después de un cuarto de hora aproximadamente. Cuando le dijimos que queríamos ir hasta Londres no parecía muy contento, ya que debía ir y después volver y ya era muy tarde, pero no le faltó más remedio que aceptar.
- Espero que tengáis dinero para pagarme un viaje tan largo - dijo con frialdad.
- Lo tenemos - le responí sonriendo irónicamente.
Arrancó y Cathy y yo nos pasamos todo el viaje mirando por la ventana las estrellas que salpicaban el cielo, abrazados con fuerza. Parecíamos tener miedo de que el otro se perdiera. Fue un momento mágico a pesar de la molesta música antigua de la radio del taxista, el cual disfrutamos como niños. Por fin era mía. Y esta vez para siempre.
domingo, 1 de enero de 2012
Capítulo 30.
~~Narrador: Niall~~
Cuando bajé del avión, me di cuenta de que no había llevado maletas ni nada. ¿Y si surgía un imprevisto? Bueno, con tal de estar con ella todo sería perfecto. Salí rápidamente del aeropuerto y me fui andando. Me daría tiempo para pensar qué haría, cómo la recibiría y... ¡ah, sí! No sabía dónde vivía. Si es que era idiota.
Cogí el móvil y la busqué en la agenda y marqué el botón de llamada. Esos pitidos me ponían nervioso, pero al fin, escuché su melodiosa voz.
- ¿Diga?
- Cathy, ya estoy en Manchester.
- ¿Qué? Yo ahora estoy de camino al hospital con mi madre. Vamos andando.
En ese momento, muy a lo lejos, por aquella calle recta que parecía interminable, vi a dos figuras. Parecían femeninas. Sí, claramente eran femeninas. Iban en dirección contraria a la mía, es decir, tarde o temprano me cruzaría con ellas. Unos segundos después, pude distinguir que deberían ser madre e hija. Un pensamiento de me pasó por la cabeza: ¿y si eran Cathy y su madre? ¿Qué haría? Ir hacia ellas sería un poco raro y su madre me odiaría de por vida. Entonces, las vi mejor. Sí, eran ellas. Colgué el teléfono y dejé a Cathy con la palabra en la boca. ¿Pero qué iba a hacer? Mierda, tenía que pensar rápido, y eso no se me daba bien. Decidí pararme en medio de la calle y apoyarme contra una pared. Así Cathy tendría que tomar la decisión, que tenía más inteligencia que yo. Cuando me vio, vi y oí cómo hablaba con su madre intentando convencerla de cruzar de acera para mirar un escaparate. Una excusa, claro. Acabaron cruzando y su madre se quedó allí parada. Las madres, era lo que tenían. Cathy aprovechó para mirarme y hacer gestos para que me fuera. Yo me reí y negué con la cabeza. Puso los ojos en blanco y se giró de nuevo hacia su madre. Estaba deseando ir allí y abrazarla con todas mis fuerzas, pero no podía aún.
Yo ya me había pasado el hospital hacia unos cuantos minutos, estaba a unos cuantos metros de allí. Si es que era tonto, podía haberla esperado. Bueno, ahora ya no había nada que hacer. Siguieron andando, y Cathy se giraba cada poco tiempo para mirarme. Me sonreía y volvía a mirar hacia delante, y así unas cuantas veces. Anduve detrás de ellas, y una vez en el hospital, Cathy habló con su madre.
- Mamá, te espero fuera mientras vas a avisar, ¿vale? Entro en cinco minutos, quiero estar un rato sola.
Sí, sola... Claro, sería eso.
- Vale. No tardes mucho.
- No no, tranquila.
Su madre entró, y en cuanto estuvo fuera de su vista, corrió hacia mí y me abrazó con tal fuerza que me sorprendí.
- Pero... ¿cómo has podido llegar tan rápido?
- Tengo contactos.- le recordé.
- Oh, cierto, eres famoso. Fallo mío.
Los dos reímos, hice una mueca y le di un pequeño beso.
- No quise irme pero tampoco acercarme porque te echaba demasiado de menos, pero no podía aparecer de repente delante de tu madre.
- Te entiendo - sonrió comprensiva y me cogió las dos manos.- Me encantaría que pudieras acompañarme...
- Y a mí me encantaría poder acompañarte, pero sería raro que tu madre me viese, ¿no crees?
- Sí... un poco.
- Oye, ¿y tu padre no sabe nada?
- De momento no. Y espero que mi madre no se lo mencione jamás. Total, pronto todo habrá acabado.
Me miró de arriba a abajo, por encima del hombro y por los lados, como si buscara algo detrás de mí.
- ¿Qué ocurre? - le pregunté.
