A la mañana siguiente, me desperté con un dulce aliento contra mi cara. Cuando abrí los ojos, lo primero que vi fueron unos blancos dientes, formando una sonrisa, y más tarde, unos profundos y bonitos ojos azules. Me sobresalté cuando le reconocí y me incorporé rápidamente, lo que hizo que me golpeara la cabeza contra la litera de arriba.
- ¡Ay! - me acaricié la parte dañada con una mueca en la cara.- Ni...Niall... ¿cómo has entrado?
Él también pasó su mano por mi cabeza para aliviarme el dolor.
- Audrey se dejó la llave en nuestra habitación y he sido el primero en despertarme. La he visto y decidí venir.
Sonreí y le di un pequeño beso que le hizo volver a sonreír.
- No podías esperar a verme, ¿eh? - dije mientras me deshacía de las sábanas que me cubrían.
- La verdad es que no.
- ¡Bueno días! - oímos desde arriba. Era Audrey, en su litera, con la cabeza hacia abajo.
- Hola, Audrey.
- ¿Y tú aquí, rubiales?
- Te dejaste la llave en nuestra habitación.
La cogió de su bolsillo y se la acercó.
- Oh, déjala en la mesilla de noche, luego la cojo. Qué cabeza la mía - dijo ésto mientras bajaba por las escalerillas de la litera.- Mira cómo duermen las otras tres...
En la habitación había tres literas, de manera que quedaba una cama libre. Sí, esa misma llena de ropa sucia, zapatos, cables para móviles, etc. Éramos un verdadero desastre.
- Están muy monas dormidas, déjalas - le dije entre risas.
- Ey Niall - Audrey le dio un golpecito en el hombro.- ¿Preparado para el gran día?
- Por supuesto.
Los tres reímos ligeramente, yo me puse de pie y Niall puso su mano en mi cintura. Estaba tan contenta de haber podido volver... Entonces, sonó el tono de mi móvil. Era un mensaje. Oh, y además de mi madre. Qué bien...
"Cariño, habeis llegado bien? Ya sabes que me costo dejarte ir... Bueno, pásatelo bien. 1beso."
Oh, qué moderna mi madre. Le respondí:
"Dormimos en el hotel, ya estamos sanos y salvos. Te quiero. pd: No estes preocupada, ok? tu estate tranquila."
Odiaba mandarme sms con mi madre. Era... muy raro. Dejémoslo ahí.
Oímos que alguien llamaba a la puerta, y Audrey se ofreció a abrir.
- ¡Buenos días! - gritó Zayn, levantando a Aud en el aire con un abrazo.
Con su voz, Taylor, Kelly y Chloe se despertaron.
- ¡Estábamos durmiendo! ¡Sea quien sea que se calle! - dijo Taylor dándose la vuelta, sin abrir los ojos.
- Cielo... - susurró Harry con voz cantarina, acercándose a ella.
Taylor refunfuñó entre las sábanas. Aún estaba muy dormida para saber quién era.
- Amor, despierta... - Harry habló un poco más alto, entre risas.
Al fin, Taylor se dio la vuelta y lo reconoció.
- Ah, que erais vosotros - su voz aún sonaba a dormida.- Hola, cariño - acercó la cara de Harry a la suya y le besó despacio.- Lo siento, aún estoy un poco "zombie".
- Ya veo.
Liam acercó su cara a la litera superior de Kelly.
- Kelly... despierta - reía ligeramente, y Kelly fue abriendo los ojos poco a poco.
- Oh... - sonrió mientras se incorporaba.- Buenos días, Liam. - se le escapó un pequeño bostezo, el cual nos hizo reír un poco a todos.
- ¡Callaos, jobá! ¡Tengo sueño! - Chloe se tapó hasta arriba con las sábanas.
- No seas aguafiestas - Louis se acercó a ella y la destapó.- Ya estás levantándote de ahí.
- No quiero - refunfuñó aún acostada.
Esa escena era muy graciosa. Cada pareja por su lado, a sus cosas, y Niall y yo observándolo todo.
Zayn y Audrey aún no se atrevían a admitir lo suyo, por lo que permanecían juntos, pero sin mostrarse demasiado cariño.
- Admitidlo ya - le susurré a Audrey, sonriendo.
- ¿Que admitamos qué? - dijo en bajo.
- Que estáis juntos... Vamos, Aud. Es obvio.
- ¡Qué no! - habló demasiado alto, de manera que Zayn escuchó.
- ¿De qué habláis? - preguntó curioso.
- Nada, nada... - dije con una media sonrisa.- Si eso que te cuenta Audrey.
Audrey me miró con cara de venganza. Oh sí, se iba a vengar.
- Eh, chicos, después de desayunar tenemos que ir directos a la zona del concierto. Hay que apurar - gritó Niall.
- Cierto, ¡venga vamos! - dijo Louis.
- Pero si estamos sin vestir - dijo Kelly riendo.
- Oops...
- Esperad fuera. Ahora mismo salimos.
- Vale. Pero apurad, eh.
- Que sí...
Prácticamente los echamos a empujones, mientras Niall y Harry intentaban despedirse de mí y Taylor con un beso. Pero no les dejamos, para dejarles con las ganas.
- Somos malas - dijo Taylor entre risas una vez que se habían ido.
- Ts, qué va. Es para que después sea aún mejor - le guiñé un ojo y solté una breve carcajada.
Nos comenzamos a preparar, lo que nos llevó unos quince minutos. Menos a Chloe, que era un poco más presumida, y tardó casi media hora. Salimos y allí estaban esperándonos, en la puerta.
- Menos mal que íbais a tardar poco, eh - se quejó Louis.
- Ha sido Chloe - le señalé, como si fuésemos niñas pequeñas.
- ¡Eh! - exclamó ella.- Que no sólo he sido yo.
- No, qué va...
- Bueno, bueno, no importa. Vamos a desayunar. - nos animó Niall.
Me pasó un brazo por el hombro y me dio un beso en la mejilla.
Después de un completo desayuno en el restaurante, salimos para el lugar del concierto en una lujosa limusina que, según me dijo Harry, nos había estado esperando desde primera hora de la mañana. Subimos antes de que cualquier fan les pudiese ver y nos pusimos en camino. Era un coche impresionante. Amplio, con un sillón circular al fondo... ¡hasta había un cubo con champán en el centro! Qué lujo, mi madre.
Llegamos en breves minutos al estadio. En cuanto entramos, me impresionó. Había sitio para más de 100,000 personas.
- Wow - fue lo único que pude exclamar.
- Sorprendida, ¿eh? - Niall rió y acarició mi pelo.- Aquí estaréis esta noche, con el gritería de miles y miles de fans enloquecidas.
- Oh sí, suena tentador - dije sarcásticamente, rodando los ojos con humor.
Había muchísima gente preparándolo todo. Instrumentos, micrófonos, luces, etc.
Más tarde, llegaron los músicos. Entre ellos Hollie. La que faltaba. Nada más llegó, comenzó a coquetear con Harry.
- ¡Hola, chicos! - dijo apartando a Taylor del lado de Harry.
- Hola, Hollie.
- ¿Nervisos? - le dio un golpecito a Harry en el hombro. Éste rió y miró al suelo.
- No, hemos superado cosas peores.
Ella rió falsamente. Qué mal me caía. Cada vez intentaba acercarse más a Harry, pero Taylor le acercó a él cogiéndole por el cuello.
- Buena suerte, amor.
Entonces, acercó sus labios a los de Harry y los besó con un entusiasmo impensable. Hollie se quedó de piedra, con la boca medio abierta y los ojos saliéndosele de las órbitas.
- Gracias, cielo - cogió a Taylor por la cintura, con una sonrisa.- Espero que lo hagas bien en el concierto, Hollie.
- ¿Yo? Ts, hm, yo siempre, ya lo sabes - sonreía forzadamente, intentando mantener una conversación normal.
Estaba claro que le había chocado ver a Taylor tan decidida. Bueno, a ella y a todos.
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