- ¿No tienes maleta? ¿Bolsa? ¿Mochila? ¿ALGO? - dijo riendo.
- Pues... no. - se me escapó una risilla nerviosa.
Ella rió y simplemente me acarició una de mis mejillas.
- Ya te echaba de menos.
- No podía esperar a venir. Ya que no había podido conseguir que te quedaras, vendría a por ti.
- Pero no voy a poder volver, Niall.
- ¿Quién lo dice?
- La mujer que manda sobre mí. - rió, y yo con ella.
Entonces, una voz detrás nuestra resonó en toda la calle.
- ¡Niall! ¿Pero qué haces tú aquí?
Era su madre, y la sorpresa no era agradable. O eso parecía.
Me armé de valor, suspiré, y la miré fijamente.
- He venido a buscar a Cathy.
- Pero Cathy no se va a ir, Niall.
- Esperaba que me dijera eso... al menos, ¿puedo acompañarla a abortar?
Se lo pensó muy seria durante unos instantes y finalmente aceptó no de muy buena gana. Sonreí, conteniendo las ganas de besarla, y entré con ellas sin hacer mucho ruido.
- Nos atenderán en unos minutos.- dijo Isabella, su madre, sentándose en la sala de espera.
Cathy se sentó a su lado, y yo después de ella. Le cogí de la mano, pero ella la apartó pronto. La miré, pero ella seguía mirando al frente. Entonces, se acercó un poco a mi dirigir su vista hacia mi cara y susurró:
- No quiero provocar a mi madre. Lo siento.
- Oh, tranquila. Te comprendo. No pasa nada.
Todo aquello era muy extraño. Todo había pasado demasiado deprisa. Conocerla, ser su amigo, más tarde su novio... Y ahora ésto. Era muy extraño, y me sentía como en un sueño que había terminado en pesadilla.
En cuanto nos llamaron, entramos los tres a la sala. Eso iba a ser muy raro.
~~Narrador: Taylor~~
Aún no me podía creer que estuviera allí, con Harry. Era el chico de mi vida: atractivo, atento, dulce y con un toque de picardía que me volvía loca. Su cuerpo desnudo tocaba el mío mientras permanecíamos allí acostados, mirándonos a los ojos. Acaricié sus rizos y él sonrió. Le quería más que a mi propia vida. Sería capaz de cualquier cosa por él. Pero con un momento, pasó por mi cabeza la imagen de Cathy. La echaba de menos, y podía imaginarme lo mal que lo estaría pasando sin Niall. Era como si yo ahora perdiera a Harry por culpa de mi madre... yo no podría estar tan tranquila como ella cuando se fue. Aunque también era verdad que si yo me quedara embarazada, intentaría por todos los medios abortar sin mis padres, porque si se enteraran, adiós Taylor. Disfruté de aquel momento con Harry, me acurruqué contra su pecho y él pasó una de sus manos por mi cuerpo debajo de las sábanas para darme más calor. Aquello era mágico. No podía pensar en nada más, excepto en esos pensamientos fugaces sobre la pareja perdida. Niall seguramente habría ido a buscarla. Tenía contactos de sobra que le ayudarían a ir a por ella, y ganas no le faltaban. Y allí, en brazos de mi Styles (porque era mío, mío y de nadie más), me quedé dormida, perdiendo totalmente la noción del tiempo.
~~Narrador: Harry~~
Después de que Taylor se quedara dormida y yo estuviera a punto, sonó mi móvil. Era un mensaje. Refunfuñé por lo bajo y lo cogí del bolsillo de mis pantalones, para lo que tuve que soltar a Taylor y dejarla sobre la almohada.
El mensaje decía así: "No encontramos a Niall por ninguna parte y no coge el teléfono. Me temo lo peor." Era de Louis. Mierda. No podía dejar allí a Taylor sola, pero que tampoco podía dejar a mis amigos colgados buscando a Niall, el cual andaría perdido por el mundo o, aún peor... desaparecido para siempre de la faz de la Tierra. Sabéis a lo que me refiero, ¿no? Que podría estar matándose, espichándola, caput. Era un pensamiento que me helaba la sangre y hacía que se me estiraran los rizos de golpe. Era uno de mis mejores amigos, y perderlo era una idea que no quería ni imaginar. Pero por desgracia, estaba presente. Me vestí despacio, intentando no despertar a Taylor, pero mi nivel máximo de patosidad hizo que me diera un golpe contra uno de los muebles y soltara un pequeño grito.
- Mhm... ¿Harry?
Oh, genial, la había despertado.
- ¿Adónde vas?
- He recibido un mensaje de Louis.- le respondí nervioso - Dice que no encuentran a Niall y que no les coge el teléfono. Me estoy preocupando. Tengo que salir.
- Espera, voy contigo.
- No, Taylor. Déjalo. Quédate aquí, volveré pronto.
Me acerqué, me incliné sobre la cama y le besé la frente. Me puse los zapatos sin agilidad alguna y salí rápido por la puerta mientras notaba la mirada de Taylor clavada en mí. Era como punzadas de mis agujas juntas, y dolía. No quería dejarla así, pero era por un amigo.
Cuando bajé del avión, me di cuenta de que no había llevado maletas ni nada. ¿Y si surgía un imprevisto? Bueno, con tal de estar con ella todo sería perfecto. Salí rápidamente del aeropuerto y me fui andando. Me daría tiempo para pensar qué haría, cómo la recibiría y... ¡ah, sí! No sabía dónde vivía. Si es que era idiota.
Cogí el móvil y la busqué en la agenda y marqué el botón de llamada. Esos pitidos me ponían nervioso, pero al fin, escuché su melodiosa voz.
- ¿Diga?
- Cathy, ya estoy en Manchester.
- ¿Qué? Yo ahora estoy de camino al hospital con mi madre. Vamos andando.
En ese momento, muy a lo lejos, por aquella calle recta que parecía interminable, vi a dos figuras. Parecían femeninas. Sí, claramente eran femeninas. Iban en dirección contraria a la mía, es decir, tarde o temprano me cruzaría con ellas. Unos segundos después, pude distinguir que deberían ser madre e hija. Un pensamiento de me pasó por la cabeza: ¿y si eran Cathy y su madre? ¿Qué haría? Ir hacia ellas sería un poco raro y su madre me odiaría de por vida. Entonces, las vi mejor. Sí, eran ellas. Colgué el teléfono y dejé a Cathy con la palabra en la boca. ¿Pero qué iba a hacer? Mierda, tenía que pensar rápido, y eso no se me daba bien. Decidí pararme en medio de la calle y apoyarme contra una pared. Así Cathy tendría que tomar la decisión, que tenía más inteligencia que yo. Cuando me vio, vi y oí cómo hablaba con su madre intentando convencerla de cruzar de acera para mirar un escaparate. Una excusa, claro. Acabaron cruzando y su madre se quedó allí parada. Las madres, era lo que tenían. Cathy aprovechó para mirarme y hacer gestos para que me fuera. Yo me reí y negué con la cabeza. Puso los ojos en blanco y se giró de nuevo hacia su madre. Estaba deseando ir allí y abrazarla con todas mis fuerzas, pero no podía aún.
Yo ya me había pasado el hospital hacia unos cuantos minutos, estaba a unos cuantos metros de allí. Si es que era tonto, podía haberla esperado. Bueno, ahora ya no había nada que hacer. Siguieron andando, y Cathy se giraba cada poco tiempo para mirarme. Me sonreía y volvía a mirar hacia delante, y así unas cuantas veces. Anduve detrás de ellas, y una vez en el hospital, Cathy habló con su madre.
- Mamá, te espero fuera mientras vas a avisar, ¿vale? Entro en cinco minutos, quiero estar un rato sola.
Sí, sola... Claro, sería eso.
- Vale. No tardes mucho.
- No no, tranquila.
Su madre entró, y en cuanto estuvo fuera de su vista, corrió hacia mí y me abrazó con tal fuerza que me sorprendí.
- Pero... ¿cómo has podido llegar tan rápido?
- Tengo contactos.- le recordé.
- Oh, cierto, eres famoso. Fallo mío.
Los dos reímos, hice una mueca y le di un pequeño beso.
- No quise irme pero tampoco acercarme porque te echaba demasiado de menos, pero no podía aparecer de repente delante de tu madre.
- Te entiendo - sonrió comprensiva y me cogió las dos manos.- Me encantaría que pudieras acompañarme...
- Y a mí me encantaría poder acompañarte, pero sería raro que tu madre me viese, ¿no crees?
- Sí... un poco.
- Oye, ¿y tu padre no sabe nada?
- De momento no. Y espero que mi madre no se lo mencione jamás. Total, pronto todo habrá acabado.
Me miró de arriba a abajo, por encima del hombro y por los lados, como si buscara algo detrás de mí.
- ¿Qué ocurre? - le pregunté.
- ¿No tienes maleta? ¿Bolsa? ¿Mochila? ¿ALGO? - dijo riendo.
- Pues... no. - se me escapó una risilla nerviosa.
Ella rió y simplemente me acarició una de mis mejillas.
- Ya te echaba de menos.
- No podía esperar a venir. Ya que no había podido conseguir que te quedaras, vendría a por ti.
- Pero no voy a poder volver, Niall.
- ¿Quién lo dice?
- La mujer que manda sobre mí. - rió, y yo con ella.
Entonces, una voz detrás nuestra resonó en toda la calle.
- ¡Niall! ¿Pero qué haces tú aquí?
Era su madre, y la sorpresa no era agradable. O eso parecía.
Me armé de valor, suspiré, y la miré fijamente.
- He venido a buscar a Cathy.
- Pero Cathy no se va a ir, Niall.
- Esperaba que me dijera eso... al menos, ¿puedo acompañarla a abortar?
Se lo pensó muy seria durante unos instantes y finalmente aceptó no de muy buena gana. Sonreí, conteniendo las ganas de besarla, y entré con ellas sin hacer mucho ruido.
- Nos atenderán en unos minutos.- dijo Isabella, su madre, sentándose en la sala de espera.
Cathy se sentó a su lado, y yo después de ella. Le cogí de la mano, pero ella la apartó pronto. La miré, pero ella seguía mirando al frente. Entonces, se acercó un poco a mi dirigir su vista hacia mi cara y susurró:
- No quiero provocar a mi madre. Lo siento.
- Oh, tranquila. Te comprendo. No pasa nada.
Todo aquello era muy extraño. Todo había pasado demasiado deprisa. Conocerla, ser su amigo, más tarde su novio... Y ahora ésto. Era muy extraño, y me sentía como en un sueño que había terminado en pesadilla.
En cuanto nos llamaron, entramos los tres a la sala. Eso iba a ser muy raro.
~~Narrador: Taylor~~
Aún no me podía creer que estuviera allí, con Harry. Era el chico de mi vida: atractivo, atento, dulce y con un toque de picardía que me volvía loca. Su cuerpo desnudo tocaba el mío mientras permanecíamos allí acostados, mirándonos a los ojos. Acaricié sus rizos y él sonrió. Le quería más que a mi propia vida. Sería capaz de cualquier cosa por él. Pero con un momento, pasó por mi cabeza la imagen de Cathy. La echaba de menos, y podía imaginarme lo mal que lo estaría pasando sin Niall. Era como si yo ahora perdiera a Harry por culpa de mi madre... yo no podría estar tan tranquila como ella cuando se fue. Aunque también era verdad que si yo me quedara embarazada, intentaría por todos los medios abortar sin mis padres, porque si se enteraran, adiós Taylor. Disfruté de aquel momento con Harry, me acurruqué contra su pecho y él pasó una de sus manos por mi cuerpo debajo de las sábanas para darme más calor. Aquello era mágico. No podía pensar en nada más, excepto en esos pensamientos fugaces sobre la pareja perdida. Niall seguramente habría ido a buscarla. Tenía contactos de sobra que le ayudarían a ir a por ella, y ganas no le faltaban. Y allí, en brazos de mi Styles (porque era mío, mío y de nadie más), me quedé dormida, perdiendo totalmente la noción del tiempo.
~~Narrador: Harry~~
Después de que Taylor se quedara dormida y yo estuviera a punto, sonó mi móvil. Era un mensaje. Refunfuñé por lo bajo y lo cogí del bolsillo de mis pantalones, para lo que tuve que soltar a Taylor y dejarla sobre la almohada.
El mensaje decía así: "No encontramos a Niall por ninguna parte y no coge el teléfono. Me temo lo peor." Era de Louis. Mierda. No podía dejar allí a Taylor sola, pero que tampoco podía dejar a mis amigos colgados buscando a Niall, el cual andaría perdido por el mundo o, aún peor... desaparecido para siempre de la faz de la Tierra. Sabéis a lo que me refiero, ¿no? Que podría estar matándose, espichándola, caput. Era un pensamiento que me helaba la sangre y hacía que se me estiraran los rizos de golpe. Era uno de mis mejores amigos, y perderlo era una idea que no quería ni imaginar. Pero por desgracia, estaba presente. Me vestí despacio, intentando no despertar a Taylor, pero mi nivel máximo de patosidad hizo que me diera un golpe contra uno de los muebles y soltara un pequeño grito.
- Mhm... ¿Harry?
Oh, genial, la había despertado.
- ¿Adónde vas?
- He recibido un mensaje de Louis.- le respondí nervioso - Dice que no encuentran a Niall y que no les coge el teléfono. Me estoy preocupando. Tengo que salir.
- Espera, voy contigo.
- No, Taylor. Déjalo. Quédate aquí, volveré pronto.
Me acerqué, me incliné sobre la cama y le besé la frente. Me puse los zapatos sin agilidad alguna y salí rápido por la puerta mientras notaba la mirada de Taylor clavada en mí. Era como punzadas de mis agujas juntas, y dolía. No quería dejarla así, pero era por un amigo.
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